La nueva canción de Taylor Swift como una guía judía para el perdón

3 min de lectura

”Mira lo que me hiciste hacer” y otros tres obstáculos comunes que nos impiden perdonar

La nueva canción de Taylor Swift, “Look What You Made Me Do”, ha provocado tanto conmoción como cuestionamientos entre sus admiradores y críticos. ¿Qué significan sus depresivas palabras? ¿Qué es lo que nos está tratando de decir?

Muchos de los críticos de la vengativa canción de Swift se sorprendieron ante su ira y su odio hacia los demás, pero el odio más profundo de Taylor está dirigido a ella misma. En una de las frases más tristes de su canción, ella escribió: “Lo siento, la vieja Taylor no puede atender el teléfono en este momento. ¿Por qué? Oh, porque está muerta”.

En cierto sentido, su nuevo lanzamiento ha sido sumamente oportuno. Al estar unas pocas semanas antes de Rosh Hashaná, cuando comenzamos el proceso de pedir perdón tanto a Dios como a las personas a quienes hemos agraviado, las palabras vengativas de Taylor pueden ayudarnos a explorar algunos de los principales obstáculos que todos enfrentamos cuando debemos perdonar.

Frecuentemente pasamos por alto un paso crucial en nuestro camino hacia el perdón: perdonarnos a nosotros mismos. Cuando miramos hacia atrás, a menudo nos quedamos estancados en un pozo sin fondo de remordimiento: Si tan sólo ese día me hubiera quedado en casa. ¿Por qué perdí tanto tiempo? ¿Por qué no fui más fuerte, inteligente, mejor? ¿Por qué ignoré intencionalmente el daño que estaba provocando?

En la canción de Taylor Swift encontramos cuatro obstáculos que pueden enseñarnos una gran lección respecto a cómo perdonar y ser perdonados.

1. “Tengo una lista de nombres y el tuyo está subrayado en rojo”. A menudo mantenemos en nuestra mente esta lista de todos y todo lo que nos ha lastimado, sin ni siquiera saber que lo estamos haciendo. Todas las veces que alguien nos ignoró, nos insultó o nos defraudó. Podemos pensar que a veces esa lista nos protege para no volver a ser heridos, pero en verdad todo lo que hace es mantener nuestras mentes y corazones atascados en la negatividad.

Despréndete de esa lista. Por tu propio bien, deja de llevar un registro. Todos somos imperfectos y mientras más rápido podamos perdonar las imperfecciones de los demás, más rápido tendremos fuerzas para perdonarnos nuestra propia imperfección.

2. “…sobre lo único que pienso es en el karma. Y entonces el mundo sigue adelante, pero de una cosa estoy segura. Tal vez yo recibí lo que me merecía, pero todos ustedes recibirán su parte”. Esperar que otros sean castigados y desearles cosas malas puede traer un momentáneo sentimiento de alivio, pero inevitablemente nos arrastrará hacia abajo. ¿Queremos que Dios nos perdone a pesar de nuestros errores, pero no somos capaces de perdonar a los demás a pesar de sus errores?

Parte del perdón es desear para los demás las mismas cosas buenas que deseas en tu propia vida. Perdona como deseas ser perdonado. Es necesario más coraje para desear el bien de tus enemigos que para esperar que reciban su merecido.

3. “No confío en nadie y nadie confía en mí. Yo seré la actriz, la protagonista de tus malos sueños”. Cuando alguien nos lastima, es muy tentador construir murallas alrededor de nuestro corazón y no confiar en nadie. Si no confiamos en los demás, entonces no podrán volver a herirnos.

Pero si no podemos encontrar una manera de volver a confiar, nunca encontraremos la forma de volver a amar. Cuando no confiamos en los demás, en verdad no confiamos en que nosotros mismos seamos suficientemente fuertes como para amar y ser amados. Curarse implica construir nuevos puentes de conexión y no nuevas murallas que nos separen de los demás.

4. “Mira lo que me hiciste hacer”. El título de la canción muestra el mayor obstáculo para el perdón: la culpa. Culpar a los demás por lo que sale mal en nuestras vidas abdica la responsabilidad por nuestros propios actos. En esencia, nos estamos diciendo a nosotros mismos que somos indefensos y débiles, que somos las víctimas de nuestras vidas en vez de ser sus creadores; que estamos aceptando el guion de otra persona en vez de escribir el nuestro.

Nadie puede hacer que nos destruyamos a nosotros mismos. Si bien no siempre somos capaces de escoger nuestras circunstancias, siempre podemos elegir en quién nos convertiremos. Podemos perdonar y ser perdonados. Podemos aprovechar nuestro pasado, tanto lo bueno como lo difícil, como bloques para construir el futuro. Y podemos elegir ser los escritores de nuestras propias historias en vez de ser las víctimas en el guion de otra persona.

Mientras la canción de Taylor Swift conquista el mundo, la aprovechemos como un recordatorio de la manera en que debemos liberarnos de la culpa, la venganza y la desconfianza para llegar al verdadero perdón. 

Haz clic aquí para comentar sobre este artículo
guest
0 Comments
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
EXPLORA
ESTUDIA
MÁS
Explora
Estudia
Más
Contacto
Lenguajes
Menu
Donar
Únete a nuestro newsletter
Redes sociales
.