Diplomático israelí fue expulsado de un Uber por hablar en hebreo

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Una entrevista exclusiva de AishLatino.com con Itay Milner, cónsul general adjunto en el medio oeste de los Estados Unidos.

“Acabo de tener una de las peores experiencias de mi vida”, escribió Itay Milner, cónsul general adjunto en los Estados Unidos, el jueves 3 de mayo del 2018, cuando un conductor antisemita de Uber lo obligó a bajarse de su auto. En una entrevista exclusiva con AishLatino.com, nos cuenta lo que ocurrió.

Eran alrededor de las 6 de la tarde y llovía copiosamente cuando Itay pidió un auto de Uber. Llegó un chofer con gran puntaje llamado Yuva y en un primer momento comenzó a conversar con Itay. El diplomático no le preguntó a Yuva de dónde era, pero le pareció que venía del medio oriente. Diez minutos después de haber comenzado el viaje, cuando el auto se encontraba en una de las calles más transitadas de Chicago, sonó el teléfono de Itay, él respondió en hebreo y le preguntó a la persona que lo llamaba cómo estaba.

Fueron suficientes dos palabras en hebreo para que el chofer de Uber se detuviera y comenzara a gritarle, exigiéndole que se bajara del auto.

Fueron suficientes dos palabras en hebreo para que el chofer de Uber se detuviera y comenzara a gritarle y a insultarlo, exigiéndole que se bajara del auto. Itay le preguntó si se debía a que había hablado en hebreo, y el conductor le dijo que sí.

Itay le señaló que se había detenido en medio de una transitada autopista y no tenía por dónde caminar. Al chofer no le importó. “Era como si hubiese dejado de ser una persona ante sus ojos”. Alarmado, Itay se bajó del auto y comenzó a caminar bajo la lluvia por la ruta repleta de tráfico.

Después del ataque, Itay escribió: “Yo no me intimido fácilmente, pero me asusté y salí corriendo, caminando en medio de la calle”

Itay Milner

Itay fue soldado de una unidad de artillería del ejército israelí y es un experimentado diplomático, acostumbrado a enfrentar críticas y obstáculos. Pero nada lo había preparado para el odio absoluto que recibió esa noche. Itay había oído ataques dirigidos contra el estado judío, pero nunca lo habían atacado a él personalmente.

“Antes, cuando recibía los ataques de odio, vestía mi sombrero diplomático”, explica Itay. “No era en mi contra, era contra Israel”. Itay es un diplomático con experiencia que antes de trabajar en Chicago fue embajador adjunto en Serbia, y siempre trató de transformar esos encuentros, incluso los más hostiles, en momentos educativos.

Pero al enfrentar el odio crudo del conductor de Uber, Itay vio que era imposible llegar a él. Él dio discursos sobre el crecimiento del antisemitismo en el mundo, “pero hasta que te ocurre a ti mismo, en verdad no entiendes lo que se siente al ser atacado por lo que eres, por tu origen y tu religión”. Como creció en Israel, Itay nunca experimentó miedo por ser judío. Eso ha cambiado. “Esto te deja sentir lo que es ser una minoría y ser atacado”

Un odio tan profundo y arraigado que sólo dos palabras provocaron una respuesta violenta en Yuva.

Con su entrenamiento diplomático, Itay supo cómo responder a un odio tan visceral. Apenas llegó a su casa publicó en Facebook y en Twitter una descripción de lo que había ocurrido. Publicitar la conducta del chofer de Uber es la mejor manera de asegurar que no pueda repetir su ataque verbal repleto de odio contra otra persona. Itay recomienda que todo el que experimente un caso de antisemitismo en los Estados Unidos se ponga en contacto con la Liga Antidifamación y denuncie el ataque. Grupos como la Liga Antidifamación cuentan con los recursos para lograr que los antisemitas se hagan cargo de sus actos. Además le ofrecen a las víctimas apoyo y los recursos legales necesarios.

”No acepten esta clase de comportamiento… Si a alguien le ocurre algo similar, deben enfrentarlo”.

En pocas horas, el mensaje de Itay publicó se volvió viral. Cuatro días después del incidente, su mensaje de Twitter había sido visto casi un millón y medio de veces, cientos de miles de personas comentaron o compartieron su publicación.

Algunos de los comentarios eran virulentamente antisemitas y hostiles hacia el estado judío. “Itay… si no te quieren en los Estados Unidos, no vengas a Canadá. Un criminal de guerra bañado en sangre está a un paso de la forma en que serás considerado aquí”, esta es una respuesta típica. Pero esos comentarios negativos fueron la minoría. “Me impresionó ver con qué fuerza el público norteamericano se opone al prejuicio que he experimentado”, afirma Itay. “Si esto logró algo, fue hacer que valore mucho más a los Estados Unidos. Vemos que esta clase de cosas suceden en otras partes del mundo, pero a menudo allí se les presta poca atención a los judíos que son atacados”.

Muchas personas se ofrecieron a llevar a Itay a cualquier parte que precise. Si bien él no acepto ninguna de esas ofertas, las respondió a todas y describe que todas fueron muy amables. Itay recibió muchas ofertas para llevarlo “de toda clase de judíos, de toda clase de norteamericanos”. “Asimismo recibí mensajes de personas afroamericanas que dicen que también experimentan el racismo en sus vidas cotidianas y saben lo que es”.

También Uber manifestó su apoyo, le pidieron disculpas a Itay y suspendieron al conductor al día siguiente del ataque.

Desde que fue maltratado y forzado a bajarse del auto de Uber, Itay comenzó a ver el mundo de una manera un poco diferente. Él aprendió qué importante es construir alianzas y defenderse a uno mismo y a los demás. “Mi mensaje es: no aceptes estas cosas. No aceptes esta clase de comportamiento; no hacia ti mismo, hacia tu comunidad ni hacia ninguna comunidad. Si a alguien le ocurre algo similar, enfréntalo”

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