Preguntas para encender tu Séder

4 min de lectura

6 preguntas que nos dan un entendimiento más profundo sobre Pésaj.

El Séder de Pésaj implanta fe en la próxima generación, creando un eslabón en una cadena intacta que se remonta a quienes vivieron los milagros del Éxodo en carne propia.

Aquí hay 6 preguntas que nos brindan un entendimiento más profundo de Pésaj.

1. ¿Por qué primero debemos buscar y eliminar todo trozo de jametz?

La noche previa a Pésaj comienza con la revisión de todo rincón y grieta en búsqueda de alimentos leudados: jametz. A la mañana siguiente, quemamos los productos leudados. El jametz es comparado al ego de una persona. La matzá alude a la humildad. Lo leudado que eliminamos representa los rasgos personales negativos que debemos buscar. No son sólo nuestros hogares físicos lo que debemos limpiar. Es hora de hacer también una limpieza espiritual. Así como el pan leuda y se eleva, lo mismo ocurre con el orgullo de una persona. La arrogancia no permite que las relaciones florezcan. Una persona arrogante no puede enseñar, aprender, ni amar. No puede hacer lugar para Dios; su corazón está lleno de amor por sí mismo.

Antes de sentarte al Séder, revisa tu corazón y alma. Tómate unos instantes y piensa en cómo has tratado a los demás, cómo has reaccionado con quienes viven contigo y qué palabras has estado usando. Sólo entonces podremos aprovechar realmente la energía de esta increíble noche de libertad.

2. ¿Por qué mencionamos los 15 pasos del Séder antes de comenzar?

La palabra séder significa orden. La vida requiere de pensamiento; no deberíamos vivir al azar. Siempre que hagamos algo, es bueno pensar de antemano. Toda palabra que decimos, todo texto que enviamos, debiera ser pensado cuidadosamente. Esos 15 pasos son el plan más pensado que existe. Vivir con sentido exige fijar objetivos.

El primer paso del Séder es Kadesh: recitar kidush, santificar. El Éxodo fue nuestro regalo de santificación y transformación espiritual. Desde ese momento hasta la actualidad, se nos dio la capacidad para ascender. Pero la conexión espiritual no ocurre sola. Debemos dar un paso hacia Dios. La noche del Séder es nuestra oportunidad para dar ese paso, y comienza con el entendimiento de que somos santificados. Ningún judío debería renunciar a sí mismo. Nunca estamos en una situación desesperanzada. Tal como Dios nos cuidó en la noche del Éxodo, asimismo Él nos cuida hoy en día. Esa es la esencia de la fe.

3. ¿Por qué comemos Karpás, un vegetal sumergido en agua con sal?

El líder del Séder sumerge un vegetal en agua con sal y distribuye porciones a todos los participantes. Hay un significado más profundo en este acto de apariencia tan simple. Los vegetales salen de la tierra. Las semillas son puestas en el oscuro suelo, y uno se pregunta si algún día brotarán. De la misma forma, de las profundidades de la esclavitud y una tierra de idolatría, floreció nuestra nación. A veces quizás nos preguntamos si la chispa interior continúa con vida. Puede que sintamos que estamos viviendo en la oscuridad. Nuestra nación parece estar atravesando dificultades. Nunca te desanimes. Mira este vegetal que creció de una pequeña semilla en la tierra y luego irrumpió y creció. Este es un mensaje para cada uno de nosotros cuando comenzamos la noche del Séder. Floreceremos. Toda alma tiene una fuente de vida que puede perforar la oscuridad. Nunca desesperes.

4. ¿Por qué 3 matzot y 4 copas de vino?

Al entender y aprovechar los milagros de la noche, es crucial esclarecer nuestras raíces. Le transmitimos a todo el que se siente a nuestra mesa que somos una nación que posee un grandioso ADN espiritual. Siete es la cantidad de nuestros patriarcas y matriarcas. Nuestros tres patriarcas, Abraham, Itzjak y Yaakov, y nuestras cuatro matriarcas, Sará, Rivká, Rajel y Leá, caminaron antes que nosotros. Crearon una senda para nosotros, superaron en su vida pruebas y desafíos tremendos, para que tengamos la fortaleza para continuar con su grandioso legado. Sólo sabiendo de dónde venimos es que podemos saber hacia dónde vamos.

En el Séder, tómate unos momentos para hablar sobre la fortaleza de cada uno de tus grandiosos zeides y bobes. Estamos aquí hoy gracias a que ellos nos dotaron los rasgos de resistencia, compasión, espiritualidad, responsabilidad colectiva, fe y amor por Dios inquebrantables, deseo de aprender, y la energía para jamás renunciar incluso cuando todas las probabilidades están en nuestra en contra.

5. ¿Por qué invitamos a personas hambrientas a unirse a nosotros una vez que ya estamos sentados?

Pésaj es la noche de la redención, y la redención llega cuando comenzamos a preocuparnos por quienes nos rodean. A veces ocurre que no advertimos que fuimos amables con todo el mundo, pero que los más cercanos a nosotros se sienten ignorados y menospreciados. He hablado con esposos, esposas y niños que tienen en su núcleo familiar grandes líderes comunitarios, pero que cuando se trata de su pareja y de sus niños, el silencio ha sido ensordecedor. Al sentarnos juntos en el Séder, miremos alrededor. “Que todo el hambriento venga y coma”: que todos lo que están emocionalmente hambrientos, todos los que necesitan imperiosamente una palabra amable, un gesto de cariño, un momento para ser escuchados… este es el momento para que comencemos a mostrar nuestra sensibilidad. Sacia las necesidades de quienes están sentados junto a ti. Muestra que realmente eres parte de esta nación que valora la bondad, la tzedaká y el amor por la familia.

6. ¿Por qué esos 4 hijos?

La Hagadá habla de 4 hijos: el sabio, el malvado, el simple y el que no sabe preguntar. Si piensas en ello, notarás que falta el hijo recto. El mensaje es claro. Cada uno de estos hijos presenta desafíos únicos (hasta el hijo sabio puede no encajar con sus pares, detestar la conformidad de la escuela y cuestionar constantemente a todos creyendo que sabe más). La noche del Séder nos enseña que no podemos pasar por alto a ningún hijo. Recibimos cada alma con el entendimiento de que haremos lo mejor que podamos para guiarlo, enseñarle e inspirarlo. Mira la naturaleza del niño y piensa en la mejor respuesta hecha a medida para esa personalidad particular. La Hagadá nos instruye a contestar cada pregunta de un hijo con una respuesta individual. Generalmente pensamos en cómo enseñarle al hijo recto o bueno, ignorando a los demás. Pero cuando transmitimos fe, no podemos darnos el lujo de pensar así. Cada hijo debe ser amado y valorado. Todos merecen ser tenidos en cuenta.

Que todos aprovechemos el poder de esta grandiosa oportunidad. Jag saméaj.

EXPLORA
ESTUDIA
MÁS
Explora
Estudia
Más
Contacto
Lenguajes
Menu
Donar
Únete a nuestro newsletter
Redes sociales
.