Una Esposa Judía

5 min de lectura

Consejo práctico sobre lo que se requiere para construir un hogar judío.

Querida Rebetzin Twerski:

Soy una mujer recién casada y me pregunto cual es mi rol como esposa judía. ¿Cuáles son las metas principales en las que me debería enfocar?, Daniela

Querida Daniela:

Por Favor considera los siguientes puntos como necesarios para construir un hogar judío.

Para principiantes, definamos intimidad desde una perspectiva judía. “Y Adam Conoció a su esposa” (Génesis 4:1) esto no se refiere a conocimiento físico solamente, sino que abarca la necesidad de entenderse rigurosamente de manera holística – las necesidades de cada uno, los sueños, las aspiraciones, y sí, también los defectos y deficiencias de cada uno. Es solamente en el contexto del conocimiento que uno puede sembrar los fundamentos de la intimidad verdadera, los cuales emergen en un sentimiento llamado confianza.

Intimidad puede ocurrir solamente cuando ambas partes están comprometidas con el bienestar del otro, dedicadas a materializar el potencial físico, emocional y espiritual del cónyuge. Por ello, la base de la intimidad es el conocimiento, seguida de la confianza y manifestada a través del compromiso.

Para llevar la teoría a la práctica, considera las siguientes sugerencias:

1. Comienza con una discusión donde marido y mujer exploren y compartan sus metas e ideales. ¿Qué es lo que les gustaría ver en su hogar, cómo se imaginan que pueden lograrlo? ¿Qué es negociable y que esta “escrito en una piedra”?

2. Una pareja debería articular y compartir lo que necesitan el uno del otro. Siempre les recordamos a las nuevas parejas que si bien ellas fueron unidas mágicamente por el palio nupcial, ¡el dote de la profecía no fue parte del trato! El amor más grande no dota, ni al hombre ni a la mujer, de la capacidad de ubicarse en el corazón o en la mente del otro para entender cada pensamiento o deseo. Necesitamos expresarlo claramente para evitar cada herida, resentimiento, frustración y mal sentimiento que resulta de las expectativas no cumplidas.

La afirmación mas errada que he escuchado es “si él/ella me ama verdaderamente sabrá lo que necesito sin que yo se lo tenga que decir con palabras”. En mi experiencia personal, las personas (los hombres especialmente - un pequeño prejuicio chovinista) necesitan instrucciones muy especificas y detalladas de lo que su pareja desea. Hombres y mujeres son diferentes, y es imperativo para cada pareja entender que proyectar sus pensamientos o sentimientos sobre el otro los llevara a conclusiones erradas y a una brecha innecesaria. En la ausencia de una apreciación por la diferencia de los géneros, se perciben ofensas donde no las hay. (Por ejemplo “esto no es lo que yo hubiera hecho – ¿¡cómo pudiste hacerme esto!?) En vez de saltar a las conclusiones o asumir cosas que no son, hazte una imagen clara de lo que tu cónyuge está pensando realmente.

3. Uno de los bloques más críticos en la construcción del hogar judío es que hombre y mujer deben ser la primera prioridad de cada uno respectivamente. Este punto requiere de gran énfasis porque vivimos en una generación “de orientación al niño” que esta obsesionada y confundida con las interminables actividades extracurriculares, ballet, artes marciales, tenis, béisbol, fútbol, etc. Claramente los niños son una bendición y una responsabilidad que no tenemos que tomar a la ligera. Sin embargo, los valores de la Torá nos enseñan a poner a esposo y esposa en el centro del hogar. Las necesidades de los niños vienen después de las necesidades de los padres.

Marido y mujer deben ser la prioridad numero uno

Mis hermanos y yo crecimos con el constante refrán de mi madre (de bendita memoria) “Me voy a encargar de ustedes apenas termine de darle a papá lo que necesita”. Tal vez nosotros tuvimos que esperar que nuestras necesidades fueran atendidas, pero estuvimos paradójicamente libres de resentimiento con la correcta actitud de mi madre. Nos dio (como han confirmado los psicólogos) un gran sentido de seguridad, al vivir en un espacio seguro con sólidos guardianes que estaban comprometidos con ellos mismos, y por extensión lógica, sabíamos que estarían para nosotros de la misma manera.

Maimónides, filósofo, médico y notable decodificador de la ley judía del siglo XII, remarca la responsabilidad del marido y la mujer en el compromiso de una vida de Torá. Él destaca que el ego masculino requiere primero y ante todo - ser mirado hacia arriba y admirado. La mujer, por otro lado, necesita primordialmente - a pesar de que no es lo único - ser querida y apreciada.

Una de las expresiones de respeto más poderosas hacia el cónyuge es hacerle saber que él/ella viene primero sin importar que. Manifestaciones de prioridad hacia tu cónyuge serían:

a. Cocinar su plato preferido (aunque sea ocasionalmente).

b. Dejarlo todo e ir a la puerta delantera para darle una bienvenida entusiasta cuando llega a casa del trabajo.

c. Consultarse mutuamente antes de salir a algún lado “¿Te parece bien si voy?”.

d. Colgar el teléfono cuando alguno de los dos entra en la casa. “¡Hey! recién llegó mi esposa, me tengo que ir, te llamo más tarde”.

e. Verse bien en la presencia del otro. Desafortunadamente, lo hacemos al revés. Cuando salimos de la casa para interactuar con extraños nos arreglamos muchísimo, mientras que con nuestra pareja nos tomamos la libertad de estar “así no mas”. Verse bien es una expresión de respeto mutuo hacia la persona más importante en nuestra vida.

f. Fíjate cuando tu pareja hace algo bien. Las personas nos inclinamos, especialmente con los más cercanos, a encontrar faltas y a ser críticos. Somos rápidos con los comentarios acerca de lo que no está bien. Infracciones, innovaciones y comportamientos decepcionantes son los primeros focos. Un cambio paradigmático es necesario. Deberíamos mantenernos despiertos sólo para encontrar las cosas positivas (por difícil que parezca).

Mark Twain comentó que una vez, un simple halago le dio fuerza para mantenerse firme por dos meses. El apoyo positivo no sólo aumenta el respeto mutuo y el amor, sino que también es un gran motivador para comportamientos futuros. Uno no quiere decepcionar a una persona que nota y aprecia sus esfuerzos.

g. Las relaciones íntimas entre marido y mujer deben ser una prioridad no negociable. Para un hombre, el interés de su mujer hacia él, es la expresión suprema de respeto. Para la mujer es la confirmación de ser querida y estimada. Así, en cada caso, la negación de la intimidad es el peor rechazo. Las relaciones íntimas han sufrido en estos tiempos frenéticos.

Las relaciones intimas entre la pareja debe ser una prioridad no negociable.

 

La excusa común es estar exhausto. Y cubre todo el espectro - desde parejas que tienen horarios demandantes en el mundo del trabajo, hasta madres de niños pequeños, que no quieren nada más que descansar al final del día. Ellos están física, mental y emocionalmente agotados como para invertir tiempo y energía en la intimidad física. Esto ha comprometido seriamente los matrimonios. Como mi abuela solía decir: “Si la intimidad abandona el matrimonio, entonces, se tiene que ir a otra parte”.

Uno debe mirar la intimidad no menos que como la tan esperada cita con el presidente, el mandatario, o el gerente de alguna compañía. Nunca consideraríamos posponerla o cancelarla. Estaría en el tope de nuestra lista y haríamos lo posible para hacer lo que sea necesario en acomodaciones o ajustes.

Una vez dicho lo anterior, estar exhausto es un tema real. Uno debe aplicar ingenuidad, creatividad y planificación. Las soluciones pueden incluir alguna babysitter para mamá, para darle un respiro. Papá puede considerar arreglar sus horarios de trabajo y actividades comunitarias. El tema es que las cosas importantes no queden relegadas al final de la lista.

Finalmente, en un libro llamado “Una hora para vivir una hora para amar”, la esposa de Richard Carlson comparte su fuerte historia. Su esposo, un gran escritor, murió de un aneurisma mientras estaba en un viaje de conferencias. Tenía 45 años de edad. Su esposa estaba comprensiblemente perturbada y quebrada hasta los huesos. En su maravilloso libro, ella comparte lo que significaban el uno para el otro y concluye con una crítica pregunta:

Si tuviéramos una hora para vivir y una hora para amar, ¿con quién nos gustaría pasarla? ¿En la oficina - con el trabajo periférico que es tan demandante y que consume todo nuestro tiempo? ¡Indudablemente, todos sabemos que nuestros seres queridos tienen precedencia sobre todo lo demás!, y si ese es el caso - ella pregunta - ¿por qué esperar?

En conclusión, querido lector, la sabiduría convencional nos ha probado que no se trata tanto de casarse con la persona correcta sino de ser la persona correcta. Debemos ser el modelo de lo que nos gustaría ver en el otro lado.

Que Dios los bendiga, les de una larga y feliz vida matrimonial y corone sus esfuerzos con éxito.

EXPLORA
ESTUDIA
MÁS
Explora
Estudia
Más
Contacto
Lenguajes
Menu
Donar
Únete a nuestro newsletter
Redes sociales
.