El arte de decir gracias

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Cómo demostrar apreciación.

Todos sabemos que ‘ser agradecidos’ es una característica crucial; es la base de muchas de nuestras otras cualidades y acciones. Todos sabemos que debemos expresarle gratitud a cualquier persona que nos haya dado algo: a nuestros colegas, a nuestros amigos, a nuestros padres y a Dios. Lo que frecuentemente no sabemos es cómo demostrar nuestra apreciación, cuáles son las palabras correctas a decir o las acciones apropiadas que debemos hacer. Muchos de nosotros somos como niños pequeños, quienes cuando se ven obligados a decirle gracias a un adulto, murmuran de mala gana en tonos apenas audibles. Rara vez damos las gracias de todo corazón.

Confieso que yo era bastante parecida a esos niños, quizás porque me daba vergüenza ser la receptora de la bondad de otro, y aunque claramente no lo hacía de mala gana, apenas soltaba una pequeña y suave palabra de agradecimiento. Hasta que una amiga me enseñó que podía ser diferente. Me mostró que hay muchas formas de expresar apreciación, me mostró mediante el ejemplo algunas formas más efectivas de decir gracias y eso amplió mis habilidades para hacerlo.

Primero, tu agradecimiento debiera ser específico. “Gracias por la cena” es un buen lugar para comenzar. “Gracias por una deliciosa cena” es mejor. “Gracias por tomarte la molestia de preparar una deliciosa cena para mí” es incluso mejor. Y decir: “Gracias por una cena tan gourmet. El pollo estaba tan jugoso. ¿Me puedes dar la receta? Nunca había disfrutado tanto la calabaza. El arroz estaba preparado de forma perfecta y ese postre de chocolate estaba exquisito. Realmente lo disfruté. Gracias por invitarme”, ¡puede ser la mejor de todas! Mientras más detallada, mejor.

Segundo, es importante recordar que a todos les gusta que les agradezcan, incluso a los profesionales pagados. Ellos se enorgullecen de su trabajo, y además están haciendo algo por nosotros, independientemente de si reciben remuneración monetaria o no. Tómate el tiempo de decirle al plomero, al encargado del catering, a tu dentista (¡esta es una difícil!) o a la muchacha que te ayuda con la limpieza cuánto aprecias el esfuerzo y el trabajo que hicieron. También puedes agradecerles por cada paso durante el camino, y no sólo por el resultado final.

Quizás a los profesionales pagados que más tenemos que agradecerles y quienes son frecuentemente los receptores de nuestras quejas y rara vez de nuestra gratitud, son los maestros de nuestros hijos. Ellos merecen nuestro respeto y apreciación por las horas y el esfuerzo que invierten en tratar de educar a nuestros hijos, haciendo literalmente algunas partes de nuestro trabajo por nosotros. Mi amiga fue mi ejemplo a seguir aquí también. Sus hijos son un poco mayores que los míos y al final del año la vi escribir notas de agradecimiento a todos sus maestros. No creo que la mayoría de los maestros necesite otra caja de dulces, pero una nota expresando gratitud significa mucho. Aquí también hace la diferencia ser específico. “Le abriste el mundo de la lectura a mi hija; no puedo agradecerte lo suficiente”. “Hiciste que la historia se volviera viva para mi hijo; estoy muy agradecida”. “La ayudaste con su miedo a las matemáticas y aprecio lo paciente que fuiste con eso”. Estas son el tipo de notas que las maestras guardan hasta mucho después de que la taza de “La mejor maestra del mundo” se haya roto.

Y dentro del mismo tema, frecuentemente nos olvidamos de agradecer a las personas que significan más para nosotros, nuestros amigos y familia cercana, quienes siempre están haciendo bondades por nosotros y que nosotros frecuentemente damos por sentado. En este mundo de mensajes de texto y correos electrónicos, las notas escritas aún hacen una diferencia. Sigue siendo lindo recibir unas gracias escritas por una cena servida, un evento organizado, un esfuerzo especial realizado. Cuando la hija menor de mi amiga se casó hace unos años, nosotros fuimos los anfitriones en una de las cenas de sheva brajot para la joven pareja. La nota de agradecimiento que recibí me quitó el aliento. Fue una oda a la amistad y una lección de apreciación. No quiero revelar qué decía porque es algo demasiado personal, pero esencialmente hablaba de amor, años de amistad, ¡aperitivos gourmet y sofisticados postres! Espero seguir su ejemplo también en esta área.

Finalmente, hablemos de nuestras relaciones más significativas, en las cuales nunca se considera demasiada la gratitud: con nuestra pareja y con nuestro Creador. Con nuestra pareja, no es sólo que muchas veces tomamos sus bondades por sentado, sino que en ocasiones simplemente asumimos que tan sólo “están haciendo su trabajo”. Yo creo que puedo prometerles con seguridad un mejor matrimonio si dicen “gracias”, ya sea que se sientan agradecidos o no, ya sea que tengan el deber de hacerlo o no, ya sea que piensen que es algo importante o no. “Gracias por preparar la cena cuando tuviste un día tan largo”. “Gracias por pasar por la tintorería por mí, aunque quedaba fuera de tu camino”. “Gracias por levantarte para atender al bebé”. “¡¡Gracias por casarte conmigo!!”. La lista es interminable y nunca debiéramos parar.

Y así también con Dios. Recitamos las bendiciones matutinas para ayudarnos a enfocar nuestra gratitud. Comenzamos el día con una apreciación por el regalo de la vida y seguimos para detallar aspectos específicos de ese regalo. Esto es así en el rezo formal y también debiera ser así cuando usamos nuestras propias palabras. Al igual que en nuestras relaciones con educadores, frecuentemente compartimos nuestras quejas y frustraciones con Dios y no nuestra gratitud. “Gracias por un día tan lindo”. “Gracias por la habilidad de pensar, aprender y crecer”. “Gracias por hacerme parte del pueblo judío”. “Gracias por mi familia”. “Gracias por darme una relación Contigo”.

Los niños pequeños dicen un “gracias” limitado, con una pequeña y tímida voz. Ellos son egocéntricos y no han aprendido sobre construir relaciones con otros. Los adultos maduros debiéramos decir “gracias” en tonos profundos y agradables, con una riqueza de tono y expresión. Debiéramos decirlo con sentimiento.

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