Protección contra tus suegros

3 min de lectura

5 formas para evitar que tus suegros arruinen tu matrimonio.

Los suegros pueden ser geniales. Para quienes no tienen una buena relación son sus padres, estos papis adoptivos pueden ser una adición sanadora para su vida. Pero si no tienes tanta suerte y tus suegros no respetan tus límites, aquí te presento cinco formas para evitar que arruinen tu matrimonio:

1. Fija límites adecuados

La Torá nos enseña en la creación misma de la primera pareja —que estaba conformada por Adán y Eva— que el matrimonio requiere que los padres reduzcan el rol que desempeñan en las vidas de sus hijos: “Entonces un hombre dejará a su padre y a su madre y se aferrará a su esposa y se convertirán en uno (Génesis 2:24)”. Si bien esto no significa que haya que cortar los lazos con los padres, sí nos muestra que el socio principal de un hombre debe ser su esposa. Los padres bienintencionados disfrutan dando consejos e incluso entrometiéndose en el matrimonio de sus hijos. Y esto es tremendamente comprensible; sólo quieren lo mejor para sus hijos y sufren si no los ven felices. Sin embargo, su intervención no siempre es útil.

Deja que tus padres sepan desde el comienzo que aprecias sus consejos, pero que tú y tu esposa son adultos y que serán ustedes quienes decidan finalmente qué es lo que quieren para su familia. Si puedes expresar esos sentimientos con calma, amor y respeto, entonces tus padres seguramente lo entenderán. Por desgracia, todos conocemos padres a los que les resulta difícil respetar los límites. En esos casos, puede que haga falta ser un poco más firme hasta que entiendan el mensaje.

2. Forma un equipo con tu pareja

Tener una relación funcional con tu pareja es una de las cosas más fundamentales del matrimonio. Cuando aconsejo a parejas, uno de los temas que inevitablemente mencionan es la relación con los suegros, la cual se vuelve especialmente compleja antes de un viaje familiar o de alguna celebración.

Siempre aliento a las parejas a que hablen abiertamente sobre sus temores y expectativas con respecto a esas situaciones. Esto les da la oportunidad de pensar en estrategias para enfrentar esos potenciales conflictos; además, les permite entenderse mejor el uno al otro y darse cuenta cuando la pareja se siente incómoda en alguna situación.

Por lo general, cuando se preparan con anticipación y forman un frente unido, consiguen lidiar con los suegros de una manera mucho más agradable. Mientras que en el pasado esas ocasiones contribuían a sumarle estrés al matrimonio, ahora las pueden resistir con éxito porque las enfrentan como un equipo.

3. Ten cuidado al aconsejarte con tus padres

Pedirles consejos a tus padres, especialmente sobre temas directamente relacionados con tu familia, puede ser muy doloroso para tu pareja. Además de hacer que tus padres tengan voz y voto en tus asuntos familiares, causarás que tu pareja se sienta acorralada, especialmente si no está de acuerdo contigo y con tus padres.

Incluye a tu pareja en la discusión. He atendido a parejas cuyo matrimonio mejoró simplemente por el hecho de acordar que cada vez que hablaran por teléfono con los padres, lo harían juntos. Hacerlo no sólo disuadió a los suegros de hablar con sus hijos sobre el yerno/nuera, sino que también eliminó toda sospecha en el yerno/nuera de estar siendo menoscabados en una conversación privada entre su pareja y sus padres.

4. No te quejes con tus padres sobre tu pareja

A veces el matrimonio puede ser difícil, y puede que sientas la necesidad de desahogarte con tus padres sobre tu pareja. Pero esto nunca es una buena idea, ya que puede que perdonar a tu pareja no sea tan fácil para tus padres como lo es para ti. Puede que tus padres queden con una impresión negativa en la mente y que terminen buscando ponerte en contra de ella.

5. No te estreses tratando de impresionar a tus suegros

Pese a que honrar a tus suegros y asegurarte de que se sientan a gusto en tu casa es alabable, puede terminar causando que sientas demasiada presión. Si cada vez que van a visitarte te estresas y terminas gritándole a tu familia, entonces nadie va a disfrutar realmente la visita y todos tus esfuerzos terminarán siendo contraproducentes.

Un hogar calmo y feliz impresionará a tus suegros mucho más que una casa impecable o que tu desplante de personalidad entretenida. Muchos niños crecen odiando que sus abuelos los visiten debido a la tensión que se crea en el hogar.

Cultivar una relación saludable y de apoyo con tus suegros es muy posible. Requiere un esfuerzo consciente tanto tuyo como de tu pareja. Si se comprometen a tolerar algunos baches en el camino y pueden tener visión a futuro y ser proactivos, entonces tus suegros pueden ser una bendición para el matrimonio en lugar de ser un problema.

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