Apégate a la persona sabia

5 min de lectura

Ekev (Deuteronomio 7:12-11:25 )

Perspectivas de la Torá prácticas para la vida.

En la porción de esta semana, la Torá le ordena al pueblo seguir los caminos de Dios y “apegarse a Él" (1). El Sifrí (2) citado por Rashi, pregunta cómo es posible apegarse a Dios, dado que en otro lugar de la Torá Él es descrito como un "fuego devorador" (3). El Sifrí responde que la Torá nos ordena que nos apeguemos a los talmidei jajamim (hombres sabios) (4) y a sus estudiantes; al hacerlo se considera como si nos apegáramos a Dios mismo.

Los comentaristas (5) derivan de aquí una mitzvá obligatoria de apegarse a los talmidei jajamim y desarrollar una conexión con ellos para aprender Torá con el enfoque correcto (6). Una persona debería entender que apegarse a los jajamim no sólo es algo bueno, sino que hacerlo es una obligación de la Torá.

Rav Moshé Jaim Luzzatto en su libro La senda de los justos, también habla sobre la importancia de aprender de talmidei jajamim, particularmente respecto al crecimiento personal. Escribe que una de las principales estrategias del iétzer hará (la inclinación negativa) es confundir a las personas para que no reconozcan la diferencia entre el bien y el mal. Así, las personas creen que están haciendo lo correcto cuando, en realidad, están siendo engañadas por su iétzer hará. ¿Cómo se puede evitar esta trampa?

Rav Luzzatto responde con una analogía: una persona se encuentra en un laberinto muy complicado y hay un solo camino que conduce a la salida. La mayoría de los caminos no llevan a ningún lado; de hecho, la alejan de su destino. La persona no tiene forma de encontrar el camino correcto porque todos le parecen idénticos entre sí. La única manera de escapar de este laberinto es aconsejarse con alguien que ya lo ha atravesado antes y ha salido de él sano y salvo. Esta persona puede aconsejarle a quien está atascado en el interior cuál es el camino correcto. De la misma forma, quien aún no logra dominar su iétzer hará encontrará imposible superarlo sin la guía de talmidei jajamim que han pasado muchos años refinando su carácter (7).

Hemos visto lo esencial que es para el bienestar espiritual aconsejarse con hombres sabios. Sin embargo, una persona podría argumentar que esta mitzvá es extremadamente difícil porque para apegarse a los jajamim hace falta gran esfuerzo y persistencia, dado que ellos tienen una agenda muy ocupada. La repuesta a este punto se encuentra en las palabras del más grandioso de los sabios: Moshé. En Deuteronomio, él recuerda el episodio en que Itró le sugirió que dejara de legislar en todos los temas legales y que designara hombres para que aconsejaran al pueblo en determinadas preguntas (8). La razón práctica de esto era disminuir la carga de Moshé y de las personas que tenían que esperar mucho tiempo para hablar con él (9). Moshé aceptó la sugerencia y le instruyó al pueblo que designara jajamim. El pueblo aceptó gustosamente.

Rashi destaca que en su rememoración de este incidente, Moshé criticó al pueblo por su entusiasmo sobre la idea de Itró. Moshé quería decirles: “Deberían haber respondido: 'Moshé, nuestro maestro, ¿de quién es mejor aprender, de ti o de tus estudiantes? ¿No es mejor aprender de ti, que sufriste [por la Torá]?'” (10). Moshé criticó al pueblo por no querer aprender del más grandioso de los sabios, a pesar de que para hacerlo tendrían que atravesar muchas dificultades. Vemos de aquí lo importante que es estar dispuesto a hacer ese esfuerzo extra para aprender de jajamim.

El Alter de Novardok zt”l, expresó la importancia de apegarse a los sabios cuando exaltó la grandeza de Rav Jaim Ozer Grodzensky, quien fue ampliamente reconocido como el rabino principal en las primeras décadas del siglo veinte:

“Su genialidad y sabiduría eran incomparables y tenían mucha amplitud y profundidad, todo esto porque cuando era joven siempre se encontraba en presencia de los guedolei hador (los rabinos más grandes). Nunca les dijo: 'acepten mi opinión', sino que se convirtió en un recipiente que escuchaba y absorbía todas las opiniones y explicaciones de los guedolim. Absorbió en su ser toda la sabiduría que oyó y su sabiduría se purificó y elevó gracias a la grandeza de muchas generaciones que embebieron su mente” (11).

Cuando las personas hablan sobre la grandeza de Rav Grodzensky generalmente se enfocan en su increíble genio natural y en su capacidad de pensar en muchas cosas al mismo tiempo. Vemos de las palabras del Alter de Novardok que la clave de su grandeza estuvo en su voluntad de aprender de los talmidei jajamim.

El Séfer hajinuj señala que esta mitzvá también incumbe a las mujeres: “Esta mitzvá existe en todo lugar, en todo momento, para hombres y también es una mitzvá para las mujeres escuchar las palabras de los jajamim para que aprendan a conocer a Dios” (12). Es interesante destacar que el Séfer hajinuj escribe que las mujeres no están obligadas en la mitzvá de talmud Torá (estudio de Torá) (13), sin embargo, sí están obligadas a buscar que los jajamim las guíen en su servicio Divino.

Es claro, a partir de las fuentes que hablan sobre esta mitzvá, que tanto los hombres como las mujeres deben aprender de los jajamim. Esta lección es particularmente relevante para las personas que crecieron en ambientes donde la idea de hombres sabios y rectos no está muy difundida. En algunos círculos, no existe el concepto de preguntarle a hombres sabios respecto a asuntos de la vida, en parte porque la inteligencia y la sabiduría para la vida no necesariamente van de la mano. Como resultado de esto, puede que a una persona le resulte difícil consultar con rabinos sobre asuntos de la vida. En relación a esto, Rav Noaj Weinberg zt”l señaló que muchas personas pasan años estudiando para obtener un título universitario. Sin embargo, en temas básicos de la vida como el matrimonio, la educación de los niños y la satisfacción personal casi no invierten tiempo para aprender a tener éxito. Los resultados de este fenómeno son muy claros: la tasa de divorcio es altísima, las relaciones familiares fracasan constantemente y la insatisfacción general es algo muy común. La Torá enseña que en todos estos temas es esencial aprender de los jajamim, personas que entienden el enfoque de la Torá para enfrentar los desafíos de la vida y lo viven en carne propia.


NOTAS

1. Ekev 11:22.

2. Sifrí 11:21, citado por Rashi en Ekev 11:22. La Guemará en Ketubot 111b expresa la misma idea.

3. Vaetjanán 4:24. Obviamente, esto no debe ser entendido literalmente sino en sentido figurado.

4. Traducido literalmente como estudiantes sabios, se refiere a personas que han estudiado e internalizado grandes cantidades de Torá.

5. Comentaristas que vivieron entre los siglos 10 y 15.

6. Ver Séfer hajinuj, mitzvá 434. Esta mitzvá tiene dos aspectos: la obligación de aprender de talmidei jajamim y servirles o pasar tanto tiempo con ellos como sea posible. En este ensayo nos enfocaremos en el aspecto de aprender de ellos.

7. Mesilat Yesharim Cap.3, “Explicación de las partes de zehirut”.

8. Parashat Devarim 1:12-15.

9. Parashat Itró 18:18.

10. Rashi en Parashat Devarim 1:14.

11. Hameorot Haguedolim, citado en Mishel Avot, ibíd.

12. Séfer hajinuj, mitzvá 434. No hace falta decir que sí es una mitzvá opcional para las mujeres, y que es esencial que estudien sobre filosofía y ley judía para poder vivir como judías de Torá.

13. Séfer hajinuj, Mitzvá 419.

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