Zajor: Nunca olvidaremos

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Ben Lesser, un sobreviviente del Holocausto, habla sobre vivir una vida con sentido.

Guapo y lleno de vida, Ben Lesser se ve mucho más joven de los 85 años que tiene realmente; aparenta ser un exitoso hombre de negocios bendecido con una afortunada —y quizás fácil— vida.

Ben después de la guerra.Ben después de la guerra.

Pero entonces escuchas su historia. Y si miras atentamente sus ojos, verás que hay un lugar tras ellos... el lugar en el cual ponemos aquellas partes de nuestras vidas que no podemos expresar completamente con palabras o lágrimas.

Ben nació en 1928 en Cracovia, Polonia, siendo uno de cinco hermanos. Sobrevivió cuatro campos de concentración, incluyendo Auschwitz-Birkenau, Buchenwald, Durnau, la marcha de la muerte nazi y la pérdida de prácticamente toda su familia. Ben llegó a Brooklyn, Nueva York, en 1947 y se reunió con su único pariente que había sobrevivido, su hermana Lola. Un dolor y horror de tal magnitud sólo puede ir a “ese” lugar. Siempre estará allí. Pero de acuerdo a Ben, Dios nos dio la posibilidad de elegir si usar ese lugar para el bien o si dejar que nos use a nosotros para el odio, el temor y la incapacidad.

Se estima que hay tan sólo 350.000 sobrevivientes del Holocausto vivos. La mayor, Alice Herz-Sommer, quien apareció en el documental que fuera nominado para los premios Oscar titulado La mujer en el número 6 (The Lady in Number 6), falleció hace aproximadamente un año a la edad de 110 años. Gracias a muchas organizaciones, libros, documentales y películas —tanto en Israel como en el extranjero—, ha sido posible recopilar los nombres e historias, los sentimientos y vidas de las víctimas y de quienes las ayudaron, y han sido debidamente archivados y reconocidos.

Ben en la boda de su hermana.Ben en la boda de su hermana.

A los 85 años de edad, Ben es uno de los sobrevivientes más jóvenes, y tiene su propia historia para relatar, no sólo sobre su experiencia, sino sobre “vivir una vida con sentido”, el cual es el título de su libro que inspira determinación, coraje, tolerancia y supervivencia durante las épocas más oscuras que pueda imaginar la mente y el alma humana.

Luego de forjar un exitoso negocio, un largo y dichoso matrimonio que fue bendecido con dos hermosos hijos, “ese lugar” en su interior en el cual las atrocidades aún se sienten, lo llevó a compartir su historia, especialmente con los jóvenes, maestros y estudiantes. Él recibió un prendedor de una organización local de sobrevivientes del Holocausto con las letras hebreas de la palabra zajor (“recuerda”), y lo vistió durante sus charlas. Después, se inspiró y ofreció los prendedores también a su audiencia. La respuesta fue tremenda y Zajor, una organización sin fines de lucro, nació oficialmente en el año 2009 para asegurar que la historia sea preservada y que las lecciones de moralidad, tolerancia, entendimiento y paz sean enseñadas.

Zajor se financia en base a donaciones, y en parte gracias a una subvención de la Federación Judía de Las Vegas. Ben creó otra ingeniosa manera de ayudar a su misión: el Mandelbroyt de Papa Ben (similar a los dulces Cantuccini). Lazar, el papá de Ben, poseía una compañía de chocolates famosa por sus galletas de chocolate. Lazar compartió su amor por la pastelería con su hijo y durante las vacaciones familiares hacían Mandelbroyt, los cuales se volvieron una tradición familiar. Casher, naturales y en una variedad de sabores, los Mandelbroyt de Papa Ben son la delicia más apetecible que uno podría imaginar.

Papa Ben es un hombre ocupado. Siempre está ocupado hablando, escribiendo y produciendo Mandelbroyts. Afortunadamente, su misión se ha extendido a la segunda y tercera generación, ya que su amada esposa, sus dos hijos, su yerno y sus nietos se han unido a él con miras al futuro.

Recientemente le solicité a Ben una entrevista para AishLatino.com, y se mostró deseoso de hacerla.

AishLatino.com: Antes de la invasión a Polonia, ¿tus padres se dieron cuenta de lo que se avecinaba?

Ben Lesser: Eso ocurrió después de Kristallnacht. No creo que ellos, u otros, imaginaran al extremo que llegarían las cosas. Y si lo sabían, no nos lo iban a decir a nosotros, los niños.

AishLatino.com: Tú sobreviviste; ¿crees que hubo alguna razón especial para ello?

La hermana de Ben, Lola.La hermana de Ben, Lola.

BL: Quizás Dios necesitaba un testigo. No todos los sobrevivientes pueden hablar de ello. Duele demasiado. Trae de vuelta demasiados recuerdos. Hasta hoy en día me duele enormemente y todavía hay noches en las que no logro conciliar el sueño. Pero alguien tiene que relatar la historia. Diariamente le agradezco a Dios por darme las fuerzas para ello.

AishLatino.com: ¿Qué te dices a ti mismo para salir adelante cada día?

BL: Me digo que debo continuar. Tengo un sentimiento interior, un impulso por hacer lo que sea para sobrevivir. Tenía 15 años cuando llegué a Auschwitz. Ahí me encontré con Mengele. Me pare frente a él, derecho, lo saludé... y le mentí sobre mi edad. En alemán dije: “¡Soy sano! ¡Puedo trabajar!”. Cerca del final de la guerra, en la marcha de la muerte, continué animándome a mí mismo y a mi primo Itzjak, quien quería rendirse. “Sobreviviremos”, le aseguré una y otra vez, mientras lo arrastraba. Apenas fuimos liberados, Itzjak murió en mis brazos. Él tenía 19 años de edad.

AishLatino.com: Después de todo lo que has vivido, ¿cuál es el momento que más recuerdas?

BL: Yo sostenía la mano de mi hermana Goldie y de mi pequeño hermano Naftalí. Lo llamábamos Tuli. Cuando llegamos a Birkenau, abrieron la puerta del vagón para animales, le dijeron a las mujeres y a los niños que fueran hacia la izquierda. Yo estaba con ellos y fuimos separados para nunca volver a vernos. Ellos fueron enviados a las cámaras de gas. Ese momento de la separación es el más vívido en mi memoria.

AishLatino.com: Como resultado de aquella inimaginable experiencia, ¿cuál es el aprendizaje más deslumbrante que tuviste sobre la vida?

BL: Creo que la vida es una cosa de elecciones. A pesar de que los individuos no siempre pueden elegir, cuando sufrimos una crisis o alguna calamidad podemos escoger dejar que ésta arruine nuestras vidas o podemos elegir aprender de ella y seguir adelante. Es esencial entender esto: las consecuencias de las elecciones personales. Es posible que un trauma se transforme en una razón para dejar de vivir. Pero también es posible vivir circunstancias extremas y comprometerse con una vida llena de significado, que es la forma en que llegué a escribir mi libro, “vivir una vida con sentido”.

AishLatino.com: ¿Por qué escribiste el libro?

BL: Inicialmente me sentí obligado a escribir sobre mi vida para ofrecer un testimonio en primera persona, una documentación sobre el Holocausto desde un punto de vista individual. Mi meta era proveer un intenso sentimiento personal; una historia de vida real. Quería que otros entendieran la necesidad de trabajar de manera activa para terminar con el odio que lleva a un genocidio. Tenía la esperanza de que la gente, especialmente los jóvenes, lo leerían y obtendrían un entendimiento más profundo de sí mismos y de otros para detener el odio.

AishLatino.com: ¿Qué ocurrió con tu odio?

BL: Tenía que tomar una decisión. El odio destruye tu iniciativa. Si me consumía el odio, ¿cómo podría ser un esposo amoroso, un buen padre o forjar una buena vida para nosotros? Es completamente destructivo para la mente y el alma. Los nazis no comenzaron con asesinatos. Todo comenzó con palabras de odio. Y las palabras de odio en cualquier contexto —el abuso escolar por ejemplo— crean un ambiente de odio. Es un producto de la ignorancia. Y esa es gran parte de nuestra misión: detener la ignorancia. Enseñar. Contribuir a la sanación de otros. El amor vence al odio más que cualquier otra cosa. Yo entiendo ese poder y lo uso activamente. La masacre nazi me dio el fundamento sobre el cual he construido mi vida.

AishLatino.com: ¿Dónde ves a Zajor en cinco años más?

BL: Nos encantaría tener un centro educativo y tener más fondos para educar sobre el Holocausto y sobre cómo se relaciona con el presente, mediante becas a profesores e instituciones educativas. También tenemos una sección en nuestra página Web llamada “I SHOUT OUT!” (¡Lo digo fuerte y claro!). Nos gustaría conseguir seis millones de “I SHOUT OUT!” que hablasen por los más de seis millones que fueron silenciados.

AishLatino.com: ¿Has vuelto a Polonia?

BL: Sí, en el 2005 fui con mi familia para que pudieran ver de dónde provienen. En el camino se despertaron sentimientos en mí que no puedo describir en palabras, emociones que no sabía que aún se encontraban en mi interior. De repente vi imágenes del pasado que estaban enterradas en lo más profundo de mi memoria. Visiones de uniformes negros, suásticas, sirenas, Gestapo, SS, brillantes botas negras, perros, pistolas, rifles, gritos, chillidos, azotes, fuego, humo, vívidos recuerdos de las cenizas de Birkenau, procesos de selección, montañas de cadáveres a mi alrededor, niños siendo brutalmente separados de sus madres, hornos, pozos ardientes, caras asustadas, hambre, hambruna, cámaras de gas, alambre de púas, Kapos, palas, picotas, martillos, el frío congelante, caras moribundas, ojos inflamados, marchas de la muerte, vagones para ganado, bunkers, áticos, golpizas, piojos, plagas, letrinas. Mi cabeza daba vueltas y de pronto escuché en mi interior el altoparlante gritando: JUDEN RAUS, ¡ACHTUNG! LOS LOS, ¡RAUS SCHNELL! Los Kapos gritando: ¡ZUM APPEL PLAC! ¡DIE MUTZE ABNEHMEN! ¿DER COMMANDANT YELLING DU VERFLUCHTE JUDEN? SCHWEINHUNT. Si no conoces el significado de cualquiera de estas palabras, considérate afortunado.

Y también escuché los gritos del Shemá Israel. Nunca olvidaremos. Zajor.

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