Tenista israelí detiene juego antes de Iom Kipur

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David Sela realizó una contundente declaración de que nada es más importante que su identidad judía.

La estrella de tenis israelí David Sela estaba disputando un partido el viernes antes de Iom Kipur, justo antes de que el sol se pusiera en Shenzhen, China, lo cual marcaba el inicio de la solemne festividad. Sela, 32, es el mejor jugador masculino israelí de tenis single. Él competía en los cuartos de final en un torneo mundial ATP de tenis profesional. Esa tarde, él había perdido su primer set en contra de Alexandr Dolgopolov, el jugador masculino de ranking más alto de Ucrania, pero luego derrotó a Dolgopolov 6-4 en el segundo set. Mientras jugaba duro en medio del tercer set, Sela revisó su reloj, luego caminó hacia el juez y le dijo que abandonaría el juego porque Iom Kipur estaba a punto de comenzar y él no podía jugar en Iom Kipur. Al hacer esto, él sacrificó no solamente $12.000 dólares, sino que, más importante para un jugador de tenis profesional, él sacrificó 45 puntos de ranking, lo que alteró su ranking mundial.

Su hermano Ofir explicó más tarde en un post en medios sociales que David no es particularmente religioso, pero como un representante del estado judío, él respetaba la santidad de Iom Kipur.

¿Qué hace que un judío que no es particularmente religioso y cuya vida desde los 15 años ha estado dedicada a ganar torneos de tenis, abandone un partido tan importante?

Cualquiera que haya pasado alguna vez Iom Kipur en Israel ha vivenciado la absoluta singularidad de este santo día. Israel es el único país del mundo que cierra su aeropuerto internacional un día al año, en Iom Kipur. Israel es también el único país del mundo que cesa sus transmisiones de televisión y de radio un día al año, en Iom Kipur. En este país de constantes discusiones religiosas entre judíos, la única cosa que nosotros los judíos israelíes tenemos como acuerdo unánime es la santidad de Iom Kipur.

Para esclarecer este profundo y misterioso compromiso, uno debe entender que, en el judaísmo, el mayor castigo Divino no es la muerte, sino que, a nivel nacional, el mayor castigo es el exilio de la tierra de Israel. A nivel individual, el mayor castigo es karet, lo que implica ser ‘desconectado’ espiritualmente del alma colectiva del pueblo judío.

Si bien cada alma es única, cada judío es a su vez una pequeña célula en la meta-alma del pueblo judío, una entidad espiritual colectiva que nos une a todos nosotros en el más sublime nivel. Incluso el más grave pecado de asesinato o adulterio no desconectan a un judío de su conexión al alma grupal del pueblo judío.

Esto significa que incluso los judíos más caprichosos, deshonestos o promiscuos siguen siendo judíos mientras se aferren a su identidad judía. Iom Kipur es el distintivo de la identidad judía. Es una afirmación —ya sea en el aeropuerto Ben Gurion en Tel Aviv o en las canchas de tenis de Shenzhen, China— que cualquier otra cosa que yo sea, mi más profunda e indisoluble identidad es que soy parte del pueblo judío.

Al aferrarse a su identidad judía, David Sela entendió que, dicha identidad, vale más que incluso el más grandioso de los campeonatos.

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