Izkor: el servicio conmemorativo

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El qué, cómo y por qué de esta significativa plegaria.

Izkor (conmemoración) es la plegaria que se recita en memoria de los padres y otros parientes fallecidos en varios momentos a lo largo del año. El nombre del rezo significa “Que Él recuerde” (“Él” es Dios e “Izkor” es la primera palabra del rezo). Además de que muchos de los que recitan el rezo encuentran que es una experiencia conmovedora y emotiva, esta plegaria también tiene el poder de elevar espiritualmente las almas de quienes han fallecido.

Izkor nos trae el concepto judío de la inmortalidad del alma. Aunque la persona que falleció ya no puede realizar mitzvot, sí puede beneficiarse de los rezos, actos de bondad y otras buenas acciones que se realicen en su nombre. Izkor es un momento excelente para la reflexión personal y para comprometerse a acciones particulares o al crecimiento personal como una fuente de mérito para quien falleció.

En la sinagoga, muchas veces el rezo de Izkor es precedido por un pedido de donativos. Este no es un intento mercenario de extorsionar fondos de una audiencia captiva. Comprometerse a dar caridad es una parte inherente de la experiencia de Izkor. Si alguien dice el rezo solo en su casa, de todas formas debe comprometerse a efectuar una donación de caridad en recuerdo de la persona que falleció.

¿Cuáles son los orígenes de Izkor? ¿Cuándo se recita y por qué?

Hay cuatro festividades en las que recitamos Izkor. Se dice en Iom Kipur, el último día de Pésaj, el segundo día de Shavuot y en Sheminí Atzeret (una festividad separada al final de Sucot) (En Israel, donde hay un día menos de Iom Tov, Izkor se recita el séptimo día de Pésaj y en el único día de Shavuot. En Israel Sheminí Atzeret y Simjat Torá son el mismo día).

La práctica original era recitar Izkor sólo en Iom Kipur. Esto se debe a que “iom hakipurim” (“el día de las expiaciones”, en plural), es un día de expiación tanto para los vivos como para los que han fallecido. Esto es especialmente cierto a través del acto de dar donativos, que forma parte integral del proceso de expiación y es un tema importante en el rezo de Izkor.

Las raíces de Izkor se encuentran en el Midrash Tanjuma (Haazinu 1), en donde se cita Deuteronomio 21:8: “Expía por tu pueblo, Israel, al cual Tú has redimido”. Aprendemos que la primera parte del versículo se refiere a los vivos de Israel, mientras que la segunda parte se refiere a los que han fallecido. El Midrash continúa: “Por ende, nuestra practica es recordar en Iom Kipur a quienes han fallecido y prometer donativos en su nombre”. No tenemos que pensar que los donativos ya no ayudan a quienes han fallecido. Por el contrario, cuando uno promete donativos en su nombre, el alma asciende tan rápido como una flecha lanzada con un arco.

Izkor se extendió de Iom Kipur a las Tres Festividades de Peregrinaje, lo cual es temáticamente apropiado. La Torá (Deuteronomio 16:16-17) nos dice que cuando hacemos nuestra peregrinación al Templo para las festividades no debemos presentarnos con las manos vacías. Cada persona debe hacer una donación de acuerdo con su capacidad. Vemos aquí que los donativos son una parte integral de las Festividades y por lo tanto una ocasión apropiada para decir Izkor con su énfasis en la caridad para dar méritos a quien falleció.

¿Qué incluye Izkor?

Antes de comenzar con Izkor mismo, muchas congregaciones recitan una selección de versículos bíblicos relacionados con la naturaleza de nuestras vidas y la vida después de la muerte. (Por ejemplo: “los días del hombre son como una sombra pasajera” — Salmos 144:4. “Dios redimirá mi alma de las profundidades” — Salmos 49:16). A continuación de estos versículos se recita el Salmo 91 (“Ioshev Beseter”), que nos dice que Dios es el refugio de la humanidad. Después de estas lecturas, estamos listos para comenzar la plegaria de Izkor.

En Izkor le pedimos a Dios que recuerde a nuestros parientes y que los incluya en la “cadena de la vida” en el paraíso junto con los patriarcas, las matriarcas y otros justos que han fallecido. A cambio de eso, nos comprometemos (sin hacer un juramento) a realizar un donativo de caridad en su nombre. El foco principal de Izkor está en los padres de la persona, pero también se puede recitar por otros parientes. En el Sidur, los párrafos para el padre, la madre y otros parientes cercanos tienen espacios en donde uno puede insertar los nombres de los fallecidos. La práctica ashkenazí es recitar el nombre de la persona fallecida como hijo o hija de (el nombre del padre). Otras comunidades mencionan el nombre de la madre de la persona fallecida.

Luego de Izkor por los parientes, hay párrafos por las víctimas del Holocausto y otros mártires.

Después de todos los párrafos de Izkor, se recita el rezo Kel Malé Rajamim (“Dios, lleno de compasión”). Esta plegaria es la misma que se recita en un entierro, al colocar la lápida y durante el servicio de Minjá de Shabat previo al iortzait del fallecido. A continuación se dice Av Harajamim (“Padre de compasión”), una plegaria de recuerdo que se recita en Shabat. Algunas personas se sorprenden al saber que el Kadish no forma parte del servicio de Izkor.

¿Debo decir Izkor durante el primer año? ¿Debo salir si no lo digo?

Sobre varios aspectos de Izkor existen diferentes opiniones y costumbres. Por ejemplo, algunos acostumbran a no recitar Izkor durante el primer año luego del fallecimiento, cuando el dolor es mayor. Otros sostienen que Izkor se debe recitar durante el primer año al igual que en los años subsiguientes.

Una práctica bastante común es que aquellos que no dicen Izkor salgan de la sinagoga mientras se la recita. Algunos dicen que es un gesto de respeto hacia los padres vivos. Otros dicen que es por miedo al ain hará (“mal de ojo”) y que aquellos que tienen a sus padres vivos salen para no tentar al destino. Quienes se oponen a esta práctica dicen que salir se basa en una superstición y no es recomendado, o quizás es desconsiderado hacia aquellos que lo recitan. Además, al final hay plegarias en recuerdo de las víctimas del Holocausto y otros mártires que pueden decir todos los miembros de la congregación, no sólo aquellos que han perdido familiares cercanos. Algunos aconsejan quedarse para recitar esos rezos, o salir y regresar para ellos.

En estos dos asuntos, se debe seguir la costumbre familiar o la práctica de la comunidad. Si dudas qué debes hacer, consulta con el rabino local.

¿Por qué está tan llena la sinagoga? ¿Se puede recitar Izkor en casa?

Es irónico que las sinagogas se llenen más que nunca para un rezo que no necesita ser dicho con minián.

No es raro que las personas que no asisten regularmente a la sinagoga aparezcan los días en que se recita Izkor. Por supuesto que no hay nada malo en esto. En realidad es maravilloso que aquellos que no vienen normalmente a rezar estén dispuestos a hacer un esfuerzo extra (a veces literalmente) en nombre de sus parientes que ya no están con nosotros. En todo caso, servir como un catalizador para que sus descendientes vayan a la sinagoga es un mérito para quienes fallecieron. Pero si alguien no puede ir a la sinagoga, de todas formas puede (y debe) recitar Izkor.

Aunque siempre es preferible rezar en la sinagoga con un minián, hay muchas razones legítimas que impiden que las personas asistan, como enfermedades o edad avanzada. Si una persona no puede asistir a la sinagoga, no hay ninguna razón para no decir Izkor en la privacidad de su hogar. Y sigue siendo apropiado comprometerse a hacer un donativo a la sinagoga o a otra institución de beneficencia en mérito de la persona que falleció.

Reeditado con permiso de ou.org

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