8 consejos para dejar de gritarles a tus hijos

2 min de lectura

Herramientas prácticas que funcionan incluso cuando la miel se derrama por todos lados.

Llegamos nuevamente a esa época del año en la que nos preparamos para la festividad más significativa del año y el ambiente se pone frenético. Nuestros hijos parecen ponerse más molestos justo cuando tenemos más trabajo. Entonces crece la tensión y, desgraciadamente, recurrimos a la antigua técnica educativa de gritar.

Gritar no es divertido para nadie. Los niños se sienten insultados y dolidos y los padres se sienten avergonzados y a menudo también ridículos por perder el control frente a sus hijos.

A continuación, 8 consejos para dejar de gritarles a tus hijos:

1. Respira profundamente:

Durante años se promocionó a la respiración profunda como el mejor relajante. La ciencia ha comprobado que funciona; baja la presión arterial, silencia la respuesta de lucha o huida y estimula los nervios que producen la relajación. Es fácil, rápido y funciona.

2. Tómate cinco minutos:

Cuando nos enojamos, eso probablemente está indicando que necesitamos un pequeño descanso. Ve al baño, sale a respirar aire fresco o simplemente siéntate y tómate una taza de café. Enséñales a tus hijos esta estrategia: “Siento que me estoy enojando, creo que eso significa que necesito un descanso. Ahora necesito unos minutos de tranquilidad”.

3. Consigue ayuda:

Gritar usualmente significa que estamos agobiadas. No podemos hacer todo solas, por más que pensemos que somos capaces de lograrlo. Pedir ayuda es difícil, pero debemos hacerlo. Recluta a tus hijos, tu marido, una amiga, tus padres o tus suegros o consiéntete a ti misma y contrata a alguien para que te ayude a limpiar. Te alegrarás de haberlo hecho.

4. Háblate a ti misma:

Cuando no tienes ayuda o no puedes tomarte un descanso, aliéntate a ti misma: “¡Tú puedes hacerlo!” “Tan sólo unas cuantas horas más y ya es la hora de dormir, ¡puedes lograrlo!”. Educar niños puede parecer un trabajo ingrato. A menudo todo nuestro esfuerzo pasa desapercibido. Nadie te dirá: “Buen trabajo, ¡barriste hasta el último cereal del piso!” En esos momentos es cuando tenemos que alentarnos a nosotras mismas.

5. Acude al humor:

La mejor forma de disipar el enojo es encontrar el humor de la situación. La vida con niños es desordenada. Cuando suena el teléfono, alguien toca el timbre, uno de los niños derrama su jugo y el otro grita porque su suéter favorito está en la lavadora. Parece ilógico, pero es posible que la única alternativa sana sea reírse. Cuando tu hijo se unta con salsa de tomates o encuentras al pequeño de dos años en tu escritorio, cubierto de post-it, ríete y no grites.

Para esas ocasiones en las que no puedes contenerte y tienes que gritar:

6. Habla sobre ti misma:

Si has llegado a tu límite y no puedes contenerte más, entonces hazlo usando frases en primera persona: “yo”. Por ejemplo: “¡Ahora yo me estoy enojando mucho! ¡Necesito un poco de silencio!”; es mucho mejor que: “¡Ustedes me están volviendo loca! ¡¿Por qué siempre tienen que ser tan ruidosos?!”

7. No acuses, da información:

Asimismo, si tienes que levantar la voz es mejor dar información en vez de hacer acusaciones. En vez de: “¡Nunca hacen caso! ¡Se están portando mal!”; diles lo que quieres que hagan: “¡Ahora es la hora de dormir! ¡A ponerse los pijamas!”. Si es necesario, repítelo.

8. Sé positiva:

Finalmente, puedes gritar algo positivo. Puedes decir, “¡Yo sé que saben hacer caso! ¡Yo sé que pueden barrer todas las migas como les pedí!” “¡Yo sé que saben cómo compartir! ¡Sé que los dos pueden resolver pacíficamente este problema con los legos!”

¡Que tu nuevo año esté lleno de paz y calma!

EXPLORA
ESTUDIA
MÁS
Explora
Estudia
Más
Contacto
Lenguajes
Menu
Donar
Únete a nuestro newsletter
Redes sociales
.