Madre Abusiva

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¿Cuán lejos llega el mandamiento de honrar a los padres?

Querida Rebbetzin Twerski,

Una de mis amigas más cercanas, llamémosla Sara, tiene una madre muy difícil que vive con ella. Su madre es abusiva verbalmente y a veces físicamente (como por ejemplo arrojando utensilios de cocina). La madre de Sara tiene ahora 80 años y ha tenido enfermedades. Sara siempre ha cooperado con los doctores y ha arreglado todo para su madre. Ella cocina, lava la ropa, lleva a su madre al doctor, cambia las sábanas de su cama, etc., pero la madre algunas veces se refiere a la comida como "comida para perros", culpa a Sara por la muerte de su padre y dice que desearía nunca haberla tenido. La madre le dice a otras personas cosas horribles sobre Sara. Sara la escucha al teléfono diciendo este tipo de cosas.

El esposo de Sara está enfermo y la madre a menudo se queda mirándolo y se burla de él. Es una situación terrible. Este abuso ha ocurrido desde que Sara era joven, y ella siempre ha estado rezándole a Dios que la ayude a arreglar las cosas con su madre.

Le he rogado a Sara que le pida a su madre que se mude fuera de la casa, pero la madre solamente pide dinero para mudarse y luego se rehusa. Es muy difícil para ella lidiar con esto diariamente, pero ella quiere hacer lo correcto y cuidar a su madre. De acuerdo a la ley judía ¿Sara tiene que aguantar esto?

Gracias de antemano por la ayuda y las sugerencias.

Querida Lectora:

Para empezar, tu amiga es afortunada de que en medio de las pruebas y tribulaciones de una vida tan difícil, tiene una persona como tú que se preocupa por ella tan profundamente.

Habiendo dicho eso, debo destacar que la pregunta hecha aquí no es una pregunta articulada por Sara; proviene de ti, una amiga devota, pero sin embargo, un ente secundario. Muchas veces por error asumimos que nuestra percepción de una determinada situación refleja o coincide con aquello que es la realidad del otro. Proyectamos nuestros sentimientos y evaluaciones sobre un determinado escenario en otro individuo. Los porqués y los comos de las elecciones que la gente hace en sus vidas son muy complejos y difíciles de destilar o entender por alguien externo.

Tú cuestionas los parámetros de la ley judía en materia de honrar a los padres. La respuesta es que estamos obligados a honrar a nuestros padres hasta el punto que debemos proveer sus necesidades básicas, es decir, comida, vivienda, y medios para llegar a donde tienen que ir. Si ellos tienen medios, podemos utilizar sus recursos antes que los nuestros. Si no podemos cumplir personalmente con estos requerimientos, es decir, vivimos a cierta distancia, etc., podemos delegar la responsabilidad a otros. El punto es que sus necesidades básicas deben estar cubiertas.

Si los padres son abusivos o la relación es tóxica, los hijos no están obligados a tolerar dolor o sufrimiento.

Sin embargo, debe mencionarse, que factores psicológicos y emocionales tienen peso en la ecuación. Si los padres son abusivos o si la relación es tóxica, los hijos no están obligados a tolerar dolor o sufrimiento. Ellos pueden proveer las necesidades de sus padres a la distancia o a través de otros. Someterse a uno mismo a un castigo innecesario no es un mandato, no está indicado y no es deseable desde una perspectiva de la Torá.

El Talmud cuenta el ejemplo de uno de los grandes sabios que tenía una madre con trastornos mentales. Describe el abuso al que ella lo sometía incluso en lugares públicos. En una ocasión, él estaba hablando frente a un respetable grupo de estudiosos y su madre irrumpió dentro del salón de estudios y lo atacó frente a toda la asamblea. El rabino no se estremeció ni reaccionó. Claramente, él no lo tomó personalmente. Esperó a que su ofensa terminara y amable y amorosamente la escoltó hacia fuera.

Sorprendentemente, hay quienes pueden trascender sus sentimientos personales. Estas personas son capaces de atenuar el dolor adoptando una postura de observador en vez de una postura personal. Son capaces de mirar desde afuera como si estuvieran elevados por encima de la interacción con curiosidad objetiva. Esta postura es producto de entender el lugar insano desde donde proviene la actitud del padre y también lo que está motivando la conducta aberrante. La conciencia de la patética falta de bienestar que motiva la conducta actual, permite que la compasión y la empatía remplacen a la ira y al resentimiento.

Además querida lectora, tú como una persona externa estás aplicando tu lógica, tu propia y única percepción mental, a una situación claramente emocional y psicológicamente motivada. La relación entre hijos y padres desafía el análisis lógico. La mente no puede dilucidar la profundidad y las complejidades de la relación padre/hijo. Montones de libros se han escrito sobre este tema, sin embargo, una clarificación definitiva y completa del misterioso lazo entre padres e hijos, sigue siendo difícil de alcanzar.

Observa los documentados e increíbles casos de niños maltratados que prefieren regresar con su padre biológico abusivo – el perpetrador – en vez de aceptar protección de un suplente, probando nuevamente el fuerte apego emocional que no puede ser explicado. Hay quienes sostienen que existe un intenso deseo por parte de un niño, joven o viejo, de ser redimido – que el cuidador que originalmente le dio al niño el mensaje de que él no es querido – cambie su opinión y le diga al niño que sí es valorado. Esta búsqueda de amor y aprobación está siempre presente y nunca cesa.

Como punto aparte, es instructivo destacar que en los cursos iniciales de matrimonio, uno es advertido acerca de la ofensa cardinal de atacar a los padres de un esposo o esposa en las disputas maritales. Incluso cuando la crítica es completamente válida, los padres son un “juego sucio” en las discusiones. Podría decirse que podría constituir un ejemplo de “golpe bajo”, un lugar en el que el esposo o esposa es dejado sin defensa porque la relación padre/hijo no está definida por la lógica, y la verdad en estas situaciones es irrelevante. Al final, criticar a los padres del otro, por más factual que sea, hiere profundamente.

Abandonar a una madre, sin importar cuán insoportable pueda ser ella, especialmente a sus ochenta años, no es una perspectiva agradable.

Querida lectora, es claro y evidente a partir de tu descripción, que la relación de tu amiga con su madre, incluso en su desafortunado y tóxico estado, es sin embargo una larga relación. Es obvio también que a pesar de los horrores que ha compartido contigo, ella ha tomado una decisión. Es muy probable que al sopesar sus alternativas, para ella este escenario sigue siendo el mejor de los males. Abandonar a una madre, sin importar cuán insoportable pueda ser ella, especialmente a sus ochenta años, no es una perspectiva agradable. Si tu amiga realmente hubiese querido tomar ese camino, lo hubiera hecho hace mucho tiempo.

Considera a Maureen cuya madre "nunca estuvo ahí para apoyarla". Su niñez fue muy dolorosa. Su madre luchaba con la depresión y fue virtualmente inexistente en su vida. Maureen vivió agudas privaciones emocionales durante gran parte de su vida, sintiéndose "trastornada" particularmente durante su adolescencia y en búsqueda de algo que llenara el vacío en su vida. Su camino espiritual la llevó a una vida observante que le dio un apoyo, un sentido de propósito y significado para lidiar con situaciones indeseables.

Su madre se enfermó y a pesar de todos los sentimientos de desilusiones pasadas que inundaron su mente y podrían haber dictado su conducta, ella tomó el camino difícil. Construyó una extensión para su madre en su propia casa y la cuidó durante tiempos muy difíciles. Cuando su espíritu se debilitaba en ciertos momentos, ella era estimulada por su sistema de apoyo, sus amigas que siempre estaban ahí para alentarla. En los años que siguieron a la muerte de su madre, Maureen consideró que la decisión de haber cuidado a su madre, a pesar de la multitud de problemas que conllevó, fue una de las cosas de su vida que más orgullo le dan.

Mi consejo para ti, mi querida lectora sería informar a Sara que sus responsabilidades de la Torá requieren nada más que las necesidades de su madre estén cubiertas; idealmente a través de ella misma, pero en el caso en que el precio emocional sea demasiado alto, puede proveerlas a través de una tercera persona.

Más allá de eso, yo te alentaría a darle a tu amiga todo el apoyo que puedas para liberar lo que ella percibe como su responsabilidad. No es útil o productivo, por más que sea por buenas intenciones de tu parte, alentarla hacia la dirección que ella parece resistirse de tomar. Reconoce y aprecia que hay mucho para decir y mucho respeto que extenderle a alguien que está dispuesto a pagar tan considerable precio por el valor de cuidar a un padre.

Asegúrate también de que cuando todo sea dicho y hecho (su madre, después de todo, es bastante anciana), la conducta ejemplar y sacrificada de tu amiga la acompañe por el resto de su vida. Es de esperar que sea justamente una fuente de gran orgullo. Ella habrá alcanzado la distinción de haberse comportado de una forma elevada cuando las cosas estaban difíciles y las apuestas estaban realmente bajas – y no muchas personas pueden hacer alarde de eso.

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