Escoge Bien Tus Batallas

2 min de lectura

Controlando el carácter.

Dios nos ha otorgado un regalo y una responsabilidad muy grande, El libre albedrío, es decir, tenemos en cada momento la oportunidad de elegir entre hacer el bien o el mal.

Cuando nos damos cuenta de esto, sabemos que no importa las circunstancias que se nos presentan, ni siquiera importa el tono o la forma como otras personas nos puedan hablar o incomodarnos.

En todo momento somos nosotros los únicos responsables de nuestro comportamiento, cada uno de nosotros elegimos nuestras palabras, nuestras acciones y nuestras actitudes.

Hay que tratar al otro con respeto, paciencia y aprecio. Dice la Torá, “Honra a tu padre y a tu madre” (Shemot 20:12), “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Vaikrá: 19:18). El enojo y el maltrato sólo logran que la persona pierda sus atributos positivos, lo cual sería una lamentable pérdida que afecta directamente a la persona que pierde el control.

Por supuesto que hay que luchar por las cosas importantes, nadie lo niega. De hecho, luchar por lo que queremos es lo más valioso que existe; el tener el valor para pelear por conquistar lo que uno considera verdaderamente importante marca el camino para encontrarle el sentido a la propia vida.

La verdadera inteligencia radica en elegir cuál es la causa más relevante o necesaria para atender de inmediato. Es imposible luchar en dos frentes al mismo tiempo y además ganarlos.

Al elegir defender una causa sobre la otra, no quiere decir que se ha olvidado la otra, simplemente hay que ser práctico y eficiente estableciendo prioridades y momentos oportunos. Si logras ganar las pequeñas batallas, es más probable que logres la victoria total en tu vida.

La Receta: Controlando el Carácter

Ingredientes:

  • 2 tazas de prudencia y tolerancia
  • 1 pizca de moralidad
  • 2 gajos de flexibilidad
  • 1 cucharada de astucia
  • 1 manojo de claridad

Recomendación del chef: Entender las consecuencias evita las malas decisiones.

Modo de preparación:

1. La moralidad no es una cuestión de opinión ni de elección; es el modo como se toman las decisiones lo que debe importar. El consenso general sabe distinguir entre lo correcto y lo incorrecto, estas cuestiones son obvias generalmente, a pesar de que sean incómodas o dolorosas. Todos sabemos cuando algo está mal, aprender a conducirse, no perder la compostura y prudencia a pesar de cualquier situación es lo que se debe aprender a manejar.

2. Tomar una decisión adecuada es un acto valioso. Tener valores claros y definidos son ingredientes básicos para poder elegir acertadamente. Cuando hay muchas opciones, diversos puntos de vista y vastas situaciones para elegir, la persona tiende a confundirse, perderse o a olvidar lo que realmente es importante.

3. Cada quien es responsable de sus acciones. La inocencia no es un pretexto. Una victoria basada en la vanidad sólo desmerita el costo de una conquista verdadera. Al elegir acertadamente se fortalece el carácter, aumenta el poder racional, mejora la satisfacción personal y el bienestar de todos.

Tus decisiones hacen la diferencia; Toda persona necesita tomar medidas, saber elegir entre el bien y el mal, el aquí y el ahora.

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