4 herramientas para ser más feliz

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¡Cuídense pesimistas! Seguir estos consejos los transformará en personas más felices.

¿Te deprime el invierno?

No dejes que el clima —o cualquier otro elemento externo— determine tu nivel de felicidad. Si hay una idea importante que ha sido revelada por los recientes estudios sobre la psicología de la felicidad, es la abrumadora evidencia de que la felicidad es una elección; está bajo nuestro control y es independiente de las circunstancias externas.

Pero una cosa es el conocimiento general y otra es llevarlo a la práctica. Para ayudarte a que pruebes esto por ti mismo, aquí te presento algunas “herramientas para la felicidad” cuya efectividad está garantizada:

1. El GPS de la gratitud

¿Alguna vez te has equivocado de camino sin percatarte? Lentamente te das cuenta que nada te resulta familiar y entiendes que probablemente hiciste un giro equivocado. Ese es el momento en el que sacas tu GPS.

La felicidad es nuestro estado natural. Cuando nos sentimos de otra forma —ansiosos, irritables, tristes o estresados— quiere decir que nos confundimos de camino. Afortunadamente hay un GPS para la felicidad que nos puede ayudar a volver al camino correcto.

G = Gratitud
P = Presente
S = ¡Sonríe!

Tan pronto como adviertas un poco de enojo, piensa en algo específico por lo que estés agradecido y llena tu corazón de gratitud por ello (puede ser una persona, una vivencia, etc.).

Luego haz que tu mente vuelva al presente (que es el único momento que tenemos, ¿no?). Estar en el presente es un elemento necesario para la felicidad, porque sólo el presente es real. La tendencia de la mente a vagar por el pasado o a aventurarse en el futuro es una gran causa de infelicidad (porque no son reales y, por lo tanto, generan ansiedad).

Luego, ¡sonríe! Idealmente que sea una gran sonrisa, de mejilla a mejilla. E incluso si es una sonrisa falsa, igual le envía al cerebro el mensaje de que estás feliz. Y si se hace con suficiente frecuencia, el cerebro se volverá feliz por voluntad propia cada vez más seguido (dado que la felicidad es nuestro estado natural).

La mejor manera de recordar usar tu ‘GPS de felicidad’ es poner una nota en el tablero del auto, en el espejo del baño o en donde sea que la veas a menudo.

El GPS de la felicidad es fácil de usar, es gratis y realmente funciona, ¡úsalo!

2. Identifica el pensamiento

Todo sentimiento proviene de un pensamiento, y nosotros creamos todos nuestros pensamientos. Eso significa que tenemos control sobre nuestros sentimientos tal como tenemos control sobre nuestros pensamientos.

La primera vez que vi esta idea (en el libro Conversaciones contigo mismo, de Rav Zelig Pliskin) quedé muy sorprendida. Dejar de ser controlada por mis precipitados sentimientos y en lugar de eso ser capaz de ocupar el asiento del conductor en mi propia vida, parecía demasiado bueno para ser cierto. Pero es verdad.

La próxima vez que tengas un sentimiento que no te guste, detente y piensa: “¿Cuál fue el pensamiento que vino antes de este sentimiento?”. La respuesta generalmente es obvia y la tendrás de inmediato. Cuando abandones ese pensamiento, el sentimiento desaparecerá automáticamente. Abandonar un pensamiento es como soltar un objeto que tienes en la mano: simplemente relaja la mente y el pensamiento desaparecerá por sí solo.

3. No creas en todo lo que piensas

Dado que nosotros creamos nuestros propios pensamientos, tendemos a apegarnos mucho a ellos y a creerlos, la mayoría de las veces, sin siquiera examinarlos.

Los pensamientos son el intento de la mente de interpretar la realidad; no son la voz de la verdad. Por más que la mente se esfuerce, muchas veces se equivoca, por lo que creer en nuestros pensamientos sin examinarlos es un gran error que causa mucha miseria y sufrimiento innecesarios.

Si piensas “Ella no me quiere porque todavía no me ha devuelto el llamado” y crees en ese pensamiento sólo porque lo tuviste, te enojarás con rapidez. Si tienes ese pensamiento y decides no creer en él, estarás más calmado, centrado y mucho más en contacto con la realidad.

Si dejas de tomar todos tus pensamientos con tanta seriedad, serás mucho más feliz.

4. Salta de alegría

Por lo general no encontramos gente deprimida en el gimnasio. El ejercicio es un antidepresivo natural (probado clínicamente). Incluso una pequeña cantidad de ejercicio es muy poderosa, pues envía fuertes mensajes positivos al cerebro.

En ocasiones pensamos que el cerebro es demasiado recio y que es imposible de entrenar. Pero en realidad las investigaciones demuestran que el cerebro es extremadamente sugestionable y que responde con rapidez ante cualquier mensaje que su dueño le envíe. Con un poco de perseverancia, tu cerebro estará de acuerdo con cualquier mensaje que le sugieras. Entonces, si le dices al cerebro que eres fuerte, activo y feliz, eventualmente concordará y comenzará a crear esa realidad por su cuenta. La manera más fácil de hacerlo es sonreír (GPS), pero mientras más actividad física hagas, mejor.

Intenta el siguiente ejercicio, sin importar cuán cínica sea tu reacción inicial: salta de alegría. Literalmente. Ve a algún sitio y comienza a saltar de alegría, y verás los resultados inmediatos que obtendrás. Hacer algo concreto y físico es muy útil para cambiar los patrones de pensamiento que crean infelicidad.

¡Todas estas herramientas de felicidad realmente funcionan si las usas! Elige una y comienza a ser más feliz.

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