El regalo de ser judío

2 min de lectura

Cuatro preguntas para que te formules a ti mismo.

Rav Nóaj Weinberg ztz"l solía preguntar: si colocas un sobre con un millón de dólares en el carro de un indigente, pero él nunca lo abre, ¿es rico o sigue siendo pobre?

A menudo buscamos algo que ya tenemos en nuestros carros, pero aún no hemos dedicado el tiempo ni el esfuerzo para abrir el sobre y ver el valioso regalo en su interior.

Como el regalo del judaísmo, que a veces doy por obvio. El regalo que mis tatarabuelos les pasaron a sus hijos a pesar del terrible antisemitismo que los rodeaba. El regalo al que mi abuela se aferró tenazmente mientras se esforzaba para respetar Shabat en una época y un lugar que ridiculizaba su compromiso con sus tradiciones. El regalo que mi madre se rehusó a abandonar en medio de sus propias luchas para establecerse profesionalmente, y también hizo todo lo posible para brindarles a sus hijos una educación judía, para que el regalo no se perdiera.

Ahora, el regalo de ser judía, como si fuera un boleto ganador de lotería, está en mi mano. Soy muy afortunada de haber recibido este regalo del judaísmo. Pero necesito saber cómo usarlo y valorarlo, para darle relevancia. Necesito que el regalo sea los cimientos de mi hogar y los andamios de mis días.

Entonces, me formulo estas cuatro preguntas para asegurarme que valoro el regalo de ser judía.

1. ¿Continúo aprendiendo sobre mi legado?

¿Leo libros o asisto a clases inspiradoras que me enseñan más sobre nuestra historia y la sabiduría de la Torá? ¿Tengo una compañera de estudio? ¿Escucho ideas que me enriquecen y me acercan a mi identidad judía?

2. ¿Les transmito el regalo a mis hijos?

¿Les doy la educación que necesitan para poder aprender sobre la Torá y sus ancestros? ¿Les doy las herramientas que necesitan para examinar sus creencias y valores? ¿Les muestro cómo rezar, cómo dar, cómo enorgullecerse de su judaísmo?

3. ¿Apoyo a Israel?

¿Hago lo mejor que puedo para apoyar la patria judía? ¿Visito Israel? ¿Doy a Israel del dinero que separo para caridad? ¿Defiendo a Israel? ¿Rezo por los soldados que protegen nuestras fronteras?

4. ¿Me acerco a mis hermanos judíos?

¿Me acerco a otros judíos que no recibieron el regalo de una educación judía? ¿Comparto mi regalo con otros? ¿Invito a mi mesa de Shabat a quienes nunca experimentaron un Shabat? ¿Recibo personas diferentes a mí, y les abro mi corazón? ¿Transmito el regalo de mi educación cada vez que tengo la oportunidad de hacerlo?

No quiero comenzar el 2018 con un regalo sellado dentro de un sobre que no aprecio ni valoro. Encontrar buenas respuestas en nuestra búsqueda para utilizar nuestros regalos comienza formulando buenas preguntas. ¿Qué otras preguntas sobre el regalo de ser judíos nos podemos hacer? Comparte abajo, en la sección de comentarios, lo que valoras sobre ser judío.

EXPLORA
ESTUDIA
MÁS
Explora
Estudia
Más
Contacto
Lenguajes
Menu
Donar
Únete a nuestro newsletter
Redes sociales
.