4 técnicas para estimular la salud emocional en tus hijos

3 min de lectura

¿Confías en tus hijos?

Todos queremos criar hijos emocionalmente sanos e independientes, que tengan confianza en sí mismos y una buena autoestima. Presento aquí cuatro técnicas para estimular la salud emocional de tus hijos.

1. Siente lo que ellos sienten:

Los niños emocionalmente sanos se sienten cómodos con sus emociones. Muchas veces los padres sin darse cuenta les transmiten que sus sentimientos no son importantes. "No deberías estar triste". "No lloramos por cosas tontas como esa".

Para ayudarlos a entenderse a sí mismos y a sus sentimientos, debemos empatizar con ellos.

"Estás triste porque Eli está enfermo y no puede jugar contigo hoy".

"Estás muy desilusionado por haber perdido tu libro favorito".

Cuando empatizamos con nuestros hijos les estamos enseñando a escucharse, a entenderse y a definir sus emociones. Cuando sienten que los entendemos tienen una mayor facilidad para superar emociones negativas y se sienten equipados para resolver sus problemas.

"Sí, quizás me fijaré si Samy está por aquí…".

"Buscaré el libro en el cuarto…".

Empatizar le transmite al niño un léxico rico y de esta manera aprende palabras como: frustrado, avergonzado, triste, herido, confundido, enojado y desilusionado. Conocer muchas palabras es clave para desarrollar la salud emocional, porque esas palabras ayudan a los niños a entender sus sentimientos conflictivos y a tener claridad sobre su mundo interior. De esta forma les es más fácil entender a los demás y conectarse con ellos.

2. Confía en tus hijos:

A los hijos por lo general no les gusta escuchar las reglas de los padres. Intentan encontrar muchas formas diferentes para ignorar los límites que les imponen. Esta situación puede ser muy frustrante. Para ayudar a fomentar la salud mental de nuestros hijos, debemos hacer nuestro mejor esfuerzo para ver estos “momentos de oposición” como oportunidades. Podemos usar esos momentos difíciles para demostrarles que confiamos en su bondad y que son capaces de hacer lo que les decimos.

Por ejemplo, un padre dice: "¿Por qué demoras tanto? Hace 10 minutos te pedí que vengas a ayudar con la cena".

En lugar de eso, debemos otorgarles a nuestros hijos el beneficio de la duda: "Sam, necesito tu atención. Quizás no me escuchaste la primera vez que te pedí. Sé que generalmente ayudas mucho. Necesito que cierres tu libro y ayudes con la cena".

3. Enfócate en lo positivo:

Alentar a los niños diciendo cosas como "bien hecho" o "eres maravilloso" no los ayuda a tener más confianza en sí mismos o más salud emocional. La mejor manera de construir la salud emocional de nuestros hijos es describiendo lo que hicieron cuando los alabamos.

En lugar de decir "eres un niño muy bueno", di: "Ayudaste a Daniel a encontrar el juego que estaba buscando. Esta familia sabe trabajar en equipo".

4. Enséñales a resolver problemas:

La vida está llena de desafíos; no podemos proteger a nuestros hijos de ellos. El mejor regalo que podemos darles es enseñarles que tienen la capacidad para superar sus problemas; que son capaces de encontrar soluciones.

En mi casa, a menudo utilizamos dos frases que ayudan a los niños a asumir una actitud que los lleva a encontrar soluciones:

"No buscamos quién es el culpable, nos enfocamos en las soluciones".

"Nuestra familia es una familia que se enfoca en las soluciones".

A esta altura las frases se convirtieron un poco en una broma interna, y no sólo ayudan a los niños en la resolución de problemas, sino que también relajan situaciones tensas.

Cuando el refrigerador queda abierto por error o alguien se olvida de hacer sus tareas, siempre hay alguien que dice: "¡Qué bueno que esta familia no busca culpables y se enfoca sólo en soluciones!".

O mi esposo dice: "¡Espera, en esta familia sólo buscamos culpables y nunca nos enfocamos en las soluciones! ¡Oh, no, me equivoqué, en realidad es al revés!".

Tener empatía, mostrar confianza, ver lo bueno en tus hijos y enseñarles a resolver problemas son excelentes formas de estimular a tus hijos para que se conviertan en adultos emocionalmente sanos.

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