Estresada

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Aceptando los inevitables factores estresantes de la vida.

Se ha puesto peor. Solía comenzar a mediodía. Luego noté que comenzaba temprano en la mañana. Ahora me despierto de esa forma - ¡completamente estresada!

El dolor en mi cuello (¡verdadero dolor!) comienza a esparcirse por mis hombros y mi espalda al minuto que me levanto. ¿Qué está pasando? ¿Por qué todas las personas con las que hablo hablan de su nivel de estrés?; ¿Por qué está todo el mundo quejándose de la tensión y la ansiedad con la que viven? Pareciera ser que cada responsabilidad adicional, cada nuevo compromiso nos hunde más.

Sin embargo no puede ser que tenemos una vida más difícil que nuestros antepasados. La mayoría de nosotros no estamos trabajando en los campos o dando a luz ahí (¡esa experiencia "natural" no era tan maravillosa!). No estamos lavando nuestra ropa en el río (aunque mi secadora ha estado mala últimamente), ni sacando agua de un pozo.

Sin embargo nos sentimos constantemente abrumados. Incluso nuestros hijos pequeños hablan de presión (no estoy segura del porqué; ¡yo ignoré la mala calificación en su reporte de notas!) – e insisten en comprar uno de esos botones o pelotas de estrés.

Parte de esto puede ser endémico en el mundo en que vivimos. Entre las líneas telefónicas regulares (seguramente pronto desaparecerán) y los teléfonos celulares, entre Blackberries e Internet, estamos siendo bombardeados constantemente – más mensajes que responder, más información que asimilar y procesar. Y trabajo, trabajo sin parar. Especialmente si trabajas en casa. O en Internet. (¿Alguien necesita otro argumento para cuidar Shabat?).

Adicionalmente, con todos nuestros dispositivos electrónicos que supuestamente "ahorran tiempo", ¡ya no tenemos tiempo! Para muchas familias, ni un momento queda fuera de programación. Estoy a favor de reconocer el valor del tiempo y de no desperdiciar el preciado regalo que es, pero a veces, si no paramos, logramos menos. Nos quemamos. Hay una gran diferencia entre ser productivo y ser compulsivo.

¿Cómo respondemos a esas demandas 24 horas al día? Quizás el mejor lugar para comenzar es nuestras expectativas. Frecuentemente postergamos ciertos eventos (limpiar la bodega, ordenar ese cajón de basura) hasta que las cosas se calmen, hasta que vuelvan a la normalidad.

Esto es lo más normal que nuestra vida será. Nuestro trabajo es aceptarlo.

Este es un razonamiento errado, son expectativas equivocadas. No existe un "normal" alternativo; esto es lo más normal que nuestra vida será. Lo que tenemos en este momento – con toda la locura y el caos – es la realidad, con los constantes desafíos y compromisos.

Siempre hay algo pasando – graduaciones, bar-mitzvas, empacando para campamento, pasajes de avión que comprar, útiles escolares (¡siempre!), formularios de postulación a las escuelas, proyectos de trabajo y plazos de entrega, bodas… ¡y esos son estresantes positivos!

Nuestro trabajo es aceptarlo. Si dejamos de reclamar en contra de estas demandas, y dejamos de pensar que en realidad nuestras vidas debieran ser calmadas y ordenadas, tendremos menos estrés.

El estrés es frecuentemente resultado de la dicotomía entre nuestras expectativas y la realidad.

Una perspectiva más clara sobre la realidad puede cambiar todo eso, y en el proceso, bajar nuestro nivel de estrés. Solamente en las películas nunca sacan la basura o no se preocupan sobre como pagar las cuentas y como conseguir tutorías para niños con problemas de aprendizaje. Solamente en las películas hay ropa y maquillaje inmaculado, peso perfecto, refrigeradores llenos (¡y maravillosamente organizados!).

La vida real tiene muchos factores estresantes asociados. El secreto es aceptarlos en vez de luchar contra ellos. Bueno eso, y además rezar. Definitivamente necesitamos la ayuda de Dios. Sencillamente no podemos hacer esto solos.

Hay artículos de revistas y libros llenos de herramientas que están pensadas para ayudar a lidiar con el estrés. Algunas funcionan, algunas no. El cambio de actitud es un primer paso crucial. Me encantaría hacer una lista de aquellos datos aquí pero realmente me tengo que ir – hay alguien en la puerta, el teléfono está sonando y las aerolíneas tienen ofertas de temporada…

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