Matrix resurrecciones: Un examen filosófico

4 min de lectura

Aunque la nueva película carece de la profundidad filosófica de sus precursoras, hay algunas ideas que vale la pena analizar.

La película original de Matrix era tan audaz como profunda. Fue una revolución entre las películas de ciencia ficción, de acción y, en definitiva, de toda la cinematografía. Su concepto de personas que viven en un estado de simulación era una mezcla filosófica heterogénea repleta de ideas y referencias judías. Después de más de 20 años, ¿es posible lograr una secuela que esté a la misma altura?

No. No en la trama, ni en el concepto, ni siquiera en las palomitas de maíz del medio. Pero, a pesar de que carece de la profundidad filosófica de su predecesora, hay algunas ideas que dan en el clavo. Particularmente respecto a la elección de despertarse y participar de la realidad (la píldora roja) o volver a dormir (la píldora azul). De aquí en delante en el artículo hay varios spoilers. Se los advierto.

¿Realidad o ficción?

Neo, a quien ahora le llaman por su nombre de pila, Thomas Anderson, vuelve a encontrarse en la vida contemporánea. Él no está seguro si los eventos de las películas anteriores fueron una ilusión psicótica (que inspiró un videojuego que él creó), o si de hecho fueron la realidad. Para controlar su estado mental, él va a un psicólogo (interpretado por Neil Patricks Harris), a quien simplemente le llaman el Analista. Una vez que Thomas logra liberarse de esta nueva Matrix, descubre que el Analista es el nuevo arquitecto de todo esto. Dado que el Analista tiene un conocimiento íntimo de la naturaleza de Thomas, tiene mucha más fuerza porque puede atacar a Neo en un nivel emocional y psicológico, además de físico.

Durante su primera confrontación, el Analista deja claro que esta Matrix es diferente porque: "Todo se trata de ficción. El único mundo que importa es uno [el de tu cabeza]. Y la gente cree las cosas más locas. ¿Por qué? ¿Qué es lo que valida y hace reales tus ficciones? Los sentimientos".

¿Qué podría ser más relevante en el 2021? Si bien Internet es una herramienta de búsqueda, también nos ha inundado con sus fuentes, artículos y evidencia provocando que sea casi imposible llegar a conclusiones objetivas. Entonces, ¿qué es lo que muchos hacemos? Seleccionamos las fuentes que refuerzan nuestras tendencias y nuestros sentimientos y nos encerramos en una cámara de eco. Dejamos de seguir o de ser "amigos" de aquellos con quienes no estamos de acuerdo o que nos resultan ofensivos, creamos nuestra propia realidad simulada que cuenta con nuestra aprobación. Incluso las noticias que leemos representan nuestras propias perspectivas políticas o sociales, presentando los hechos de forma tal que se adecuen a esas perspectivas.

El judaísmo exige una búsqueda incesante de la verdad. Utilizando el riguroso pensamiento talmúdico, el estudio judío desafía todas las nociones preconcebidas que podamos tener. El Talmud es un registro vibrante y extenso de discusiones interminables, guiadas por grandes pensadores como Hilel y Shamai, que entrenan la mente para pensar críticamente y examinar las ideas desde todas las perspectivas, con el objetivo de descubrir la verdad.

El estudio judío desafía todas las nociones preconcebidas que podamos tener.

De hecho, Iaakov recibió su nuevo nombre "Israel" cuando luchó con un ángel de Dios. El simbolismo es que los Hijos de Israel sólo desarrollan su potencial cuando luchan con dificultades divinas. En síntesis, el judaísmo no se trata de sentirse cómodo, protegido por tus ilusiones preferidas. Se trata de un crecimiento y un entendimiento que sólo tiene lugar al enfrentar preguntas incómodas.

Dos es más fuerte que Neo

A pesar de lo revolucionarias que fueron las primeras películas de Matrix, de todos modos cayeron en el tropo común de la trayectoria del héroe, de una sola figura mesiánica. El héroe no sólo era llamado "el único", su nombre era Neo, un anagrama de la palabra one, 'uno'.

En cierto sentido, la resurrección de Matrix quiebra el molde en este aspecto. En los diseños y simulaciones del Analista, él descubre que cuando Thomas y Trinity están juntos, eso lleva a un poder imparable. Esta vez, la salvación no viene de uno, sino de dos.

El amor es una unión poderosa. El judaísmo considera que el proceso mismo del matrimonio es la clave para desarrollar el verdadero potencial de cada miembro de la pareja. En el Jardín del Edén, Dios reconoció que no era bueno que Adam estuviera solo. Cuando Dios creó a Javá, se refirió a ella como un ezer kenegdó, una compañera que enfrenta a Adam como un igual y lo desafía. A través de las naturalezas complementarias de la pareja, ambos pueden llegar a ver los defectos de su compañero y desde un lugar de amor, ayudarlo a superar los desafíos que de otra forma no llegaría a ver.

En el pensamiento judío, el alma puede llegar a alturas más elevadas cuando está unida a su otra mitad.

Matrix revisado

En cierta forma, esta secuela es complaciente, es como "tomar la píldora azul". Esta vez eso implica la comodidad de la nostalgia, algo a lo que la industria cinematográfica está acostumbrada y esclavizada. Pero cuando decides ver esta película desde otra perspectiva, adoptando la naturaleza desafiante de la sabiduría judía para debatir, eso ciertamente requiere pensamiento crítico, y se podría decir que es como "tomar la píldora roja".

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