Enterrando a Erez Orbach

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Enterramos a un querido hijo y soldado de nuestra comunidad, quien fue asesinado en el horrible ataque terrorista de Jerusalem.

El reciente ataque ocurrido el día del ayuno del 10 de tevet, en el cual un ciudadano árabe de Jerusalem oriental embistió con su camión a un grupo de soldados, asesinando a cuatro jóvenes solados israelíes e hiriendo a otros 17, nos ha dejado sumamente afectados emocionalmente y sumidos en un intenso duelo.

Nuestro hijo de 20 años, quien es soldado en las FDI, era amigo de Erez Orbach, uno de los cuatro solados asesinados. Ellos asistieron a la misma escuela en Gush Etzion.

Mi hijo me dijo: “Erez era un tipo genial. Siempre se esforzaba por hacer el bien, y hacia trabajo de voluntariado. Era inteligente, cálido y siempre estaba sonriendo”. Debido a sus ocupadas agendas en el ejército, no se habían visto por cerca de medio año, pero por alguna razón el domingo por la mañana nuestro hijo había pensado en Erez. Nuestro hijo recibió permiso de su comandante para llegar tarde a la base y poder asistir al funeral.

La tarde del ataque, Rav Iosef Rimon, el rabino de la familia Orbach, envió un email a la comunidad de Alon Shvut:

Todos estamos aturdidos, temblorosos, llorando y con el corazón destrozado… Erez continuamente se me acercaba con preguntas de ley judía. De sus preguntas pude ver a un joven que constantemente estaba buscando su misión en la vida, un amante de la Torá que se esforzaba por hacer la voluntad de Dios en este mundo.

Erez era un ejemplo de una persona que actúa con una inmensa fortaleza, y en quien su alma domina sobre su cuerpo. Por condiciones de salud, no estaba obligado a servir en el ejército. Pero a pesar de eso, se ofreció voluntariamente y alcanzó grandes logros en el curso de oficiales. También era voluntario en el grupo Najshón de Bnei Akiva en la comunidad donde vivía, y también en otras organizaciones. Sus amigos Eitan y Daniel hablaron sobre cómo él había sido un verdadero amigo. Un amigo que siempre estaba allí, y que siempre ayudaba y entregaba cariño”.

Rav Rimon concluyó su email con las palabras que Erez incluía en toda publicación que hacía en Facebook en el nombre del Jazón Ish: “Una persona está obligada en este mundo, mientras su alma siga consigo, a intentar continuar y crecer”. Esto claramente describe a Erez.

Erez, quien tenía ciudadanía estadounidense e israelí, era el mayor de seis hermanos. Luego de completar sus estudios de secundaria en Neve Shmuel en Efrat, se inscribió en la Ieshivá Maalot en el norte de Israel. Luego peleó para que lo aceptaran como voluntario en el ejército a pesar de sus problemas de salud. Su abuelo, Moshé Orbach, le dijo a la radio del ejército en una entrevista previa al funeral que la solicitud de Erez de servir en el ejército había sido rechazada varias veces, pero que él continuó “peleando para ser reclutado en el ejército”. Él sentía que era su deber servir. Su rango fue elevado de forma póstuma a subteniente.

El funeral de las cuatro víctimas de terrorismo fue en un gélido día lunes. Los horarios fueron programados de forma que la gente pudiera asistir a varios funerales. Cuatro jóvenes soldados judíos fueron enterrados en el suelo de la tierra que tanto amaban: la teniente Yael Yekutiel (20), de Givataim; la teniente Shir Hajaj (22), de Maalé Adumim; la subteniente Shira Tzur (20) de Haifa; y el subteniente Erez Orbach (20), de Alon Shvut en Gush Etzion.

La carretera de dos pistas que conduce al cementerio de Kfar Etzion estaba llena de autos y buses que se dirigían al funeral de Erez. Aproximadamente 1000 personas asistieron al funeral. Varios miembros de la familia dieron un discurso fúnebre —su padre Uri, su madre Keren, su hermano Alon, su abuela y una tía—, además de su comandante y de Rav Iosef Rimon. Su madre habló corta y emotivamente sobre cuán bendecida se sentía por haber tenido a Erez durante 20 años consigo.

Rav Rimon habló sobre el dictamen talmúdico (Ketuvot 111b) sobre cuánto más importante es mostrarle tus dientes al prójimo (sonreír) que darle un vaso de leche. Erez era una persona sonriente, alguien que rebosaba calidez y amistad. Rav Rimon notó que Erez solía ser de las primeras personas en llegar a la sinagoga por la mañana. El rabino dijo que a pesar de que Erez no estaba casado y no había traído una nueva vida al mundo, sí trajo vida a las vidas de muchos.

Erez fue enterrado en la nueva sección del cementerio, la cual fue designada para soldados, y es actualmente el único soldado que se encuentra enterrado allí. Rezo por que sea también el último.

Por favor reza por la pronta recuperación de los soldados heridos, así como por el bienestar de sus familias y amigos.

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