Camino #25: Aceptando el dolor

8 min de lectura

El dolor es una realidad inevitable de la vida. La clave para el éxito es aprender cómo aceptar el dolor y crecer con él.

¿Qué es lo opuesto al dolor?

Nueve de cada diez personas te responderán: "Placer".

¡Incorrecto! Lo opuesto al dolor es "ausencia de dolor", es decir, comodidad. Y a pesar de que la comodidad puede ser muy agradable, no es el mayor placer que hay. Una persona que va por la vida buscando comodidad se decepcionará mucho al final, porque si pasas la vida evitando el dolor, también evitarás los placeres más profundos.

Por más que todos tratan de minimizar el dolor en la vida, la verdad es que el dolor es inevitable. Todo tiene sus altibajos. Por lo tanto, si queremos tener éxito en la vida, la clave no es eliminar el dolor por completo (ya que eso es imposible), sino tratar de entenderlo y aceptarlo.

El Camino #25 es: Be kabalat haisurim, que significa literalmente ‘aceptando el dolor’. Los 48 caminos dicen: El dolor es el precio que pagamos para obtener placer. Todos los placeres duraderos de la vida —buenas relaciones, carreras exitosas, búsqueda de significado— requieren de mucho dolor y esfuerzo para ser alcanzados.

Lo que llamamos "dolor" es frecuentemente una cuestión de "esfuerzo". El esfuerzo de pensar sobre una idea compleja es doloroso. El esfuerzo de construir una relación duradera es doloroso. De aquí vemos que a pesar de que el esfuerzo puede ser difícil, el objetivo de la vida no es escapar de él.

Cualquiera que busque tener una vida tranquila se perderá los placeres más increíbles de la vida.

Un ejemplo de dolor/placer

El placer real es inseparable del dolor. He aquí un ejemplo:

¿Cuál dirías que es el "placer" más grande de los padres?

La respuesta es: Los hijos.

¿Cuál dirías que es el "dolor" más grande para los padres?

La misma respuesta: Los hijos

No es un accidente que el placer más grande de los padres sea al mismo tiempo su fuente de dolor más grande. Porque cuanto más grande es el placer, más esfuerzo se requiere.

Además de esto, mientras mayor es el dolor que experimentamos cuando nos dirigimos hacia una determinada meta, más disfrutaremos el éxito de alcanzarla. En otras palabras: mientras más pagamos, más lo apreciamos.

El buscar la comodidad es definido como "decadencia". Cuando toda una sociedad hace de la comodidad su objetivo principal, es muy peligroso. El Imperio Romano colapsó por la decadencia; estaban demasiado cómodos.

El bajo índice de natalidad que existe en el mundo Occidental es un indicador de la decadencia contemporánea. Muchas veces le pregunto a la gente joven cuántos hijos quieren tener y me dicen: "dos".

"¿Por qué tan pocos?".

"Porque amo a mis hijos y quiero brindarles lo mejor. Ya es suficientemente difícil mandar a dos hijos a la universidad, imagina a cinco. ¿Y que hay de la ropa? ¿Y el campamento de verano? Con dos hijos se puede pagar, pero con cinco...”

Eso suena lógico. Entonces les digo: "Está bien, no te preocupes por el dinero, te ofrezco un millón de dólares por una de tus hermanas. Tienes tres, no extrañarás si te falta una de ellas. Le voy a dar todas las oportunidades. No le pasará nada malo. Sólo que no la volverás a ver nunca más".

"¿Estás loco? Estás hablando de mi hermana. ¡No aceptaría ni diez millones de dólares por ella!".

¿Ves? Si te alejas de las dificultades o del esfuerzo, estarás realmente huyendo del placer.

Miedo al dolor

Comúnmente, el miedo al dolor es peor que el dolor mismo. Una vacuna dura un segundo, pero la anticipación al dolor puede durar horas.

El miedo es la mayor restricción que hay. Si tienes miedo de viajar, nunca irás a ningún lado. Si tienes miedo de hacer un esfuerzo físico o emocional, entonces no lograrás nada, no crecerás, no encontrarás la verdad.

Todos tenemos una decisión que tomar: pagar el dolor de intentarlo o pagar el dolor emocional de saber que eres demasiado débil para intentarlo. Por ejemplo: si no buscas trabajo, evitarás el dolor al rechazo, pero tendrás el dolor de ser un cobarde el resto de tu vida. Y ese dolor siempre te perseguirá.

¿Qué es lo que pasa por la cabeza de alguien que decide suicidarse? ¿Qué es lo que lo motiva a tomar una pistola para poner fin a su vida?

Él quiere evitar el dolor. Está buscando un escape.

En las palabras de Shakespeare: "Ser o no Ser, esa es la cuestión. Ya sea soportar los tiros y las flechas de la monstruosa fortuna, o tomar armas en contra del destino... para acabarlo todo".

Eso es lo que está buscando. Quiere dormir.

Cuando confrontes situaciones difíciles recuerda: "El dolor es pasajero, los resultados son duraderos". De hecho, el dolor suele ser algo que debemos atravesar para poder acceder a un mundo de placer. Un buen ejemplo es un dentista. El torno y el relleno de la muela llevan una hora, y el dolor se sentirá por dos horas más. Pero el relleno prevendrá que se caiga el diente y te permitirá comer por muchos años más.

Miedo a la realidad

El miedo más grande que tiene la gente, y el más difícil de superar, es el miedo de enfrentar la realidad. La gente prefiere vivir en una ilusión antes que despertar a la realidad.

¿Por qué? Porque si la realidad resulta ser diferente a lo que estamos acostumbrados, entonces eso significa que debemos cambiar nuestro rumbo en la vida, y eso duele.

Todos escogemos escapar, ahora y después, por el esfuerzo que involucra alcanzar las metas y ambiciones que tenemos en la vida. Todos queremos grandeza; todos queremos cambiar el mundo. Sólo que no siempre tenemos ganas de esforzarnos. Entonces nos distraemos y escapamos de lo que realmente somos y de lo que queremos lograr.

Los 48 caminos dicen: Duele mucho más cuando la realidad nos confronta, especialmente cuando es demasiado tarde para hacer algo al respecto.

Siempre pregúntate: "¿Qué dolor estoy evitando?". Identifica exactamente a qué le temes. Racionalízalo. ¿Qué es lo peor que podría pasar?

Como ejercicio, haz una lista de las metas que te encantaría alcanzar si no hubiera ningún dolor de por medio. Después, al lado de cada meta, escribe la cantidad de dolor que piensas que tendrías que experimentar para alcanzar esas metas.

Después, escribe qué es lo que hace que tu meta valga la pena. Ahora compara las dos columnas. Si una meta realmente vale la pena, entonces te darás cuenta instantáneamente de cómo tu miedo al dolor te está impidiendo alcanzar esa meta. ¡Y te mostrará también que en realidad sí estás dispuesto a pagar el precio del dolor para alcanzarla!

Mantén tus ojos en la meta

Una de las mejores maneras de deshacerse del dolor es olvidarse de él y comenzar a enfocarse en el placer.

Probablemente crees que el placer y el dolor no pueden existir simultáneamente, y que por lo tanto si hay dolor entonces no habrá placer. ¡Pero eso es incorrecto! Incluso cuando hay placer, si te enfocas en el dolor, entonces dejarás de sentir placer. Cambia el enfoque y cambiarás el sentimiento.

Imagínate a un equipo de jugadores de básquetbol corriendo en el estadio, esforzándose al máximo sólo para anotar otro punto. ¿Acaso se puede percibir el dolor que ellos sienten? ¡Para nada! El placer de jugar y anotar otro punto sobrepasa el sentimiento de dolor.

Ahora bien, ¿qué pasaría si les pidieras que realicen el siguiente experimento?:

Jueguen básquetbol como lo hacen normalmente, corran, salten, tiren y defiendan. ¡Pero esta vez sin la pelota!

¿Cuánto tiempo crees que podrían soportar? Tal vez cinco minutos. Porque sin la pelota no hay placer que los distraiga del dolor. ¡Cada paso se transforma en un gran esfuerzo!

¡Devuélveles la pelota y jugarán dos horas!

El judaísmo dice: Mantén el ojo en la pelota. Si quieres obtener lo mejor de la vida, entonces querrás aprender todo lo que puedas sobre ella. Eso te ayudará a enfocarte y hacer de cualquier esfuerzo un placer.

Enfócate en el lado positivo

Imagínate a un niño pequeño jugando a la pelota con sus amigos. Se cae, se raspa la rodilla y empieza a llorar. Pero cuando sus amigos gritan "¡miren cómo llora el bebé!", él rápidamente se reincorpora y sigue jugando.

Una hora después el niño llega a casa, entra por la puerta, le enseña la rodilla a su madre, ¡e inmediatamente empieza a llorar!

Nuestro disfrute de la vida tiene mucho que ver con la manera en la que lidiamos con el dolor. Mucha gente ha aprendido a decir: "¿¡Y qué!?", y toman el dolor de forma liviana. Otros se enfocan en su dolor y se atoran en un nudo de quejas y autocompasión.

Mucha gente comete el error de enfocarse en sus faltas en lugar de enfocarse en sus fortalezas. Esto causa dolor y angustia sin sentido. Todo ser humano ha sido creado con talentos y un potencial maravilloso. Por lo tanto, obsesionarte con tus faltas es igual de absurdo que ir a un delicioso restaurante, el cual tiene una hermosa vista y una bella decoración… y a continuación inquietarse por el hecho de que no haya sal. “¡NO HAY SAL! ¡¿Cómo puede ser?! ¡Es una falta de respeto!”. Lo que podría haber sido una velada encantadora se transforma en una pesadilla para ti y para quienes te acompañan.

Aquellos que alcanzan grandes cosas son los que tienen la capacidad de soportar el dolor más grande. ¿Detendrías una revolución porque tienes una astilla en el dedo? ¿Dejarías de obtener sabiduría por un dolor de cabeza?

La gente es capaz de nadar en aguas congeladas o de caminar sobre carbones encendidos tan sólo para conquistar el dolor. Sobreponernos al dolor nos hace tomar conciencia de nuestro libre albedrío y nos da una noción de cómo podemos manejar nuestras vidas.

Aprende a enfocarte en lo bueno dentro del dolor y descubrirás la bondad que la vida tiene para ofrecer.

El dolor de otros

Las reglas son diferentes cuando se trata del dolor de otros. No ignores su dolor. Cuando vayas a visitar a un amigo al hospital no empieces a predicarle que vea el "lado positivo de las cosas". La compasión y el entendimiento ayudarán a aliviar su dolor.

Similarmente, no hagas vista gorda del dolor de la humanidad. Si hay un problema en tu comunidad (o en una tierra lejana) pregúntate: ¿Qué puedo hacer para ayudar?

Una persona tiene que ser ciega (o estar demasiado centrada en sí misma) para no estar consciente de la difícil situación de la humanidad hoy en día: desesperación, persecución, hogares rotos... Aquellos que tienen un poco de sensibilidad y ven lo que ocurre, escriben un cheque cuando tocan a su puerta. Pero inclusive ellos están demasiado "ocupados" para involucrarse personalmente.

Son pocos los que van más allá de sí mismos para buscar soluciones reales a los problemas.

Grandeza no significa "incrementar tu donación". Grandeza es involucrarte, es hacer que el problema de aquel que está sufriendo sea tu propio problema tanto como lo es de él. Eso es un verdadero líder, y es ahí donde tu propia grandeza será expresada.

¿Por qué Dios lo hizo de esta forma?

Dios pudo crearnos como robots automáticos. Pero en lugar de eso, nos dio a cada uno de nosotros una serie de desafíos, y el potencial para superarlos. Así es como crecemos y "reparamos nuestras almas".

Utilizar el libre albedrío es la esencia de lo que implica ser humano.

Cada momento que estamos vivos utilizamos nuestro libre albedrío para escoger entre la vida y la muerte, realidad o fantasía. Es una elección constante. Estamos tomando la decisión de soportar el dolor y crecer, o estamos renunciando.

Esto no quiere decir que deberíamos desviarnos de nuestro camino para buscar dificultades. Pero si hay un proceso que debemos enfrentar, entonces es absurdo evitarlo. Comúnmente nos ocupamos con distracciones para escaparnos de la confrontación con la realidad. Pero ésta siempre nos termina confrontando de igual forma. Porque es parte de nuestra razón de existir, es parte del plan Divino.

El esfuerzo es un proceso que cada uno de nosotros debe atravesar. Hay lecciones cruciales en la vida que debemos aprender, y precisamente esa es la razón por la cual nuestras almas tienen que venir a la tierra en primer lugar. Nuestra grandeza es utilizar nuestro libre albedrío para resolver conflictos, para luchar y avanzar. Para enfrentar los problemas, y no para escapar.

Tú sabes que tienes lo que se necesita para lograrlo. ¡Ve y hazlo!

¿Por qué aceptar el dolor es un camino a la sabiduría?

  • "De acuerdo al esfuerzo es la recompensa". Cuanto más esfuerzo pongas en algo, más placer obtendrás.

  • Si saltas del barco cuando las aguas se ponen agitadas, no llegarás a la costa.

  • Acepta el dolor de confrontar la realidad y de encontrar la verdad.

  • Lidia con las dificultades de la vida mediante encontrar placer en medio del dolor.

  • No le tengas miedo al dolor: aprende a recibirlo como un elemento necesario para el crecimiento.

  • No te escapes del dolor de los demás.

  • Adquirir conocimiento requiere luchar para encontrar una idea, entenderla, integrarla y practicarla una y otra vez.

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