Siete cosas para agradecer en el Séder

3 min de lectura

Sobre todo por la huella de la mano sobre el refrigerador.

Me gusta que nuestro hogar esté prolijo y organizado y, por lo general, soy meticulosa en mantenerlo limpio. Pero hace unas semanas, vi la huella perfecta de una mano sobre el refrigerador y no deseé limpiarla. Es la huella de la mano de mi hijo menor, y cada vez que la veo, me inunda una sensación de gratitud. A la mañana me levanto, busco leche para el café, veo la huella y pienso: daieinu, es suficiente. Gracias por mis hijos. Por mi hogar. Por mi vida. Por este mes y por esta festividad en la que recibimos la oportunidad de recordar todas las bendiciones de nuestra vida.

Aquí hay siete cosas por las que debemos sentirnos agradecidos en el Séder:

1. Libertad. Gracias por sacarnos de Egipto y transformar nuestra esclavitud en libertad. Gracias por la libertad que tenemos hoy para vivir como judíos y elegir nuestras creencias. En ciertas partes del mundo hay personas que aún no son libres y rezamos por ellas. Que sean rescatadas de la tiranía, de la pobreza y del peligro. Gracias por hacernos libres.

2. Crecimiento espiritual. Gracias por esta oportunidad para salir de nuestra limitada definición de nosotros mismos hacia nuestros potenciales infinitos, a todo lo que podemos llegar a ser. Esta oportunidad para vernos como si estuviéramos saliendo de Egipto, escalando más allá de los límites del ayer y comenzando nuestra travesía personal hacia la grandeza.

3. Conexión. Gracias por reunirnos a todos para celebrar esta festividad. Gracias por el regalo de la familia y los amigos. Gracias por esta increíble bendición de ver generaciones sentadas en una misma mesa, entonando las canciones de nuestros ancestros. Gracias por cada uno.

4. Hogar. Gracias por darnos un refugio. Por esta hermosa mesa que rebalsa de comida y bebida. Por las sillas, la mesa y las luces. Por las velas titilantes y las flores perfumadas. Por toda la bondad material que viertes en nuestra vida a cada momento de nuestro día, gracias.

5. Torá. Gracias por la Torá que trae luz, sabiduría y alegría a nuestra vida. Por la guía que nos da y la profundidad de la belleza que revela. Por las enseñanzas que nos brinda y las historias que comparte con nosotros. Por sus canciones y sus travesías, gracias.

6. Historia. Gracias por darnos la oportunidad de contar la historia de nuestra nación. Para regresar a nuestro comienzo, para revivir los primeros pasos de nuestro pueblo y seguir sus huellas. Para sentir el dolor y recordar su coraje. Para conectar sus historias con las nuestras. Cómo comenzamos y adónde llegamos. Los desafíos que superamos y los momentos que nos definieron. La historia de nuestra nación y de cada una de nuestras familias. Las historias que deben ser contadas una y otra vez, para que nuestros niños puedan escribir sus propias historias. Gracias por esto, por nuestra historia, y por las historias que mantienen con vida nuestra travesía.

7. Vida. Gracias por traernos hasta aquí a cada uno de nosotros, este año y en este momento. Por sustentarnos y darnos vida. Por el increíble regalo de sentarnos a la mesa del Séder, escuchar la bendición de sheejeianu y estar en una mesa rodeada por nuestros seres queridos.

Por todos esos regalos y mucho más, gracias. Todavía puedo ver la débil marca de la mano de mi hijo en nuestro refrigerador. Espero que continúe allí cuando comience el Séder, porque, al ver su mano, veo Tu mano. La Impresión en la creación. La Impresión de la libertad, el crecimiento y la vida que vertiste en nuestras manos. Daieinu, es suficiente. Es más que suficiente. Veo la huella en el refrigerador y pienso en la gran bendición que tenemos por ser Tus hijos, hijos que pueden ver Tu Mano en sus vidas y dejar sus propias huellas detrás, cuando iluminan el mundo con Tus bendiciones.

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