¿Cuándo esta bien mentir?

6 min de lectura

Mishpatim (Éxodo 21-24 )

Perspectivas de la Torá prácticas para la vida.

Verdad y falsedad (1)

Midvar shéker tirjak” (De la falsedad te alejarás) (2).

Es bien sabido que la honestidad es uno de los rasgos personales más importantes y que su antítesis, la falsedad, es uno de los más indeseables.

El Séfer Hajinuj habla con dureza sobre cuán desdeñoso es mentir: "La falsedad es abominable y deshonrosa para todas las personas, no hay nada más desagradable que ella y maldiciones recaen sobre el hogar de quienes la aman… por lo tanto, la Torá nos exhorta a distanciarnos de la falsedad, como está escrito: de la falsedad te alejarás (3). Luego explica que la Torá no usa el lenguaje de alejarse con respecto a ninguna otra mitzvá negativa, lo cual indica su severidad. Es más, esto nos enseña que deberíamos alejarnos hasta de la más remota posibilidad de falsedad. Dada la severidad de esto, vale la pena clarificar qué está incluido dentro de la prohibición de midvar shéker tirjak.

Analicemos el siguiente escenario: Reubén le debe dinero a Shimón y la fecha para la devolución ya pasó. Shimón llama por teléfono a Reubén para pedirle su dinero y la esposa de Reubén atiende el teléfono. Reubén no quiere hablar con Shimón, pero tampoco quiere que su esposa mienta y diga que no está en la casa cuando en realidad sí está allí. Entonces, Reubén sale de la casa y le dice a su esposa que le diga a Shimón que él no está en la casa. Técnicamente la frase es cierta; Reubén no está en la casa, a pesar de que en realidad sí podría hablar con Shimón si quisiera. Uno podría pensar que esto no se considera falsedad ya que no se dijo nada falso, ¿verdad?

La Guemará en Nedarim discute sobre un caso en el que un hombre al que le debían dinero llevó al prestatario ante el Beit Din (corte de ley) de Rava y le dijo: "Págame". El prestatario respondió: "Ya te pagué". Rava le dijo al prestatario: "En ese caso, debes hacer un juramento de que le has dado el dinero". El prestatario fue a buscar su bastón, escondió el dinero que debía en su interior, y se apoyó en el bastón mientras volvía a la corte. Entonces le dijo al prestamista: "Sostén este bastón en tu mano", aparentemente para liberar sus manos para poder sostener el rollo de Torá para realizar el juramento. Luego, tomó el rollo de Torá y juró que ya había puesto el dinero en manos del prestamista. El prestamista, enfurecido por la jutzpá del hombre, rompió el bastón. Entonces, todo el dinero que había en su interior se desparramó por el piso y todos se dieron cuenta que efectivamente había jurado la verdad desde el punto de vista técnico.

El prestatario obviamente había actuado de una manera sumamente indeseable, pero, ¿cometió realmente alguna transgresión? La Guemará concluye que sí transgredió ya que quien hace un juramento no sólo debe adherirse al significado llano de las palabras, sino también al significado que estas buscan transmitir. En consecuencia, fue culpable de jurar en falso por haber hecho un juramento que técnicamente era verdadero, pero que era engañoso (4).

Vemos de aquí que decir palabras que son técnicamente ciertas no significa que uno pueda engañar al resto de esa forma. Entonces, pareciera ser que la estrategia de Reubén de salir de la casa no lo ayudaría a evitar la transgresión de midvar shéker tirjak. Es verdad que las palabras de que “él no está en casa” son ciertas, pero el mensaje no lo es; Shimón no está interesado en la ubicación técnica de Reubén, sino que quiere saber si Reubén está allí para poder hablar con él. Por lo tanto, el decir que no está es un mensaje engañoso.

Uno podría argumentar que el caso en Nedarim era de un juramento pero que, en la vida diaria, quizás sí está permitido engañar a otros siempre y cuando las palabras dichas sean técnicamente ciertas.

La Guemará en Shevuot desaprueba esta teoría. La Guemará discute varios casos que involucran la transgresión de midvar shéker tirjak.

Uno de los caso que trae la Guemará es el de un talmid jajam (un erudito) que afirmaba que alguien le debía dinero pero que no tenía testigos para comprobarlo. Entonces, él le dijo a uno de sus estudiantes que el prestatario claramente estaba mintiendo y le sugirió un plan para hacer que el prestatario admitiese la verdad. Así, le pidió a su estudiante que lo acompañara a la corte para que pareciera que había un testigo del préstamo. Obviamente el estudiante no tenía la intención de jurar realmente que atestiguó el préstamo, ya que eso claramente estaba prohibido; sólo quería hacer parecer como que él era un testigo del préstamo. El prestatario, al ver al posible testigo, se daría cuenta que no podría escapar de la verdad y admitiría que en realidad sí debía el dinero. La Guemará dice que con esto el estudiante transgredió midvar shéker tirjak (5). En este caso el estudiante ni siquiera dijo algo, sino que meramente caminó con su maestro, haciéndole entender al prestatario que él era un testigo del préstamo. Es más, en este caso nadie tenía que hacer ningún juramento y, de todos modos, es un ejemplo de falsedad.

Esto prueba que incluso si una persona no dice nada, pero sus acciones implican una situación falsa, entonces, se considera que esa persona está mintiendo. Y obviamente esto también es cierto si una persona dice palabras que técnicamente son ciertas pero que son engañosas (6).

Sin embargo, si analizamos uno de los incidentes más famosos de la Torá, pareciera ser que decir palabras técnicamente verdaderas sí estaría permitido. Cuando Yaakov simuló ser su hermano Esav, Itzjak le preguntó cuál era su nombre y él respondió: "Yo soy Esav tu primogénito". Rashi explica que lo que quiso decir fue: "Yo soy quien te trae esto, Esav es tu primogénito". Consecuentemente, sus palabras eran técnicamente verdad, a pesar de que Itzjak sólo podía entender su significado simple: que Yaakov estaba afirmando ser Esav. Vemos entonces que esto pareciera ir directamente en contra de la premisa que establecimos anteriormente.

Rav Itzjak Berkovits explica que la habilidosa elección de palabras de Yaakov no era lo que justificaba mentirle a Itzjak en este caso. En cambio, los comentaristas explican que Yaakov podía engañar a Esav porque Esav mismo era un embustero y está permitido usar un engaño para sobreponerse a una persona embustera (7).

Pero si Yaakov tenía permitido mentir, ¿entonces por qué tuvo que recurrir al juego de palabras? El autor de Orjot tzadikim (El camino de los rectos) escribe que incluso cuando está permitido mentir, sigue siendo preferible decir palabras que técnicamente sean verdad (8), y por lo tanto Yaakov no quiso sacar palabras falsas de su boca. Pero no debemos confundirnos y pensar que decir palabras que son técnicamente correctas justifica engañar a otros cuando no hay una justificación válida para hacerlo, ya que esto constituye una clara violación de midvar shéker tirjak.

Es muy importante educar a nuestros niños en este punto para que sepan que no se evita la prohibición de mentir por medio de elegir las palabras de forma inteligente (9). Es más, debemos esforzarnos por clarificar los parámetros de la mitzvá, la cual fácilmente puede ser malentendida. El Séfer Hajinuj enfatiza que Dios es un “Dios de Verdad" y que a una persona sólo le llega bendición si trata de emular a Dios. Les deseo que todos logremos vivir vidas de genuina verdad.


Notas:

(1) El principio de este dvar Torá está basado en las enseñanzas de mi Rebe, Rav Itzjak Berkovits shlita.

(2) Mishpatim 23:1.

(3) Séfer HaJinuj, Mitzvá 74.

(4) Nedarim 25a, basado en la traducción y explicación de Rav Howard Jackson.

(5) Shevuot 30b.

(6) Ver También la explicación del Maharal sobre el episodio de Abraham y Sará, en el que nuestros sabios explican que Dios parece mentir con el objetivo de mantener la paz. El Maharal explica que aunque las palabras de Dios eran técnicamente ciertas, nuestros sabios explican que constituyeron una mentira porque eran engañosas (Vaierá 18:13, Gur Arie, Os 40).

(7) Ver Emet LeYaakov, Toldot 27:12. Es importante estar consciente de que este principio no debería ser usado sin haber consultado antes con un rabino. Es muy fácil ser moré heter (convencerse erróneamente de que está permitido) y decidir que cualquiera que esté en contra nuestra entra en la categoría de persona que tenemos permitido engañar.

(8) Orjot tzadikim, al final del Sháar 22.

(9) Es importante notar que este concepto también enseña que hay ocasiones en las que podemos decir palabras que técnicamente son imprecisas, pero cuyo mensaje no es engañoso. Por ejemplo, en un lugar en que las bodas comienzan regularmente una hora más tarde del momento anunciado, no es shéker anunciar la jupá a las 7:00 pm a pesar de que empezará a las 8:00 pm. Esta es un área delicada de la halajá y es recomendable estudiar los detalles de midvar shéker tirjak para poder saber lo que está permitido y lo que está prohibido.

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