6 formas de evitar un berrinche en público

3 min de lectura

Con un poco de planificación, mucha empatía y una buena niñera, pueden evitarse.

No hay nada peor que tener que lidiar con un niño que hace un berrinche en un lugar público. Puede llevar incluso al padre más firme a ponerse de rodillas. Todos los ojos parecen estar encima de ti y es una situación sumamente vergonzosa.

Pero no te preocupes. Aquí hay seis formas para ayudarte a evitar un berrinche en público.

1. Reconoce las malas condiciones

Los niños tienen mayor posibilidad de portarse mal y hacer berrinches cuando están cansados, hambrientos o se sienten abrumados. No lleves a tu hijo a 'sólo un trámite más' al final del un largo día, o al parque antes de que hayan comido su almuerzo. Muchos niños pequeños tienen un cierto momento del día en que son más propensos a portarse mal, quejarse y hacer berrinches. Estar en sintonía con el ritmo de tu hijo puede ayudarte en gran medida a prevenir una conducta indeseada.

Puede parecer obvio que debes evitar llevar a tu hijo a restaurantes elegantes, a la casa de tu amiga que tiene alfombra blanca o a la boda de tu prima. Sin embargo, muchos padres con los que hablo han sido presionados por parientes bien intencionados a hacer justamente eso. ¿Qué hacer? Sé firme y amable, "Yo se que es importante tener a Mijael en la fiesta de aniversario, pero realmente creo que no va a funcionar".

2. Aísla los detonantes

No te des por vencida y concluyas simplemente que los niños que hacen berrinches son unos malcriados; los padres tienen que pensar cuáles son las posibles causas y detonantes. Muchos niños son más susceptibles a berrinches porque son sensibles a ruidos fuertes, multitudes, luces extremadamente brillantes, entornos desconocidos, cambiar demasiado rápido de actividades, alimentos nuevos, olores extraños, estar demasiado tiempo sentados, moverse demasiado, costuras en sus calcetines, etiquetas en su ropa. Descubrir qué cosa detona berrinches en tu hijo puede ayudarte a evitarlos en el futuro, tanto en público como en privado.

3. Estar preparado y mantenerlos ocupados

Si vas a la consulta del doctor o a la zapatería y sabes que podrías tener una larga espera, asegúrate de llevar contigo algunos juguetes pequeños y juegos para ayudarles a tus hijos a manejar la tardanza. Libros para colorear, crayones y bocadillos pueden ayudar a mantener los berrinches a raya.

Incluso puedes involucrar a tus hijos en la planificación: "A veces hay una larga fila en la consulta del doctor, ¿qué podemos llevar para entretenernos mientras esperamos?".

También es bueno darles a los niños trabajos para mantenerlos ocupados. Puedes darle a tu hijo una cámara fotográfica para niños y asignarlo como el fotógrafo familiar cuando vayan al zoológico. En la pizzería, dile a cada niño de qué será responsable: traer los refrescos, ordenar la pizza, repartir las servilletas y las bombillas.

En el parque, el niño al que más le cuesta irse puede ser responsable de avisarle a sus hermanos que se van a ir en 5 minutos.

4. Enuncia tus expectativas

A los niños les gusta saber qué esperar, y es posible que no sepan cómo comportarse en muchos de los lugares. Por ejemplo, no saben que en un restaurante tendrán que quedarse en la mesa durante toda la cena o que en una boda tendrán que quedarse quietos para las fotografías. Hazles saber a tus hijos las reglas y los límites.

"Tenemos que irnos del parque a las 3 de la tarde. Yo les voy a avisar cuando queden 10 minutos y luego cuando queden 5 minutos. A las 3 todos tienen que estar listos para irse". "Cada quien puede escoger sólo un bocadillo cuando estemos en el supermercado". "Estaremos 15 minutos en la tienda del museo y cada uno tendrá 5 dólares para gastar ahí". "Tendrán que sentarse en la mesa por 5 minutos y luego pueden ir a jugar con sus amigos".

5. Empatía

Hablar con tus hijos con empatía puede ayudar mucho a prevenir un berrinche. Cuando tu hijo dice "¿Por qué tenemos que irnos del parque? ¡No quiero irme!", tenemos dos opciones. Podemos negar sus sentimientos y empezar una lucha de poder: "Tú siempre me haces problemas cuando es hora de irse. Cuando digo que es hora de irse, es hora de irse", o podemos responderles con empatía y un firme recordatorio de nuestro límite/regla: "Estás triste, lo sé. Te gustaría poder quedarte. Pero son las 3 de la tarde y ya es hora de irnos a casa".

Cuando empatizamos antes de decir una regla, les estamos mostrando a nuestros hijos que entendemos cómo se sienten. Les estamos haciendo saber que a veces es difícil seguir las reglas pero que tú confías en que ellos pueden obedecer. Esto puede ayudar mucho a evitar luchas de poder y berrinches en público.

6. Contrata una niñera

¿Disfrutas llevar a tus niños al supermercado? La mayoría de las madres no lo disfrutan. ¡Entonces no los lleves! Contratar una niñera por una hora o esperar a que tu esposo regrese a casa para poder ir sola elimina la posibilidad de un berrinche público. Hay veces en que esa es la mejor opción.

Los berrinches públicos son difíciles de manejar, pero con un poco de planificación, mucha empatía y una buena niñera, pueden evitarse.

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