Camino #24: La búsqueda de la sabiduría

7 min de lectura

La sabiduría es lo que te hace avanzar. No te estanques. Busca la sabiduría activamente.

Hay mucho que aprender acerca de la vida. Quizás puedes descubrir todo solo, pero eso es tonto y consume demasiado tiempo.

Para ser sabio, no basta con toparte ocasionalmente con sabiduría; debes perseguir la sabiduría de forma activa. Mientras más sabiduría tengas, más vida, placer y significado tendrás. La sabiduría es el mayor valor. Como dijo el Rey Shlomó: "¡Si deseas la sabiduría como deseas el dinero y los tesoros enterrados, entonces la encontrarás!".

La gente piensa que no se puede aprender nada afuera de la universidad. Solemos pensar: "¿Qué sabe una persona promedio de la calle?". Esta actitud es destructiva, porque impide que aprovechemos mucha de la sabiduría disponible. El solo hecho de que alguien sobreviva día a día y que se enfrente a los obstáculos de la vida significa que ha recolectado consejos valiosos sobre la vida.

¿Alguna vez has conocido a alguna persona que se fascine con cada palabra que dice la otra persona, sin importar con quien esté hablando? ¡Esa es una vida rica! Como dicen nuestros Sabios: "¿Quién es sabio? Aquel que aprende de todas las personas".

Aceptar consejos de las personas equivocadas, sin embargo, puede ser desastroso. Piensa en cuánto cuidado tendrías antes de confiar tu dinero a otra persona. ¿No deberías ser aún más cuidadoso con respecto a aceptar consejos sobre cómo vivir tu vida?

El mundo está lleno de gente sabia. Aprende de ellos.

Analiza cuidadosamente cualquier idea

Tomarse la sabiduría en serio significa apreciar cómo cada gota engrandece tu vida. La gente comete generalmente el error de esperar que eventos grandiosos marquen una diferencia en sus vidas, lo que significa que todo lo demás es tratado como "mundano".

No tienes por qué esperar una gran idea para cambiar tu vida dramáticamente. Incluso un conjunto de ideas pequeñas y menos impresionantes podrían hacer un impacto significativo en tu vida. Cuando escuches una pequeña idea, analízala e intenta extraer su esencia.

Particularmente, cuando escuches una idea que no te hace sentido, no la deseches tan rápidamente. Quizás tiene un mensaje más profundo que no has entendido todavía. Obviamente no debes aceptar nada ciegamente, pero sé respetuoso y fíjate en quién es la fuente de esa "sabiduría": si la persona tiene experiencia de vida, entonces existe una probabilidad bastante decente de que lo que te está diciendo sea verdad.

Similarmente, cuando escuches una idea que sí te haga sentido, no te conformes con eso solamente. ¡Regresa por más!

Busca la fuente de la verdad

Para adquirir sabiduría, lo primero que debes hacer es decidir firmemente que lo que quieres en la vida es la verdad y que no te vas a conformar con menos. Comienza a buscar sabiduría ahora, y no esperes a llegar a alguna crisis para hacerlo.

Comienza el proceso con un simple ejercicio. Pregúntate a ti mismo: ¿Qué me gustaría saber si tuviera la posibilidad de hablar con una persona sabia? Haz una lista de preguntas sobre el sentido de la vida y problemas personales sobre los cuales necesites consejo. Ahora, empieza a buscar personas que te puedan dar las respuestas.

Tal como existen especialistas en el campo de la medicina, también existen especialistas en el campo de la sabiduría. La pregunta es, ¿quiénes son? ¿Dónde encuentras a esa gente? Pese a que hay mucha gente que tiene “conocimientos”, la gente que tiene “sabiduría” es poca.

Las personas sabias no son pseudo filósofos, son algo real. Lidian con asuntos como "el propósito de la vida" y "el potencial de la persona para obtener grandeza". Están constantemente involucrados en el estudio de la sabiduría y viven con la realidad de esas enseñanzas.

Decide con cautela

Así como es importante adquirir sabiduría, también es importante tener cuidado.

Imagínate que estás en un país extranjero —un lugar donde no tienes amigos o parientes— y te enfermas. Seguramente buscarías con mucho cuidado algún doctor que tenga buena reputación y que tenga credenciales válidas. ¡Tu salud física está en juego! Debemos ser igual de cautelosos con respecto a decidir a quién le confiamos nuestra salud espiritual.

Hay muchas ideas ahí afuera, y cada persona tiene una manera distinta de ver las cosas. Cada credo, sociedad y religión cree que tiene la verdad; comunistas, republicanos y demócratas, judíos, católicos, protestantes o musulmanes. Las personas que crecen con estas ideologías generalmente aceptan lo que se les ha enseñado. Entonces, ¿quién tiene razón? ¿Cómo sabemos dónde está la verdad?

No siempre es fácil llegar a una conclusión de forma inmediata, por lo que debes evaluar lo que escuchas o lees. El factor determinante es ver si la ética que ellos proponen ha creado una mejor sociedad. Si no es así, entonces debes buscar un sistema de valores que sí beneficie a la sociedad, incluso si eso significa ir en contra de las ideas con las que creciste.

La prueba de fuego

¿Cómo puedes juzgar si un mentor te está ofreciendo sabiduría verdadera o si son sólo fórmulas vacías? He aquí algunos métodos para evaluar críticamente si debes creer en aquella persona o no:

  1. Chequéalo en relación a algún concepto que sí entiendas. Por ejemplo, digamos que sientes que la definición de felicidad es "apreciar lo que tienes". Ahora, pregúntale a tu potencial maestro qué debes hacer para ser feliz. Si te contesta "debes meditar mucho", entonces pregúntale cuál es su definición de felicidad. Si no puede explicarte adecuadamente lo que es la felicidad, entonces no es una fuente seria de sabiduría.

  2. Observa si las respuestas que te ofrece enriquecen tu vida y la vida de los demás. Pregúntale a otras personas sobre sus experiencias de largo plazo.

  3. Chequea si tu maestro vive en base a los estándares éticos que predica.

  4. ¿Tu maestro está dispuesto a escuchar puntos de vista distintos o sólo se queda con el propio? Un buen maestro les da a sus alumnos espacio para discutir y los motiva a desarrollar sus propias habilidades críticas.

Uno de los aspectos más importantes del sistema educacional de la Torá es que los rabinos a veces dicen cosas carentes de lógica para calibrar las mentes de los estudiantes. Quieren chequear si los estudiantes están aceptando las cosas sin pensar o si están escuchando con un oído crítico.

Conocimiento versus fe

¿Cómo puede saber una persona si un conjunto de ideas están basadas en una evidencia sólida o en pura fe?

Antes que nada, vamos a definir nuestros términos. ¿Qué es fe? El diccionario define fe como "una creencia sin prueba". ¿Qué es el conocimiento? "Verdad, hechos o principios obtenidos a través de la investigación o evidencia".

La fe es por lo general un producto del deseo. ¿Alguna vez te han dado un consejo de inversiones en la bolsa de valores que te garantizaba triplicar tu dinero en un mes? Es difícil desechar este tipo de ofrecimientos, porque todos queremos ganar dinero rápidamente. Muchas personas inteligentes han fracasado porque antepusieron sus emociones a la evidencia.

Por otro lado, el conocimiento está basado en evidencia. Sabemos que existe un lugar llamado China porque tenemos muchos productos en nuestra casa que dicen "hecho en China". Existe mucha evidencia de que China existe, a pesar de que muchos de nosotros nunca hayamos ido.

En otras palabras, ver es tan sólo una de las maneras de creer en algo. Hay muchas otras formas de recolectar evidencia y llegar a conclusiones.

Ahora, ¿cuál de estas dos definiciones crees que describe con más precisión la base del judaísmo? ¿La fe o el conocimiento?

El judaísmo enseña que la base de nuestras convicciones en la vida debe ser conocimiento, y no fe. Por ejemplo, el primero de los diez mandamientos es "saber que existe Dios". No es "desear" o "preguntarse" si Dios está por ahí, sino "saber" que Él existe.

Ésta es una manera sensata de vivir. Imagínate que llevas tu auto al mecánico. Vuelves después de una hora y él te dice que necesitas un nuevo carburador. Cuesta 300 dólares (¡sin incluir la mano de obra!). Tú estás un poco enojado, por lo que le preguntas: “¿Cómo determinaste que necesito un nuevo carburador?”. Él te responde: "Muy simple, encendí el motor, puse mis manos sobre el volante y ‘sentí’ que el auto necesita un carburador nuevo".

Nadie va a gastar 300 dólares porque un mecánico "siente" que debe cambiarse. Queremos pruebas concretas. Esa es la única forma de tomar una buena decisión. ¿No es obvio entonces que debemos utilizar nuestra cabeza para tomar las decisiones importantes de la vida?

Los 48 Caminos nos dicen: Escucha a la persona sabia, pero no aceptes sus palabras incondicionalmente. Sé crítico. Si ves contradicciones, pregunta. Pero al menos debes escuchar las respuestas. Considera sus palabras, incluso si van en contra de tus prejuicios. Resuelve lo que no entiendas. Y luego, vive en base a la sabiduría que te han enseñado.

Una fuente escondida: Tus padres

Nosotros por lo general asumimos que, a menos que una persona sea reconocida como un estudioso o un hombre de negocios exitoso, carece de sabiduría. Pero la verdad es que cualquiera que tuvo experiencia de vida posee una gran sabiduría.

Pensemos por ejemplo en tus padres. Aunque ellos quizás no te podrían enseñar sobre cómo funcionan los computadores, sí saben mucho sobre la vida. Pese a que la moda y la tecnología puedan cambiar, los aspectos profundos de la vida nunca cambian:

  • ¿Qué hace que un matrimonio sea exitoso?

  • ¿Cómo podemos criar niños alegres, y cómo les podemos enseñar moral y ética?

  • ¿A qué profesiones vale la pena dedicar la vida y a cuáles no?

  • ¿Qué metas son importantes, y cuáles son tontas? ¿En qué debería invertir mi tiempo y mi dinero?

Puedes sorprenderte de cuánto saben tus padres acerca de los asuntos con los que estás teniendo que lidiar actualmente. Como dijo Mark Twain: "Estuve cuatro años en la universidad, ¡y me sorprendí de ver cuán sabio se volvió mi padre mientras estuve lejos!".

No sólo ganarás sabiduría al consultar con tus padres, sino que además ganarás una relación eterna que apreciarás ahora mismo y por muchos años más después de que ellos hayan dejado este mundo.

La sabiduría de Dios y de los Sabios

El judaísmo no tiene el concepto de líderes religiosos infalibles. Cualquier ser humano puede cometer un error. Sólo Dios es perfecto.

¿Cuál es el historial de Dios? Él prometió sacarnos de Egipto, y lo hizo. Prometió convertirnos en una nación eterna, y lo hizo. Prometió regresarnos a la tierra de Israel, y lo hizo. Si Dios dice algo, es 100% confiable.

Una parte esencial de la creencia del judaísmo es la idea de que Dios le confió Su mensaje a los Sabios. Las personas sabias de los tiempos Talmúdicos estaban en un nivel espiritual muy diferente de cualquier cosa que nos podamos imaginar hoy en día. Eran personas grandiosas que estaban constantemente conectados a las esferas metafísicas.

La Torá quiere que utilicemos nuestro cerebro. Esto significa: Debes creer en los rabinos, pero no hagas que tu cabeza deje de pensar. Si bien los sabios no son infalibles, aún así son la mejor fuente de verdad que tenemos disponible hoy en día. Ellos entienden la palabra de Dios. ¡Aprende de ellos!

¿Por qué la búsqueda de la sabiduría es un camino a la sabiduría?

  • Si te molesta la ignorancia, buscarás sabiduría.

  • Todos han aprendido de sus experiencias. Pregúntate: ¿Qué sabe esta persona de la vida que pueda ser valioso para mí?

  • Respetar la sabiduría significa tomarla en serio, y hacer un esfuerzo sincero para adquirirla.

  • Antes de aprender cualquier cosa, debes primero saber para qué vives. La gente sabia sabe. Escúchalos.

  • Si eres judío, tiene sentido que busques en el judaísmo para obtener sabiduría.

  • Escuchar a gente sabia es un buen ejercicio para aprender a escuchar a Dios.

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