Ataques en España: “Europa está perdida; los judíos deberían considerar mudarse a Israel”

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El Rabino Jefe de Barcelona advierte a sus compatriotas judíos que arranquen mientras puedan. No todos están de acuerdo.

Después de que un terrorista vinculado a ISIS estrelló una camioneta en un área de peatones muy concurrida en el centro de Barcelona, asesinando a 14 personas e hiriendo a más de 100, muchos de gravedad, el Rabino Jefe de Barcelona advirtió a los judíos de la ciudad que “arranquen mientras puedan”.

“Les digo a mis congregantes: no piensen que estamos aquí para siempre”, explicó el Rav Meir Bar-Hen después de la matanza. “Y los aliento a comprar propiedades en Israel. Este lugar está perdido. No repitan el error de los judíos de Argelia, de los judíos de Venezuela. Mejor (irse) temprano que tarde”.

Toda España está sorprendida por el ataque, como también por el anuncio de la policía española de que han desbaratado otro ataque inminente en la popular ciudad de Cambrils. La policía después reveló que terroristas habían planeado construir una bomba gigante para detonar en Barcelona, pero una explosión en su fábrica secreta de bombas llevó a los terroristas a abandonar ese plan, el cual podría haber resultado en cientos de muertes.

Llamando a España un “núcleo de terrorismo islámico”, él describió un país en el cual los islamistas radicales están inmersos y creciendo fuertes.

Para el Rabino Bar-Hen, estas conspiraciones no fueron una sorpresa. Llamando a España un “núcleo de terrorismo islámico”, él describió un país en el cual los islamistas radicales están inmersos y creciendo fuertes. “Europa está perdida”, advirtió el rabino, y la comunidad judía de Barcelona está “condenada”.

No todos los judíos de España comparten el pesimismo del rabino Bar-Hen sobre el futuro de su comunidad. Después del ataque, la Federación de Comunidades Judías de España emitió una declaración diciendo que ellos “tienen completa confianza en las fuerzas de seguridad que trabajan diariamente para prevenir que fanáticos y musulmanes radicales causen dolor y caos en nuestras ciudades”.

“Barcelona es una ciudad en donde los judíos han vivido durante cien años y de la cual están orgullosos”, dijo Victor Sorenssen, un vocero de la Comunidad Judía de Barcelona. “Nosotros los judíos no dejaremos nuestra ciudad. Estamos viviendo un resurgimiento de la cultura judía”.

La vida judía ha estado en realidad floreciendo en Barcelona y en otros lugares de España en los últimos años, alimentada por la inmigración desde Marruecos, los países balcánicos, otros países de Europa y más recientemente, desde Latinoamérica. En el 2014, el gobierno español incluso dio el paso de invitar formalmente a los descendientes de judíos expulsados de España en 1492. Hoy en día, 45.000 judíos viven en España, incluyendo unos 15.000 judíos en Barcelona, que es hogar de sinagogas, una escuela judía e incluso un restaurante kósher.

Como ejemplo de cuán aceptados se sienten los judíos en Barcelona, este restaurante kósher, Maccabi, está ubicado en medio de la mayor vía pública de la ciudad, que lamentablemente fue la escena del trágico ataque terrorista (aunque el fatal ataque ocurrió cerca, la policía ha dicho que ellos no creen que el restaurante kósher haya sido el blanco). Cuando el ataque ocurrió, unas ochenta personas estaban en el restaurante y se resguardaron allí. Como la policía acordonó el área, los clientes y empleados dentro del restaurante se quedaron allí durante horas, rezando dentro del restaurante.

Pero incluso los judíos que se sienten en casa en España han sentido inquietud en los años recientes, porque algunos españoles han fallado en condenar o incluso notar actitudes anti-Israel y antijudías extremas entre ellos.

Las cincuenta municipalidades en España han aprobado resoluciones BDS en contra de Israel en los años recientes. Y a pesar de que algunas cortes españolas han anulado a menudo estas resoluciones, España tiene la mayor cantidad de resoluciones de boicot anti-Israel en toda Europa.

Muchos judíos en Barcelona estaban horrorizados el pasado abril cuando un festival literario de Barcelona invitó a la terrorista condenada Leila Khaled a hablar. Khaled secuestró el vuelo 40 de TWA en 1969, y en 1970 ayudó a secuestrar el vuelo 219 de El-Al. En aquel caso, Khaled trabajó como miembro de Septiembre Negro, el grupo terrorista que asesinó a siete atletas israelíes en las Olimpiadas de Munich en 1972. A pesar de su sanguinaria historia, fotografías de Khaled fueron colgadas en las calles principales de Barcelona para promover el festival.

Los judíos de Barcelona protestaron, al igual que el gobierno de Israel. El presidente de la Comunidad Palestina del País Vasco de España, Fadi Hassan, le escribió al Consejo de Barcelona rogándoles que cancelaran la invitación.

A pesar de estas protestas, la alcaldesa de Barcelona Ada Colau Ballano, dio la bienvenida a Khaled en su ciudad, e incluso condujo a la municipalidad de Barcelona a adoptar una resolución condenando “violaciones de la ley internacional” en Israel. Para el rabino Bar-Hen, este episodio muestra que las autoridades de Barcelona “no entienden la naturaleza del terrorismo… ellos lo tratan como una acción a manos de los relegados”.

El viernes pasado, el día después del ataque, la alcaldesa Ballano le rogó a las personas asistir a una marcha de solidaridad más tarde ese día: “Barcelona es una ciudad de paz. El terror no hará que dejemos de ser quienes somos: una ciudad valiente abierta al mundo”.

Miles llegaron. El Rey de España Felipe VI, el Primer Ministro Mariano Rajoy y otros dignatarios se unieron a una multitud de miles en el centro de Barcelona. Juntos, ellos observaron un minuto de silencio. Muchos de los judíos de Barcelona dijeron que estaban decididos a atender a la marcha. Victor Sorenssen habló por muchos de los judíos de Barcelona cuando declaró, “El terrorismo, con su infame mecanismo de miedo, no será capaz de derrotarnos. Barcelona no tiene miedo, los judíos de Barcelona se unen en esta actitud”.

Personal de seguridad le dijo al rabino que temían por su seguridad si él se aventuraba afuera con el clima actual.

La policía le aconsejó al rabino Bar-Hen evitar áreas públicas en el futuro cercano. El rabino se ve reconociblemente judío y personal de seguridad le dijo que temían por su seguridad si él se aventuraba afuera con el clima actual.

La comunidad judía de Barcelona puede estar floreciendo en ciertas formas, pero las advertencias de la policía al rabino Bar-Hen son una advertencia para todos los judíos: no están realmente en casa aquí.

La horrorosa tragedia del ataque terrorista de Barcelona llegó durante un periodo en el calendario judío en donde recordamos la promesa de regresar a nuestra patria, Israel. En el ciclo del año judío, el verano es un momento de recuerdo de la destrucción del antiguo Templo en Jerusalem y nuestro exilio de nuestra patria judía. Esto culmina en el día de duelo de Tishá B’Av cuando sentimos cuán lejos estamos de casa y cómo muchas generaciones han sido atrapadas en exilio, viviendo entre hostiles vecinos en el extranjero.

Tenemos que recordar que fuera de Israel estamos viviendo en exilio.

Después de este día de intenso duelo, contamos siete semanas de consuelo, recordando que este exilio eventualmente terminará y regresaremos a nuestra patria algún día. A veces, puede parecer difícil imaginarse regresar a Israel. Después de todo, tantos de nosotros estamos cómodos. Nos sentimos en casa en nuestras comunidades. Después de 2.000 años, el exilio ya apenas nos parece exilio. Hasta que la tragedia golpea. Hasta que nos encontramos a nosotros mismos siendo señalados. Hasta que nos dicen que la forma como nos vemos o quienes somos nos hace diferentes a las personas a nuestro alrededor. Nos recuerdan forzosamente que no estamos en casa aquí.

Algunos judíos han descartado las advertencias del rabino Bar-Hen de que “deberían estar pensando en mudarse a Israel” como “improbables”. Pero a medida que la amenaza del terrorismo persiste, a medida que el antisemitismo aumenta en el mundo, creo que sería sabio que cada judío considerara sus palabras. Quizás en realidad no hay futuro aquí. Tenemos que recordar que fuera de Israel estamos viviendo en exilio. No hay como negar ese hecho. Es tiempo de empezar a pensar seriamente que nuestro futuro —y el de nuestros hijos— puede de verdad estar en el estado judío.

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