¿Qué Pasa con la Casamentera?

5 min de lectura

Ella es la experta en emparejar a sus amigas. ¿Pero quien se está preocupando por ella?

Queridas Rosie & Sherry,

Soy una estudiante de 25 años que lleva una vida típica – escuela, trabajo, voy a una clase semanal de Aish, salgo con amigas, etc. Me encanta pasar tiempo con mis amigas, y las quiero a cada una de ellas. Típicamente me encuentro en medio de mi círculo social.

Suena genial – y lo es. Pero últimamente, estoy estresada. Debido a mi estatus de “mariposa social” y la habilidad de entender a las personas rápidamente, he sido coronada extraoficialmente como la casamentera del grupo. He arreglado citas para amigas; ¡algunas incluso ya han tenido bebés! Por más feliz que estoy de ser la chica a la que se puede acudir, siempre me pasan por alto. Ahora tengo miedo de quedarme sola.

¿Qué hago?

Sandi

Querida Sandi,

Podemos ver que disfrutas verdaderamente el estar involucrada con amigas y que estás orgullosa de las parejas que has armado. Al mismo tiempo, puede que tengas razón de que tu rol como casamentera extraoficial y chica a la cual se puede acudir esté dificultando tu habilidad de encontrar tu propia pareja. Nos alegramos de que hayas tenido la inquietud en un punto bastante temprano de tu vida adulta, de intentar comprender cómo esto puede estar estorbando tus propios objetivos de matrimonio. Veamos lo que puede estar ocurriendo.

Nos imaginamos que tu participación en un gran número de actividades te da una sensación de propósito, de logro, y de pertenencia. Es maravilloso poder sentirse así, y esperamos que tu vida siempre esté enriquecida por las cosas que haces por otros. Pero es importante ser capaz de balancear estas actividades haciendo cosas por ti. A veces, un individuo que está tan comprometido con ayudar a otros no pone suficiente énfasis en sus propias necesidades e intereses. ¿Es posible que esto te esté ocurriendo a ti?

¿Ayudar a otras personas te da un sensación de valor propio?

Te será de ayuda intentar comprender las razones del porqué has desarrollado un estilo de vida activo que se enfoca en la escuela, trabajo, la comunidad, amigas – es decir, exteriormente, pero no internamente. ¿Podría ser que el hecho de que hagas cosas buenas por otras personas te ayuda a sentirte más digna de lo que te sentirías normalmente? ¿Podría ser que, de alguna manera, has desarrollado la perspectiva de que enfocarte en tus propias necesidades es egoísta?

Por otro lado, mantener una vida ocupada que incluye hacer muchas cosas por otros puede ser algo que viste en tu propia familia y que quieres imitar. Incluso este enfoque saludable puede llevarte a veces a descuidar de ti misma. Si te resulta difícil atender tus propias necesidades, pedirle ayuda a tus amigas, o aceptar favores cuando te los ofrecen, debes hacer algunos cambios.

Te sugerimos que adoptes una especie de mantra para recordarte que tú también eres importante. El gran sabio talmúdico Hilel es famoso por decir, “Si no estoy para mí mismo, quien estará para mí… Y si estoy solamente para mí, ¿de qué sirvo?”. Su mensaje fue la importancia de balancear las necesidades personales con las de otras personas.

¿Cómo puedes hacer esto? Nuestra primera sugerencia es que identifiques qué áreas has descuidado por estar tan ocupada enfocándote en otros. ¿Estas durmiendo suficiente? ¿Haces ejercicio regularmente? ¿Comes bien? ¿Puede ser que tu ropa, tu peinado, o tu apariencia en general necesitan algo de atención? Tú eres la única que puede ocuparse de estas áreas de tu vida, y todas son importantes. Si necesitas consejo o ánimo, consulta con un doctor, nutricionista, entrenador, o asesora de belleza.

¿Puede ser que tu apariencia personal necesite algo de atención?

También piensa si a veces te sientes o pareces estar abrumada por todos tus compromisos. Si te sientes abrumada, y has descuidado tu apariencia o tu salud, tus amigas podrían asumir que no estás interesada en salir o que estás demasiado ocupada para agregar cualquier cosa a tu agenda social. Pero más que eso, si el mundo parece estar girando tan rápido que no puedes ver cómo ir más lento o cómo hacer tiempo para ti misma, esa es una clara señal de que justamente eso es lo que tienes que hacer.

“Ir más lento” significa que puedes tener que aprender a decir, “No” a otro proyecto o favor. Significa adoptar el hábito de programar tiempo para ti –ejercicios, sueño, cenas, una rutina de belleza, etc.

En términos de conocer a la persona apropiada, aquí hay otra clave en la que puedes no haber pensado: reclutar una red de amigas, familia y conocidos para que te ayuden.

Hay un paso preliminar que sugerimos antes de que comiences a armar esta red. Comienza tomándote una noche para realizar un ejercicio de introspección. Apaga tu teléfono, encuentra un lugar tranquilo y libre de interrupciones, agarra un cuaderno y un lápiz y comienza a escribir tus ideas libremente sobre los siguientes temas:

  • ¿Qué dirección quiero que tome mi vida durante los próximos cinco años?
  • ¿Cómo veo mi matrimonio, y mi relación con mi futuro esposo?
  • ¿Cuáles son las cualidades que más valoro en la vida?
  • ¿Sobre cuales de mis características personales estoy más orgullosa?
  • ¿Cuáles de mis características personales caracterizan quien soy?
  • ¿Cuáles de ellas creo que me ayudarán a convertirme en el tipo de persona y esposa que quiero ser?
  • ¿Qué características personales me gustaría que mi futuro esposo tuviera?

Guarda esta lista por unos días y luego planifica más tiempo en privado para revisarla y pensar en lo que escribiste. Entonces, formula una descripción rápida que, en 4 ó 5 frases, describa en dónde estás en la vida, la dirección en la que te estás moviendo, cuatro características personales que dicen algo significativo de ti, y cuatro de las características más importantes que estás buscando en una pareja. Puedes introducir esta descripción con tu propia versión de: “Me gustaría casarme en el futuro cercano, y espero que puedas pensar en alguien apropiado para mí”.

Vas a utilizar esta descripción para “promocionarte” a ti misma en la red que vas a construir. Tus amigas y familia serán los primeros a quienes puedes recurrir para pedir ayuda. Además, ¿por qué no hablar con los educadores y líderes que has conocido a través de tu participación en organizaciones?

Nunca sabes quien puede tener una buena idea, pero esa persona primero tiene que saber que tu apreciarías la ayuda, tiene que conocer los parámetros de lo que estás buscando y tiene que ser capaz de dar una descripción de ti a tu potencial compañero de cita. De hecho, esta puede ser una razón del porqué tus amigas no han estado trabajando tan duro por ti como tú has estado trabajando por ellas. Quizás nunca les pediste que pensaran en alguien para ti. Como tú pareces tan organizada, ellas pueden creer que estás recibiendo muchas sugerencias de otras personas o que estás llevando este tema de las citas suficientemente bien tú sola.

Recuerda que tus amigas también necesitan escuchar tu descripción, porque a pesar de que ellas te “conocen”, podrán hacer un mejor trabajo ayudándote a encontrar pareja si saben lo que tú consideras importante en un compañero de citas, y cómo te gustaría que te describieran a otros.

Nuestra sugerencia final es que busques una persona felizmente casada para guiarte que pueda ser tu mentora de citas. Además de darte consejos y apoyarte en las citas, esta persona puede ayudarte a decidir si estás haciendo un buen trabajo en balancear tus propias necesidades con tus buenas acciones. Esperamos que con todo esto tengas éxito navegando el laberinto de las citas.

Rosie & Sherry

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