La prohibición de la shejitá en Europa

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Una manera encubierta de decir que los judíos y otras minorías ya no son bienvenidos.

La hostilidad hacia la carne kósher está creciendo de forma alarmante en toda Europa. El popular periódico británico Daily Mail sacó este incendiario titular: “Tu hamburguesa tiene carne que fue faenada con los crueles métodos kósher”.

El diario advertía que “en las principales carnicerías, restaurantes y supermercados de Gran Bretaña venden carne de vaca y de cordero de animales que fueron matados en crueles ceremonias rituales”, como si la carne kósher fuera algo repugnante y los judíos que la comen una peligrosa amenaza.

Por toda Europa, esas actitudes son cada vez más comunes. La Asociación Británica de Veterinarios, la Sociedad Real de Protección a los Animales, el Grupo Compasión en el Mundo de la Ganadería y otras organizaciones, han declarado que la producción de carne kósher es singularmente cruel y han decidido que la prioridad es prohibir la faena kósher (así como la faena islámica, llamada dhabihah). Ellos organizan peticiones, difaman los alimentos kósher en cartas a periódicos y revistas y sacan publicidades provocadoras.

Los ataques fraudulentos a la carne kósher e islámica están despertando prejuicios por toda Europa, explicó en una entrevista exclusiva con Aish.com Shimón Cohen, director de la campaña de Shejitá UK, una organización británica que educa al público sobre la matanza kósher. El implacable ataque negativo de la prensa está volviendo al público en contra de la comida kósher. Una encuesta del 2013 reveló que el 45% de los británicos estaban a favor de prohibir directamente la carne kósher.

Irónicamente, dadas todas las calumnias difundidas respecto al método kósher de matar animales para alimento, la shejitá se encuentra entre los métodos más humanos. En la shejitá, sólo se usan para alimento aquellos animales sanos y sin heridas. Un matarife especialmente entrenado llamado shojet, efectúa una rápida incisión con un cuchillo que tiene el filo de un instrumento quirúrgico en el cuello del animal, cortando todos los vasos sanguíneos y las estructuras importantes en un mismo momento. Esto provoca que el animal quede inconsciente de inmediato y resulta en una muerte rápida e indolora. Se mata sólo de a un animal por vez, y nunca se permite que otros animales sean testigos de la muerte de otro ser vivo.

Matar animales nunca es un tema placentero, pero el método kósher asegura el cumplimiento del mandato judío de tzaar baalei jaim, la prohibición de causar dolor a los animales.

Actualmente, en muchos países occidentales, la faena no kósher es precedida por el “aturdimiento”, un método brutal que originalmente fue desarrollado para facilitar la matanza de gran cantidad de animales al mismo tiempo, en condiciones similares a una fábrica.

De acuerdo con la Sociedad Real Británica de Protección a los Animales, en la mayoría de los casos el proceso de “aturdimiento” consiste en “disparar un perno de metal en el cerebro del animal”. Para las aves, el proceso de aturdimiento es diferente: “Las aves se cuelgan de las patas con grilletes de metal, en una cinta transportadora en movimiento. De esta forma la línea de producción llega a un baño de agua para aturdimiento. Cuando la cabeza del ave toma contacto con el agua se completa un circuito eléctrico entre el agua y el grillete de metal, lo que aturde al ave. La cinta transportadora entonces la lleva a un dispositivo mecánico que corta la mayor parte de los vasos sanguíneos del cogote del pájaro”.

Increíblemente, a pesar de la naturaleza grotesca de la matanza no kósher, lo que se denomina cruel es la matanza kósher.

En el año 2014 el director de la Sociedad Real Británica de Protección a los Animales pidió la prohibición inmediata de la matanza kósher (e islámica), aludiendo a los derechos de los animales y definiendo a la prohibición de carne kósher “uno de los temas más importantes en nuestro radar”, insistiendo que la única forma humana de matar animales es aturdirlos antes brutalmente. (Algunas autoridades musulmanas permiten que los animales sean aturdidos antes de matarlos. Pero dado que las leyes de kashrut exigen que el animal no esté herido antes de matarlo, el aturdimiento no está permitido). Las autoridades judías sostienen que la shejitá kósher, en la cual un corte en el cuello del animal lo deja de inmediato inconsciente, también lo aturde de forma efectiva.

Sin embargo, las calumnias y los peligrosos argumentos respecto a que la matanza kósher de cierta forma es barbárica se han extendido ampliamente por Europa, y muchos están trabajando para lograr prohibir la shejitá.

Suiza fue el primer país europeo en prohibir la matanza kósher en 1894, con una campaña que en ese momento se vio como un mensaje claro de que los judíos del país no eran bienvenidos. En 1929, Noruega prohibió la matanza kósher en medio de un debate sumamente cargado y antisemita. Cuando los nazis subieron al poder en Alemania en 1933, uno de sus primeros decretos fue la prohibición de la matanza kósher.

Hoy, muchos países europeos nuevamente están atacando la matanza kósher.

“En Europa se presta cada vez más atención a las comunidades musulmanas”, explica Shimón Cohen de Shejitá UK. “Una manera de limitar las comunidades musulmanas sin sonar racistas es atacar la matanza ritual”. De la misma manera que Suiza transmitió un claro mensaje respecto a que su minoría judía no era bienvenida al prohibir la matanza kósher hace un siglo, los activistas y legisladores de toda Europa hoy transmiten un mensaje similar a los musulmanes al tratar de prohibir sus métodos de matanza religiosos. En Europa, los judíos sufren “un daño colateral”, explica Cohen.

En el 2013, Polonia introdujo una prohibición a la matanza kósher y halal. Luego de que la Unión de Comunidades Judías Religiosas apelara la decisión en la corte, la misma fue anulada en el 2015 para garantizar la libertad religiosa.

En el 2014 el gobierno de Dinamarca prohibió la matanza kósher y halal, así como la producción de carne kósher y halal, después de años de campañas por parte de los activistas. Quien entonces era ministro de agricultura y alimentación, Dan Jorgensen dijo en la televisión danesa que “los derechos de los animales preceden a la religión”. El Jefe Rabínico de Rusia, Rav Berel Lazar acusó en ese momento a aquellos que atacaban la matanza kósher de ser antisemitas y tratar de “luchar contra el judaísmo” demonizando la comida judía y a los judíos.

Suecia prohibió la matanza kósher de vacas desde la era nazi, en 1937, pero la prohibición no se extendió a las aves sino hasta 1988. Ese año ordenaron que las aves debían ser “aturdidas” eléctricamente antes de matarlas, lo que volvió ilegal la shejitá judía.

Dos regiones de Bélgica votaron recientemente una prohibición de la matanza kósher y halal a partir del año 2019. “Esta decisión, en el corazón de Europa Occidental y en el centro de la Unión Europea, envía un terrible mensaje a las comunidades judías en nuestro continente respecto a que los judíos no son aceptados”, explicó Moshé Kantor, presidente del Congreso Judío Europeo. “Eso ataca el eje mismo de nuestra cultura y de nuestra práctica religiosa, así como nuestro estatus como ciudadanos con igualdad de derechos…”

En Gran Bretaña, el partido de extrema derecha UK Independence pide la prohibición total de la matanza kósher (e islámica) en Gran Bretaña. Por lo general el partido no se considera demasiado preocupado por el bienestar de los animales (incluso quieren reintroducir la caza de zorros en el país), pero llevaron adelante una campaña mostrando a los judíos como crueles y dispuestos a cerrar los ojos al “tratamiento ético de los animales”.

En los Países Bajos, el partido de los Derechos de los Animales, que tiene cinco bancas en el parlamento y hace mucho pide la prohibición de la matanza kósher, prometió introducir este año una legislación prohibiendo nuevamente la matanza kósher e islámica. El tema parece ser en gran medida simbólico: sólo hay un shojet trabajando en todo el país, pero en los debates públicos sus métodos son descriptos como no éticos y crueles.

Mientras más políticos y activistas proclaman que la matanza kósher es “barbárica”, millones de personas por todo Europa aprenden a equiparar la práctica religiosa judía con falsos cargos de crueldad con los animales. “No se trata del bienestar de los animales; es un tema de control de la población”, dice Shimón Cohen, de Shejitá UK, mientras se prepara para desafiar otra propuesta más de prohibición de la shejitá en Europa. Los intentos por prohibir la shejitá parecen ser una forma codificada de decir que los judíos y otras minorías no son bienvenidos en Europa.

Aquí hay tres cosas que todos podemos hacer para ayudar a proteger la shejitá kósher en Europa y en otras partes.

1. ¡Habla! Cuando veas que se calumnia a la shejitá en las noticias o en los medios de comunicación, escribe al editor señalando que sus palabras son erróneas y dañinas. Cuando escuches que la gente menosprecia la matanza kósher, tómate el tiempo de aclarar las cosas.

2. Deja que los legisladores se enteren de lo que sientes. Llama a tus representantes locales y transmíteles tu apoyo a las leyes que garantizan la shejitá. Los llamados telefónicos y las cartas de los electores pueden tener mucho impacto, demostrándoles a los legisladores que muchos de ellos desean que la shejitá siga siendo legal.

3. Compra carne kósher. Como señal de solidaridad, decide comprar carne kósher, fortaleciendo el mercado de carne y productos kósher.

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