Discurso de Netanyahu en la ONU

15 min de lectura

Transcripción del último discurso del Primer Ministro Benjamín Netanyahu en la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Extraído de porisrael.org. Traducido por José Blumenfeld.

“Señor presidente, damas y caballeros,

Lo que estoy a punto de decir los conmocionará: Israel tiene un brillante futuro en la ONU.

Sé que escuchar eso de mí ahora, seguramente, debe caerles como una sorpresa, porque año tras año he estado en este mismo podio y he criticado a la ONU por su obsesivo prejuicio contra Israel. Y la ONU merecía cada mordaz palabra, para deshonra de la Asamblea General que el año pasado aprobó 20 resoluciones contra el democrático Estado de Israel y un total de tres resoluciones contra todos los demás países del planeta.

Israel, veinte; resto del mundo, tres.

Y qué decir de la broma llamada el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que cada año condena a Israel más que a todos los demás países del mundo. Aunque las mujeres, alrededor del mundo, son sistemáticamente violadas, asesinadas, vendidas como esclavas, ¿Cuál es el único país que la Comisión sobre la Mujer de la ONU eligió para condenar este año? Sí, ustedes lo han adivinado: Israel. Israel. Israel, donde las mujeres vuelan aviones de combate, dirigen grandes empresas, encabezan universidades, presiden —dos veces— la Corte Suprema, y han servido como Presidente de la Knéset, y Primer Ministro.

Y este circo continúa en la UNESCO. La UNESCO, el organismo de la ONU encargado de preservar el patrimonio mundial. Ahora, esto es difícil de creer, pero la UNESCO acaba de negar la conexión de 4.000 años entre el pueblo judío y su lugar más sagrado, el Monte del Templo. Eso es tan absurdo como negar la conexión entre la Gran Muralla China y China.

Damas y caballeros, la ONU, que comenzó como una fuerza moral, se ha convertido en una farsa moral. Así que cuando se trata de Israel en la ONU, probablemente pensarían que nada cambiará, ¿verdad? Pues piénsenlo otra vez. Ya ven, todo cambiará, y mucho más pronto de lo que piensan. El cambio ocurrirá en esta sala, porque cuando vuelvan a casa, sus gobiernos estarán cambiando rápidamente sus actitudes hacia Israel. Y tarde o temprano, cambiará la forma en que votarán sobre Israel en la ONU.

Cada vez más naciones en Asia, en África, en América Latina, más y más naciones ven a Israel como un socio potente, un socio en la lucha contra el terrorismo de hoy en día, un socio en el desarrollo de la tecnología del mañana.

Hoy en día Israel tiene relaciones diplomáticas con más de 160 países. Eso es casi el doble del número que teníamos cuando serví aquí como embajador de Israel, hace unos 30 años. Y esos lazos son más amplios y más profundos cada día. Los líderes mundiales valoran cada vez más que Israel sea un país potente con uno de los mejores servicios de inteligencia del mundo. Debido a nuestra experiencia sin igual y probada capacidad en la lucha contra el terrorismo, muchos de vuestros gobiernos buscan nuestra ayuda para mantener seguros a vuestros países.

Muchos también tratan de beneficiarse del ingenio de Israel en agricultura, en salud, en agua, en cibernética y en la combinación de grandes volúmenes de datos, conectividad e inteligencia artificial, esa combinación está cambiando nuestro mundo en todos los sentidos.

Deberían considerar esto: Israel es líder mundial en el reciclaje de aguas servidas. Reciclamos el 90% de nuestras aguas servidas. Ahora, ¿cuán notable es eso? Pues bien, teniendo en cuenta que el siguiente país en la lista sólo recicla el 20% de sus aguas servidas, Israel es una potencia mundial del agua. Así que, si tenemos un mundo sediento, y lo tenemos, no hay mejor aliado que Israel.

¿Qué hay de la seguridad cibernética? Ese es un problema que afecta a todos. Israel representa una décima parte del uno por ciento de la población del mundo, pero el año pasado atrajimos alrededor del 20% de la inversión privada global en seguridad cibernética. Quiero que digieran esa cantidad. En cibernética, Israel llega a la friolera de 200 veces por encima de su peso. Así que Israel también es una potencia cibernética global. Si los hackers están apuntando a vuestros bancos, vuestros aviones, vuestras redes de energía y casi todo lo demás, Israel puede ofrecerles la indispensable ayuda.

Los gobiernos están cambiando su actitud hacia Israel porque saben que Israel puede ayudarlos a proteger a sus pueblos, puede ayudarlos a alimentarlos, puede ayudarlos a mejorar sus vidas.

Este verano he tenido una oportunidad increíble de ver este cambio, muy vívidamente, durante una inolvidable visita a cuatro países africanos. Esta es la primera visita a África, en décadas, de un primer ministro israelí. El día de hoy, más tarde, me reuniré con los líderes de 17 países africanos. Discutiremos cómo la tecnología israelí puede ayudarlos en sus esfuerzos para transformar sus países.

En África, las cosas están cambiando. En China, India, Rusia, Japón, las actitudes hacia Israel han cambiado también. Estas poderosas naciones saben que, a pesar de su pequeño tamaño, Israel puede hacer una gran diferencia en muchas, muchas áreas que son importantes para ellos.

Pero ahora voy a sorprenderlos aún más. Verán, el mayor cambio en las actitudes hacia Israel está ocurriendo en otros lugares. Tiene lugar en el mundo árabe. Nuestros tratados de paz con Egipto y Jordania siguen siendo las anclas de estabilidad en la volátil zona de Medio Oriente. Pero tengo que decirles esto: Por primera vez en mi vida, muchos otros estados de la región reconocen que Israel no es su enemigo. Reconocen que Israel es su aliado. Nuestros enemigos comunes son Irán e ISIS. Nuestros objetivos comunes son la seguridad, la prosperidad y la paz. Creo que en los próximos años trabajaremos juntos para lograr estos objetivos, trabajaremos juntos abiertamente.

Así que las relaciones diplomáticas de Israel están experimentando nada menos que una revolución. Pero en esta revolución, nunca olvidamos que nuestra alianza más preciada, nuestra amistad más profunda es con los Estados Unidos de América, la nación más poderosa y la más generosa de la tierra. Nuestro inquebrantable vínculo con los Estados Unidos de América trasciende a los partidos y a la política. Refleja, por encima de todo, el abrumador apoyo a Israel entre el pueblo estadounidense, apoyo que está en niveles récord y por el cual estamos profundamente agradecidos.

Las Naciones Unidas denuncian a Israel; Estados Unidos apoya a Israel. Y un pilar central de esa defensa ha sido el firme apoyo de Estados Unidos a Israel en la ONU. Aprecio el compromiso del Presidente Obama con esa política de larga data de Estados Unidos. De hecho, la única vez que Estados Unidos ejerció el veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, durante la presidencia de Obama, fue sobre una resolución contra Israel en 2011. Como el presidente Obama declaró acertadamente en este podio, la paz no provendrá de declaraciones y resoluciones en las Naciones Unidas.

Creo que no está lejano el día en que Israel podrá confiar en que muchos, muchos países estarán junto a nosotros en la ONU. Lento pero seguro, los días en que los embajadores ante la ONU, como acto reflejo, condenen a Israel, esos días están llegando a su fin.

Damas y caballeros, la mayoría automática de hoy contra Israel en la ONU me recuerda la historia, la increíble historia de Hiroo Onada. Hiroo era un soldado japonés que fue enviado a las Filipinas en 1944. Vivió en la selva. Revolvía la basura para alimentarse. Evadió la captura. Finalmente se rindió, pero eso ocurrió recién en 1974, unos 30 años después de la Segunda Guerra Mundial. Durante décadas, Hiroo se negó a creer que la guerra había terminado. Mientras Hiroo estaba escondido en la selva, turistas japoneses nadaban en piscinas de hoteles de lujo estadounidenses en las cercanías de Manila. Finalmente, gracias a Dios, el ex comandante de Hiroo fue enviado para persuadirlo de que salga de su escondite. Sólo entonces Hiroo depuso sus armas.

Damas y caballeros, distinguidos delegados de tantas tierras, hoy tengo un mensaje para ustedes: Depongan las armas. La guerra contra Israel en la ONU ha terminado. Quizás algunos de ustedes no lo saben todavía, pero estoy seguro de que algún día, en un futuro no muy lejano, también recibirán el mensaje de su presidente o de su primer ministro informándoles que la guerra contra Israel en las Naciones Unidas ha terminado. Sí, lo sé, puede haber una tormenta antes de la calma. Sé que se habla de atacar en grupo a Israel en la ONU a finales de este año. Dada su historia de hostilidad hacia Israel, ¿alguien realmente cree que Israel permitirá que la ONU determine nuestra seguridad y nuestros intereses nacionales vitales?

No aceptaremos ningún intento por parte de la ONU de imponer condiciones a Israel. El camino de la paz pasa a través de Jerusalén y Ramala, no a través de Nueva York.

Pero independientemente de lo que suceda en los próximos meses, tengo plena confianza de que en los próximos años la revolución en la posición de Israel entre las naciones, finalmente penetrará en esta sala de las naciones. Tengo tanta confianza, de hecho, que predigo que dentro de una década un primer ministro israelí estará justo aquí, donde yo estoy y será realmente aplaudido por la ONU. Pero quiero preguntarles: ¿Por qué tenemos que esperar una década? ¿Por qué seguir vilipendiando a Israel? Tal vez porque algunos de ustedes no aprecian que el obsesivo prejuicio contra Israel no es sólo un problema para mi país, es un problema para vuestros países. Porque si la ONU pierde tanto tiempo condenando a la única democracia liberal en Medio Oriente, tiene mucho menos tiempo para enfrentar a la guerra, la enfermedad, la pobreza, el cambio climático y todos los otros graves problemas que aquejan al planeta.

¿Acaso vuestra condena a Israel ayudó en algo al medio millón de sirios sacrificados? El mismo Israel que ha tratado a miles de sirios heridos en nuestros hospitales, incluyendo un hospital de campaña que he construido justo al lado de la frontera con Siria en los Altos del Golán. ¿A los homosexuales que cuelgan de las grúas en Irán les ayuda vuestra denigración de Israel? Ese mismo Israel donde los gays marchan orgullosamente por nuestras calles y sirven en nuestro parlamento, incluyendo, estoy orgulloso de decirlo, en mi propio partido Likud. A los niños hambrientos en la brutal tiranía de Corea del Norte, ¿les ayuda vuestra demonización de Israel? Israel, cuyo know-how agrícola alimenta a los hambrientos en todo el mundo en desarrollo.

Cuanto más pronto termine la obsesión de la ONU con Israel, mejor. Mejor para Israel, mejor para vuestros países, mejor para la propia ONU.

Damas y caballeros, si los hábitos de la ONU son obstinados, los hábitos palestinos son aún más obstinados. El presidente Abbas acaba de atacar desde este podio la Declaración Balfour. Está preparando una demanda contra Gran Bretaña por esa declaración de 1917. Eso fue hace casi 100 años, habla de estar atrapado en el pasado. Los palestinos pueden, del mismo modo, demandar a Irán por la Declaración de Cyro, que permitió a los judíos reconstruir nuestro templo en Jerusalén hace 2.500 años. Ahora que lo pienso, ¿por qué no una demanda colectiva palestina contra Abraham por la compra de este terreno en Hebrón, donde los padres y madres del pueblo judío fueron enterrados hace 4.000 años? No se están riendo. Es tan absurdo como eso. ¿Demandar al gobierno británico por la Declaración Balfour? ¿Está bromeando? ¿Y esto se toma en serio aquí?

El presidente Abbas atacó la Declaración Balfour, porque reconoció el derecho del pueblo judío a un hogar nacional en la tierra de Israel. Cuando las Naciones Unidas apoyaron el establecimiento de un estado judío en 1947, reconocieron nuestros derechos históricos y morales sobre nuestra patria y en nuestra tierra. Sin embargo, hoy en día, casi 70 años más tarde, los palestinos siguen negándose a reconocer esos derechos: no a nuestro derecho a una patria, no a nuestro derecho a un estado, no a nuestro derecho a nada. Y esto sigue siendo el verdadero núcleo del conflicto, la persistente negativa palestina a reconocer al estado judío con cualquier frontera. Ya ven, este conflicto no es acerca de los asentamientos. Nunca lo fue.

El conflicto hizo estragos durante décadas antes de que hubiera un solo asentamiento, cuando Judea, Samaria y Gaza estaban en manos árabes. La Margen Occidental y Gaza estaban en manos árabes y nos atacaron una y otra vez. Y cuando desarraigamos los 21 asentamientos en Gaza y nos retiramos de hasta el último centímetro de Gaza, no logramos la paz de Gaza, logramos miles de cohetes disparados desde Gaza contra nosotros.

Este conflicto se libra porque para los palestinos, los reales asentamientos tras los que están son Haifa, Jaffa y Tel Aviv.

Pero vean, la cuestión de los asentamientos es real y puede y debe resolverse en negociaciones sobre el estatus definitivo. Pero este conflicto nunca ha sido acerca de los asentamientos o acerca del establecimiento de un estado palestino. Siempre ha sido acerca de la existencia de un estado judío, un estado judío con cualquier frontera.

Damas y caballeros, Israel está dispuesto, yo estoy dispuesto, a negociar todos los temas del estatus definitivo, pero hay algo que nunca voy a negociar: Nuestro derecho a uno y único estado judío.

Vaya, ¿sostenido aplauso para el Primer Ministro de Israel en la Asamblea General? El cambio puede llegar más pronto de lo que pensaba.

Si los palestinos hubieran dicho sí a un estado judío en 1947, no habría habido ninguna guerra, ningún refugiado y ningún conflicto. Y cuando finalmente los palestinos digan sí a un estado judío, podremos poner fin a este conflicto de una vez por todas.

Ahora, aquí está la tragedia, porque, vean, los palestinos no sólo están atrapados en el pasado, sus líderes están envenenando el futuro.

Quiero que se imaginen un día en la vida de un niño palestino de 13 años de edad, lo llamaré Ali. Ali se despierta antes de ir a la escuela, se va a practicar con un equipo de fútbol llamado Dalal Mughrabi, un terrorista palestino responsable del asesinato de 37 israelíes que llenaban un autobús. En la escuela, Ali asiste a un evento patrocinado por el Ministerio de Educación palestino en honor de Baha Alyan, quien el año pasado asesinó a tres civiles israelíes. En su camino a casa, Ali mira una enorme estatua erigida hace tan sólo unas semanas por la Autoridad Palestina en honor de Abu Sukar, que detonó una bomba en el centro de Jerusalén, matando a 15 israelíes.

Cuando Ali llega a casa, enciende el televisor y ve una entrevista con un funcionario de alto rango palestino, Jibril Rajoub, quien dice que si tuviera una bomba nuclear, la detonaría sobre Israel ese mismo día. Entonces Ali enciende la radio y escucha al asesor del Presidente Abbas, Sultán Abu al-Einein, instando a los palestinos, he aquí un fragmento, “a cortar las gargantas de israelíes dondequiera que los encuentren”. Ali revisa su Facebook y ve un post reciente del Partido Fatah del Presidente Abbas denominando a la matanza de 11 atletas israelíes en los Juegos Olímpicos de Munich un “acto heroico”. En YouTube, Ali mira un clip del propio Presidente Abbas diciendo: “Damos la bienvenida a cada gota de sangre derramada en Jerusalén”. Cita textual.

Durante la cena, Ali le pregunta a su madre ¿qué sucedería si él matara a un judío y fuera a una prisión israelí? He aquí lo que ella le dice. Le dice que la Autoridad Palestina le pagaría miles de dólares por mes. De hecho, ella le dice, cuantos más judíos matara, más dinero obtendría. Ah, y cuando salga de la cárcel, Ali tendría garantizado un puesto de trabajo con la Autoridad Palestina.

Damas y caballeros, todo esto es real. Sucede todos los días, todo el tiempo. Lamentablemente, Ali representa a cientos de miles de niños palestinos que, cada momento, cada hora, son adoctrinados con odio.

Esto es abuso infantil.

Imaginen a vuestro hijo sometido a este lavado de cerebro. Imagínense lo que se necesita para que un niño o una niña se liberen de esta cultura de odio. Algunos lo logran, pero demasiados no lo logran. ¿Cómo puede, cualquiera de nosotros, esperar que los jóvenes palestinos apoyen la paz cuando sus líderes envenenan sus mentes contra la paz?

En Israel no hacemos esto. Educamos a nuestros hijos para la paz. De hecho, recientemente hemos puesto en marcha un programa piloto, mi gobierno lo hizo, para que el estudio del árabe sea obligatorio para los niños judíos, de modo que podamos entendernos mejor el uno al otro, de modo que podamos vivir juntos, lado a lado, en paz.

Por supuesto, como todas las sociedades, Israel tiene elementos marginales. Pero nuestra respuesta a esos elementos marginales, lo que hace toda la diferencia es nuestra respuesta a esos elementos marginales.

Tomemos el trágico caso de Ahmed Dawabsha. Nunca olvidaré mi visita a Ahmed en el hospital, pocas horas después de que fuera atacado. Un niño pequeño, realmente un bebé, sufrió quemaduras graves. Ahmed fue víctima de un terrible acto terrorista perpetrado por judíos. Yacía vendado e inconsciente mientras los médicos israelíes trabajaban día y noche para salvarlo.

No hay palabras que lleven consuelo a este niño o a su familia. Aun así, mientras estaba junto a su cama le dije a su tío, “Esto no es nuestro pueblo. Este no es nuestro camino”. Después ordenamos medidas extraordinarias para llevar a los atacantes de Ahmed a la justicia y hoy en día los ciudadanos judíos de Israel acusados de atacar a la familia Dawabsha están en la cárcel esperando el juicio.

Ahora, para algunos, esta historia muestra que ambas partes tienen sus extremistas y ambas partes son igualmente responsables de este conflicto aparentemente interminable.

Pero lo que la historia de Ahmed demuestra en realidad es todo lo contrario. Ilustra la profunda diferencia entre nuestras dos sociedades, porque mientras los líderes israelíes condenan a los terroristas, a todos los terroristas, árabes y judíos por igual, los líderes palestinos celebran a los terroristas. Mientras Israel encarcela a un puñado de terroristas judíos entre nosotros, los palestinos les pagan a miles de terroristas entre ellos.

Así que apelo al Presidente Abbas: usted tiene que tomar una decisión. Puede seguir avivando el odio, como lo hizo hoy, o finalmente puede enfrentar el odio y trabajar conmigo para establecer la paz entre nuestros dos pueblos.

Damas y caballeros, escucho el zumbido. Sé que muchos de ustedes han renunciado a la paz. Pero quiero que sepan – No he renunciado a la paz. Sigo comprometido con una visión de paz basada en dos estados para dos pueblos. Creo, como nunca antes, que los cambios que tienen lugar hoy en día en el mundo árabe ofrecen una oportunidad única para hacer avanzar esa paz.

Felicito al Presidente el-Sisi de Egipto por sus esfuerzos para promover la paz y la estabilidad en nuestra región. Israel acoge con beneplácito el espíritu de la iniciativa de paz árabe y da la bienvenida a un diálogo con los estados árabes para avanzar hacia una paz más amplia. Creo que para que se logre plenamente esa paz más amplia, los palestinos tienen que ser parte de ella. Estoy listo para comenzar negociaciones para lograr esto hoy – no mañana, no la semana que viene, hoy.

El Presidente Abbas habló aquí hace una hora. ¿No sería mejor si en lugar de hablar uno después del otro estuviéramos hablando uno al otro? Presidente Abbas, en lugar de despotricar contra Israel en las Naciones Unidas en Nueva York, lo invito a hablar con el pueblo israelí en la Knesset en Jerusalén. Y con mucho gusto iré a hablarle al Parlamento palestino en Ramala.

Damas y caballeros, aunque Israel busca la paz con todos nuestros vecinos, también sabemos que la paz no tiene un enemigo mayor que las fuerzas del Islam militante. La sangrienta estela de este fanatismo atraviesa a todos los continentes representados aquí. Atraviesa París y Niza, Bruselas y Bagdad, Tel Aviv y Jerusalén, Minnesota y Nueva York, desde Sydney hasta San Bernardino. Así que muchos han sufrido su barbarie: cristianos y judíos, mujeres y homosexuales, yazidis y kurdos y muchos, muchos otros.

Sin embargo, el precio más alto, el precio más alto de todos, ha sido pagado por musulmanes inocentes. Cientos de miles sacrificados sin piedad. Millones convertidos en refugiados desesperados, decenas de millones brutalmente subyugados. La derrota del Islam militante será, pues, una victoria para toda la humanidad, pero especialmente será una victoria para los muchos musulmanes que buscan una vida sin miedo, una vida de paz, una vida de esperanza.

Pero para derrotar a las fuerzas del Islam militante, debemos combatirlos sin descanso. Debemos combatirlos en el mundo real. Debemos combatirlos en el mundo virtual. Debemos desmantelar sus redes, interrumpir su financiación, desacreditar su ideología. Podemos derrotarlos y los derrotaremos. El medievalismo no es rival para la modernidad. La esperanza es más fuerte que el odio, la libertad más fuerte que el miedo.

Podemos hacerlo.

Damas y caballeros, Israel combate en esta fatídica batalla contra las fuerzas del Islam militante todos los días. Mantenemos nuestras fronteras a salvo de ISIS, evitamos que el contrabando de armas le cambie el juego a Hezbollah en Líbano, frustramos ataques terroristas palestinos en Judea y Samaria, la Margen Occidental, e impedimos ataques de misiles desde Gaza, controlada por Hamas.

Esa es la misma organización terrorista Hamas que cruelmente, increíblemente cruelmente, se niega a devolver a tres de nuestros ciudadanos y los cuerpos de nuestros soldados caídos, Oron Shaul y Hadar Goldin. Los padres de Hadar Goldin, Lea y Simcha Goldin, están aquí hoy con nosotros. Tienen una solicitud – enterrar a su amado hijo en Israel. Todo lo que piden es una cosa simple – poder visitar la tumba de su hijo caído Hadar, en Israel. Hamas se niega. Les importa un bledo.

Les imploro que los apoyen, que nos apoyen, que apoyen todo lo que es decente en el mundo contra la inhumanidad de Hamas – contra todo lo que es indecente y brutal. Hamas rompe todas las reglas humanitarias del libro, rompe el mismo libro.

Damas y caballeros, la mayor amenaza para mi país, para nuestra región, y básicamente para nuestro mundo, sigue siendo el régimen islámico de Irán. Irán busca abiertamente la aniquilación de Israel. Es una amenaza para los países de Medio Oriente, patrocina el terrorismo en todo el mundo.

Este año, Irán ha disparado misiles balísticos, desafiando directamente las Resoluciones del Consejo de Seguridad. Ha expandido su agresión en Irak, en Siria, en Yemen. Irán, el principal patrocinador mundial del terrorismo continuó construyendo su red global de terrorismo. Esa red terrorista ahora se extiende a los cinco continentes.

Así que mi punto es el siguiente: La amenaza que representa Irán para todos nosotros no está detrás de nosotros, está delante de nosotros. En los próximos años, debe haber un sostenido y unido esfuerzo para rechazar la agresión de Irán y el terrorismo de Irán. Con las limitaciones nucleares sobre Irán un año más cerca de ser eliminadas, permítanme ser claro: Israel no permitirá que el régimen terrorista en Irán desarrolle armas nucleares – no ahora, no en una década, ni nunca.

Damas y caballeros, hoy me presento ante ustedes en un momento en que el ex presidente de Israel, Shimon Peres, está luchando por su vida. Shimon es uno de los padres fundadores de Israel, uno de sus más valientes hombres de estado, uno de sus líderes más respetados. Sé que todos ustedes se unirán a mí, se unirán a todo el pueblo de Israel, deseándole Refuah Shlemah Shimon, una pronta recuperación.

Siempre he admirado el optimismo sin límites de Shimon, y como él, yo también estoy lleno de esperanza. Estoy lleno de esperanza porque Israel es capaz de defenderse contra cualquier amenaza. Estoy lleno de esperanza porque el valor de nuestros combatientes, hombres y mujeres, es insuperable. Estoy lleno de esperanza porque sé que las fuerzas de la civilización, finalmente, triunfarán contra las fuerzas del terrorismo. Estoy lleno de esperanza porque en la era de la innovación, Israel – la nación innovación – está prosperando como nunca antes. Estoy lleno de esperanza porque Israel trabaja sin descanso para promover la igualdad y las oportunidades para todos sus ciudadanos: judíos, musulmanes, cristianos, drusos, para todos. Y estoy lleno de esperanza, porque a pesar de todos los detractores, creo que en los próximos años, Israel forjará una paz duradera con todos nuestros vecinos.

Damas y caballeros, tengo esperanza acerca de lo que Israel puede lograr, porque he visto lo que Israel ha logrado. En 1948, el año de la independencia de Israel, nuestra población era de 800.000 personas. Nuestro principal producto de exportación eran naranjas. La gente decía entonces que éramos demasiado pequeños, demasiado débiles, demasiado aislados, demasiado superados demográficamente para sobrevivir, mucho menos para prosperar. Los escépticos estaban equivocados acerca de Israel entonces; los escépticos están equivocados acerca de Israel ahora.

La población de Israel se ha multiplicado por diez, nuestra economía por cuarenta. Hoy en día nuestro principal producto de exportación es tecnología – tecnología israelí, que aumenta la potencia de las computadoras, los teléfonos celulares, los automóviles, y mucho más, del mundo.

Damas y caballeros, el futuro pertenece a los que innovan y es por eso que el futuro pertenece a países como Israel. Israel quiere ser vuestro socio en aprovechar ese futuro, así que apelo a todos ustedes: Cooperen con Israel, abracen a Israel, sueñen con Israel. Sueñen con un futuro que podemos construir juntos, un futuro de impresionante progreso, un futuro de seguridad, prosperidad y paz, un futuro de esperanza para toda la humanidad, un futuro en el que, incluso en la ONU, incluso en esta sala, Israel, finalmente, inevitablemente, tome el lugar que le corresponde entre las naciones.

Gracias”.

Extraído de porisrael.org. Traducido por José Blumenfeld.

Haz clic aquí para comentar sobre este artículo
guest
0 Comments
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
EXPLORA
ESTUDIA
MÁS
Explora
Estudia
Más
Contacto
Lenguajes
Menu
Donar
Únete a nuestro newsletter
Redes sociales
.