Refugiado sirio agradece a Israel

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Aboud Dandachi quiere que el mundo sepa lo genial que es Israel.

Aboud Dandachi, un refugiado sirio de 39 años que vive actualmente en Estambul, Turquía, está gritando a los cuatro vientos: ¡Gracias Am Israel!". Él está agradeciendo públicamente en su página web, en Twiter y en Facebook a los individuos y organizaciones judías e israelíes por ayudar a los refugiados sirios y, lentamente, el mundo está comenzando a escuchar.

"No hay nada extraordinario en agradecer", explicó Dandachi a AishLatino.com en una entrevista exclusiva. "Los israelíes y judíos que están arriesgándolo todo por ayudar a mi pueblo, ellos sí son extraordinarios. Ellos tienen todas las excusas del mundo para mantenerse alejados de la crisis de refugiados que se creó por la guerra en mi país, pero en todo el mundo, los judíos han mostrado una tremenda compasión y una actitud sumamente generosa hacia los sirios. Decir gracias es lo menos que puede hacer una persona".

Dandachi, un musulmán sunita de la ciudad siria de Homs, trabajaba como director de proyectos de TI hasta que detonó la guerra civil que tiene dividido a su país y que ha dejado un saldo de más de doscientos cincuenta mil muertos y cuatro millones de refugiados. Dandachi dejó Siria en el año 2013, escapando primero al Líbano y luego a Turquía, donde vive actualmente en la ciudad de Estambul.

Me fui dando cuenta de a poco que ningún israelí me había hecho daño, nunca.

 

Durante los últimos cinco años de guerra, Dandachi, al igual que muchos sirios, se vio forzado a reevaluar muchas de las creencias con las que creció. Habiendo sido criado en Siria y Arabia Saudita, y habiendo asistido a la universidad en Jordania, Dandachi describe estos ambientes como "muy antisemitas", donde enseñaban a sospechar y desconfiar de los judíos y de Israel. Pero mientras atestiguaba la guerra que afectaba a Siria y mientras se embarcaba en una vida de refugiado, Dandachi comenzó a reconsiderar muchas de sus conjeturas.

"Fue un proceso gradual", explica, "en el que me fui dando cuenta poco a poco que ningún israelí me había hecho daño, nunca, pero que yo era un refugiado precisamente por lo que otros sirios y árabes le habían hecho a mi ciudad. Entonces, ¿por qué querría ser enemigo de los israelíes? Eso tendría tanto sentido como ser enemigo con alguien de India, Japón o Argentina".

Al mismo tiempo, Dandachi comenzó a escuchar de organizaciones judías e israelíes que se  movilizaban para ayudar a los refugiados sirios, muchas veces poniéndose en peligro a sí mismas. Cientos de sirios han recibido tratamiento médico que les ha salvado la vida en hospitales israelíes. El ejército israelí ha operado un hospital de campaña en la frontera con Siria. Trabajadores humanitarios israelíes trabajan con refugiados sirios en Grecia, Alemania, los Balcanes y Jordania, y muchos israelíes comunes y corrientes han donado por montones ropas y suministros (removiendo primero las etiquetas en hebreo para camuflar su origen). Las comunidades judías alrededor del mundo se han movilizado para ayudar a quienes han sido desplazados por la guerra de Siria.

Dandachi explica que, mientras leía y aprendía sobre lo que estaban haciendo las organizaciones e individuos judíos e israelíes, su forma de pensar iba gradualmente cambiando.

El ímpetu por encontrar una forma de decir públicamente "gracias" vino en el 2014, cuando el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu visitó heridos sirios en las Alturas del Golán. "Recuerdo que entonces la oposición Siria dijo que Netanyahu debía dejar de usar a los heridos sirios como propaganda, entre otros sinsentidos. Le dije a la oposición: '¿Están locos? ¿Ni siquiera pueden decir gracias?'. Es tan inmaduro", recuerda Dandachi.

En diciembre del 2015, Dandachi decidió que era hora de actuar: proclamar "gracias" a los judíos e israelíes de cualquier forma que pudiera.

Él creó una nueva página web, en la que escribió: "Dicen que uno de las verdaderas pruebas morales de una sociedad es cómo tratan a las personas necesitadas, quienes no tienen nada para ofrecer a cambio salvo gratitud. Y este es un desafío que israelíes y judíos han superado con una generosidad y caridad ejemplares, y es precisamente esa generosidad la que Thank You Am Israel ("Gracias Am Israel") pretende reconocer y agradecer. "Gracias a la gente de Israel y al pueblo judío alrededor del mundo por mostrar bondad y caridad con los sirios, ya sea mediante los equipos médicos de las FDI, los trabajadores humanitarios en Grecia y en los Balcanes, o las congregaciones en Norteamérica que han recaudado dinero para patrocinar a refugiados sirios. Que Dios los bendiga y proteja".

Dandachi comenzó a publicar artículos describiendo nuevas formas en las que las organizaciones israelíes y judías se estaban movilizando para ayudar.

"El pequeño grupo de voluntarios israelíes ha proveído más asistencia a los sirios que toda la ONU".

 

Un artículo reciente hizo mención de IL4Syria, una ONG israelí que ha movilizado a 200 voluntarios para proveer ayuda en Siria, muchas veces asumiendo grandes riesgos personales. Los voluntarios han donado suministros para 17 hospitales de campo, han ayudado a entrenar a voluntarios de la defensa civil Siria, han distribuido trajes de protección química para los doctores que tratan a las víctimas de los ataques con gases venenosos, y han donado impresoras 3D para fabricar órganos protésicos. "El pequeño grupo de voluntarios israelíes ha proveído más asistencia a los sirios que toda la ONU", declaró Dandachi con su típica franqueza, llamándola "una de las grandes hazañas de la asistencia humanitaria jamás realizadas".

Otro artículo reciente describía a otra ONG israelí, IsraAID, la cual envió a un equipo de voluntarios médicos y humanitarios a ayudar a los refugiados sirios en Europa, proveyéndoles cuidados médicos, ropas abrigadas, comida y ánimo. "El confort y alivio que experimenta un refugiado cuando se encuentra con gente que habla árabe entre el equipo de rescate no puede ser subestimado", explica Dandachi.

Otros artículos han destacado los esfuerzos realizados por otros grupos judíos alrededor del mundo para ayudar a los refugiados sirios. Al describir a un programa judeo-canadiense que patrocina y ayuda a familias de refugiados sirios en Canadá, Dandachi llama “milagroso” el hecho que los judíos se estén movilizando para ayudar a gente proveniente de una región que tradicionalmente siempre ha sido hostil hacia ellos e Israel. Otros programas que han sido descritos incluyen a Operación Ezra, un programa de la comunidad judía de Winnipeg para ayudar a salvar familias Yazidi, e instancias en las que diversas comunidades judías de Estados Unidos han reunido dinero para ayudar a los refugiados.

Las actividades de Dandachi han comenzado a acaparar más atención, y él ha comenzado a recibir mensajes de todo el mundo. Recibe un montón de abuso en Twitter, pero intenta ignorarlo. También ha recibido mucho apoyo. “Lo que más me ha sorprendido son los mensajes de los árabes. Esperaba hostilidad por parte de ellos, y en lugar de eso, una sorprendente cantidad me ha dicho que estoy diciendo lo que ellos no pueden decir y que debo seguir haciéndolo. Me sorprende la cantidad de árabes y refugiados como yo que dicen eso”, explica Dandachi. “Desafortunadamente la realidad en el Medio Oriente es que no hay ningún político árabe que diría ‘gracias’ a Israel”.

“La verdad es que a los sirios no les quedan muchos amigos en el mundo”, confidenció Dandachi. Abandonados por muchos de sus antiguos aliados y simpatizantes, y vilipendiados en gran parte del mundo, los refugiados sirios —explica él— han encontrado un "defensor" en muchos judíos e israelíes. “Estos son nuestros tiempos más oscuros, y eso significa que debemos apreciar a los amigos que tenemos ahora. Nadie habría podido culpar a los israelíes y judíos si se hubieran mantenido al margen de la crisis de refugiados, pero no lo hicieron. Arriesgan muchísimo para ayudarnos. Y lo mínimo que podemos hacer es decirles gracias. Decir gracias no es algo destacable: un acto de bondad es más destacable que cien gracias”.

Dandachi aún no ha visitado el estado judío, a pesar de que le encantaría hacerlo. Espera con ansias la época en que la guerra de Siria haya terminado, y tiene fe en que habrá paz entre sirios e israelíes. “Los israelíes han mostrado una tremenda buena voluntad con los sirios, lo cual empequeñece cualquier supuesta razón que podríamos tener para ser adversarios. Espero que ambos pueblos se den cuenta de eso una vez que haya terminado la guerra en Siria”.

Cuando le preguntamos qué consejo tiene para los que quieren ayudar, Dandachi es modesto. Urge a quienes quieran marcar una diferencia a apoyar a las organizaciones que están trabajando con los sirios, y destaca a la ONG israelí IsraAID como un ejemplo de ello.

(Este es el link a su página web (en inglés): http://www.thankyouamisrael.com)

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