Conversación Trivial

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Elevando la conversación al interesarte en la otra persona.

Entrevistando niños en los primeros años de la televisión, Art Linkletter popularizó la idea de que “Los Niños Dicen las Cosas Más Locas”. Escuchando un programa de radio el otro día en el auto, ¡me di cuenta de que esto no aplica sólo a los niños!

Fue algo más o menos así. Un padre llamó para quejarse sobre su hija. "Ella se ha retirado de la cultura popular; ella ya no ve televisión".

"¿Y tu problema es…?", preguntó el perplejo presentador.

"Es muy difícil tener una conversación con ella. Ella no sabe cómo llevar conversaciones triviales. Ella solamente quiere discutir temas elevados".

"¿Y tu problema es…?".

No podía creer lo que estaba escuchando. Quería salir y encontrar a esta hija inmediatamente – justo lo que he estado buscando – alguien que pueda rescatarme de años de aburridas conversaciones de "cóctel" sobre restaurantes, películas, compras y el comportamiento de las celebridades de Hollywood. ¿Por qué este padre estaba horrorizado? ¿No debería estar agradecido? ¿No debería estar orgulloso de haber criado a una hija cuyas preocupaciones se elevan por sobre lo trivial y lo mundano?

Inicialmente estaba sorprendida, luego entristecida. Luego me reí en voz alta por lo absurdo de la situación (¡espero que nadie haya estado mirando por la ventana de mi auto en ese momento!). ¿Es esto en lo que nos hemos convertido, personas que valoran la conversación trivial más que las conversaciones profundas?

Algunos pueden argumentar que hay un lugar para la conversación trivial. Tienes que llegar a conocer a alguien antes de poder tratar temas más profundos. "Hola, ¿sabes para que estás viviendo?", es usualmente malo para romper el hielo.

Pero yo creo que hay una forma de hacer y construir una relación con alguien nuevo para que no sea “trivial”. El cotorreo parece sugerir que no estás realmente interesado en una conversación (¡¿Es por eso que continúas mirando por encima de mí hombro, para ver si hay alguien más con quien preferirías conversar?!). Pero si yo te importo, si haces preguntas sobre mi vida, mi familia, mi carrera, mis metas, entonces la conversación deja de ser trivial; la conversación se eleva. Eso es construir una relación.

Los verdaderos amigos, así como las parejas, se conectan a través de metas compartidas, de discusiones profundas acerca de los intereses y las preocupaciones.

Además, yo creo que las amistades son como los matrimonios. Tu esposo y tú pueden tener el mismo gusto en películas, pero esa no es la base de un compromiso duradero. Las verdaderas amistades son similares. Puede que los dos disfruten probar el último restaurante, pero esa no es la base para una relación que te ayudará a sobrellevar los grandes desafíos de la vida. Los verdaderos amigos, así como las parejas, se conectan a través de metas compartidas. Las verdaderas relaciones se forjan a través de discusiones profundas acerca de los intereses y las preocupaciones.

Pero quizás no siempre estás buscando una relación profunda (ahora bien, el padre que llamó al programa radial y que no quería una relación profunda con su hija, ¡ese es otro problema!). Definitivamente hay situaciones sociales en las que se requiere que seamos educados, en las que puede ser que no veamos a estas personas nuevamente o en las que es una obligación de negocios.

Sin embargo, ¿por qué deberíamos privarnos a nosotros mismos y a ellos de una oportunidad de conectarnos y aprender? Tenemos una mitzvá de amar a la humanidad. Cada persona es fascinante. Todos tienen una historia. Cada individuo tiene algo que enseñarnos.

Me da mucha pena el padre que llamó al programa de radio. Él ha limitado su mundo, él ha limitado su vida, y él ciertamente ha limitado su relación con su hija. Él se ha perdido llegar a conocer la experiencia de la criatura más dinámica y diversa que Dios ha creado – otros seres humanos.

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