Queso y flores

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¿Por qué comemos comidas lácteas y decoramos las sinagogas en Shavuot?

Shavuot es una fiesta singular en el calendario judío. A diferencia de todas las otras fiestas, Shavuot no tiene ninguna mitzvá especial relacionada a la festividad, y tampoco posee un ritual festivo especial. Quizás, esta es una de las causas por la cual casi todos los judíos del mundo se han olvidado de esta festividad.

A pesar que la fiesta de Shavuot tiene un gran significado histórico, siendo el aniversario de la revelación en el Sinai y de la entrega de la Torá al Pueblo Judío, esta fue privada de un ritual especial para celebrarla. De hecho, en la Biblia encontramos que la fiesta de Shavuot es llamada "Fiesta de los Bikurim", que era la llevada de los primeros frutos de la cosecha anual al Templo en Jerusalem

Después de la destrucción de nuestro Templo y el comienzo de nuestro largo exilio, el Pueblo Judío se negó a dejar la fiesta de Shavuot sin un rasgo distintivo. Por eso, el pueblo le confirió muchas costumbres y rituales que han preservado la belleza y singularidad de la festividad hasta nuestros días.

Comidas Lácteas

Una de esas costumbres es comer comidas lácteas en la cena festiva. Esta es una excepción a la regla talmúdica que dice: "la alegría de la festividad requiere carne y vino". La torta de queso y los blintzes de Shavuot se han convertido en los alimentos básicos de las casas judías por siglos.

Los orígenes de esta costumbre se encuentran en la conmemoración de la recepción de la Torá en este día. La Torá misma es comparada con leche, "Miel y leche debajo de tu lengua", y por eso los productos lácteos son un símbolo de ese gran día en el Sinai. Los judíos no podían comer carne después de haber recibido la Torá, ya que la carne que ellos tenían no estaba preparada de acuerdo a las nuevas reglas, como por ejemplo, el ritual de degollar a los animales y las leyes alimenticias. Por esto es que comieron solamente productos de leche en el día de la revelación, en la festividad de Shavuot.

Una fuente más profunda de la costumbre de comer comidas lácteas en Shavuot se basa en la descripción de la Torá, dada al pueblo de Israel en Shavuot, que describe a la Tierra de Israel como "una tierra de la que mana leche y miel". De esta manera, la comida láctea no sólo le recuerda al Pueblo Judío la entrega de la Torá en el Sinai, sino también les recuerda su amada patria, la Tierra de Israel.

Decoración en la Sinagoga

Otra costumbre de Shavuot que surgió fue la costumbre de decorar las casas, sinagogas e incluso el rollo de la Torá con flores y plantas en honor a la festividad. Esta costumbre de decorar con flores y plantas está basada en una declaración del Midrash que dice que la base del monte Sinai (en donde los judíos se pararon con temor, esperando la entrega de la Torá) fue cubierta con plantas y flores dulcemente perfumadas.

Incluso en Europa oriental, donde los judíos vivían mayoritariamente en la pobreza, todos los años se acostumbraba a decorar las sinagogas con flores y plantas para Shavuot. Sin embargo, el Gaón de Vilna, Rab Eliahu Kramer, se opuso fuertemente a esta costumbre. Su punto de vista era que aunque una costumbre fuera de origen judío y estuviera basada en la tradición judía, había sido adoptada por el mundo no judío como una costumbre que practicaban en sus casas de idolatría, y por esto los judíos debían olvidar esta costumbre. Ya que las flores y plantas se usaban bastante en las iglesias y en los cementerios no judíos, la costumbre de adornar las sinagogas con flores y plantas debía ser abandonada.

La opinión del Gaón fue bastante aceptada por los judíos de Lituania, pero fue ignorada por la mayoría de los judíos del mundo. Por esto, la costumbre de decorar las sinagogas y casas con flores en Shavuot es fuertemente practicada hoy en día en las comunidades judías.

De hecho, el suplir las flores y plantas para la decoración de la sinagoga era un gran honor que la gente competía por tener. Uno tenía que pagar no sólo las flores y las plantas, si no también debía pagar a la sinagoga para que le dieran el honor de pagar las flores y plantas. ¡El honor es un elixir adictivo!

Así que disfruta las flores y el pastel de queso y deléitate con el hecho que Dios nos ha dado la Torá, y a través de eso, la tarea de crear un mundo mejor para nosotros y para toda la humanidad.

 

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