¿Por qué acusan a los judíos de genocidio?

Si sientes la necesidad de comenzar un mail diciendo: "van a pensar que estoy loca después de leer esto", entonces es probable que sea mejor no enviarlo.

Al parecer, estos pensamientos no se cruzaron por la mente de Dave Bateman, un empresario muy conocido de Utah con conexiones políticas, quien hasta hace poco fue presidente de la empresa de software Entrata, de la que fue cofundador.

"Hay en marcha un esfuerzo sádico para sacrificar al pueblo estadounidense… Yo creo que los judíos están detrás de esto".

La semana pasada, Bateman envió un email a los principales líderes empresariales y políticos de Utah, incluido al gobernador Spencer Cox, con el título "Genocidio". Bateman advirtió que "hay en marcha un esfuerzo sádico para sacrificar al pueblo estadounidense… Yo creo que los judíos están detrás de esto".

Él también declaro que los judíos están detrás de la pandemia de coronavirus y que de alguna manera los "judíos jasídicos de los Estados Unidos" están utilizando el Covid-19 para provocar el "exterminio sistemático de miles de millones de personas".

De hecho, muchas de las personas que leyeron el email de Bateman pensaron que está loco. De inmediato perdió su trabajo y su historia se convirtió en tema de conversación al lado de los bebederos de agua y en las conversaciones por Zoom, en todos los rincones de los Estados Unidos. Pero su extraña y falsa declaración respecto a que los judíos tratan de cometer un genocidio es una mentira que cada vez aparece más en las discusiones por Internet y en los discursos oficiales.

"Vivimos en una época muy agitada y ardiente", explicó el profesor Alvin Rosenfeld , director del Centro para el estudio del antisemitismo contemporáneo de la Universidad de Indiana, en una entrevista con Aishlatino.com. Hay una gran polarización política, mucha tensión social. Cuando los tiempos son difíciles, a menudo se culpa injustamente a los judíos por toda clase de males que existen en la sociedad.

En la Edad Media, los judíos de Europa rutinariamente fueron acusados de envenenar los pozos de agua y de matar a niños cristianos. La idea de que los judíos son demoníacos y malvados, y que poseen poderes extraordinarios con los cuales llevan a cabo sus planes funestos, era una creencia habitual. Hoy, podemos encontrar ejemplos de las mismas creencias flotando por algunos rincones oscuros de Internet y la calumnia de que los judíos dañan a los demás se está volviendo algo cada vez más aceptado.

Por ejemplo, en el 2010, un bloguero medio chiflado de Seattle publicó que el equipo de rescate israelí en Haití usaba el hospital de campaña que instalaron después del terremoto en el lugar, para matar a los haitianos y extraerles partes del cuerpo. En vez de descartarlo como la mentira sin fundamento que era, el insulto rápidamente se extendió por todo el mundo. La Liga Antidifamación documentó que la calumnia fue repetida en la televisión iraní, en los canales de los medios oficiales de Hamás y en el programa del famoso Alex Jones.

A veces es Israel, el único país judío del mundo, el que es "utilizado como una especie de marcador de posición para los judíos", observó el Prof. Jipson. Las acusaciones de genocidio judío pueden transferirse fácilmente a acusaciones respecto a que Israel participa, o al menos apunta, al asesinato generalizado de millones de personas. Cuando estallaron los combates entre el grupo terrorista Hamás e Israel en mayo del 2021, algunos acusaron a Israel de cometer genocidio. El actor Mark Ruffalo se subió al tren y publicó en Twitter que Israel estaba "cometiendo un genocidio" al bombardear objetivos de Hamás. (Posteriormente Ruffalo pidió disculpas por sus palabras). En ese momento, la Liga Antidifamación documentó "un incremento drástico y peligroso en el odio antijudío".

"El antisemitismo es un tropo fácil", explico el profesor Arthur J. Lipson de la Universidad de Dayton en Ohio en una conversación con Aishlatibno.com. El profesor Lipson estudió a los grupos extremistas de odio en los Estados Unidos y notó una tendencia común: no importa cuánto difieran sus ideologías, a menudo todos están de acuerdo en odiar a los judíos.

Cuando las personas están asustadas, culpar a los judíos parece ser una forma sencilla de asignar la culpa por todos nuestros males.

"Debido a la historia del antisemitismo, es muy accesible, es una fruta madura al alcance de la mano. No tienes que explicarlo, ya existe la suposición de que los judíos están sedientos de sangre". Para las figuras que desean liderar los grupos de odio y desean conseguir seguidores, despertar odio hacia los judíos puede ser una manera fácil de movilizar a sus seguidores.

El profesor Lipson señala que la actual pandemia y la precariedad económica de muchos norteamericanos es una de las razones por la que muchas personas se ven atraídas hacia el extremismo y las teorías de conspiraciones antisemitas. Es muy tentador creer que "no estás sin trabajo por algún defecto personal; estás desempleado porque existe una amplia conspiración que no sólo priva a la gente de ganarse la vida, sino que está tratando de quitarles la vida misma".

Yair Rosenberg escribió en el Washington Post: "Una vez que comienzas a prestar atención, es difícil evitar ver que a la gente simplemente le encanta acusar a los judíos de genocidio". Rosenberg señala las acusaciones que surgen tanto de la extrema derecha como de la extrema izquierda. En el sitio web nazi norteamericano Stormfront, hace poco un usuario culpó a los judíos por la pandemia, asegurando que "Esta es una de las formas en que los judíos intentarán exterminar a la raza blanca". Aproximadamente en la misma época, un ministro estudiantil en el Nacional del Islam en Chicago, culpó a los judíos por tratar de matar a los negros al promover las vacunas contra el Covid-19.

Rosenberg postula que hay dos razones para esto. Una es un deseo perverso de acusar a los judíos de la misma experiencia que más los ha afectado: el genocidio. "Primero tratan de utilizar como arma el mayor trauma judío contra el pueblo judío… No hay mayor forma de dañar a alguien que convertir su experiencia más dolorosa en un garrote con el cual pegarle…"

"En una manobra magistral de juitsu moral, culpar a los judíos de genocidio permite que el extremista abra la "carta del Holocausto" y la juegue en su contra".

Otra razón todavía más peligrosa por la que las acusaciones de genocidio son tan efectivas contra los judíos, declara Rosenberg, es porque eso "libera a los no judíos de la obligación de aprender las lecciones del Holocausto". En vez de reconocer que gran parte del mundo infligió un mal terrible al pueblo judío, y en vez de considerar la posibilidad de que tal vez, después de haber experimentado el Holocausto, los judíos pueden tener algunas lecciones que enseñar al mundo sobre la humanidad, acusar a los judíos de genocidio cambia el foco de atención, permitiendo que una vez más se mire con desprecio a los judíos. "En una manobra magistral de juitsu moral, culpar a los judíos de genocidio permite que el extremista abra la "carta del Holocausto" y la juegue en su contra. Las víctimas se convierten en perpetradores, y se cuestiona su juicio".

El profesor Rosenfeld descubrió que parte del incremento del odio antijudío "tiene que ver con que algunas personas están cansadas de los judíos y sus penas. Ya no quieren oír más sobre el Holocausto, y una manera de reaccionar con fuerza en este aspecto es dar vuelta la mesa para que los judíos, previamente las víctimas, se conviertan en opresores o victimarios".

El comediante británico Davied Baddiel lo dijo claramente: en el panteón del victimismo moderno, "los judíos no cuentan". Cada vez más, los judíos son percibidos como tan malos y perversos que cualquier daño que se les haga de alguna manera debe estar justificado. Baddiel escribió un libro entero al respecto llamado "Los judíos no cuentan". Incluso después del Holocausto. Incluso con los elevados niveles de violencia antijudía, él señala que una y otra vez, incluso los defensores más ilustrados de los derechos humanos, los que más representan el movimiento "woke", tienen un punto ciego cuando se trata de los judíos. "No vale la pena protegerlos".

Aunque algunas de las acusaciones de genocidio que circulan en línea, e incluso en las conversaciones cara a cara, pueden parecer muy descabelladas, también pueden provocar un daño real. Cuando la gente escucha argumentos extravagantes respecto a que los judíos o el país judío quiere matar, dañar, controlar, dominar o aniquilar a otros pueblos, con el tiempo eso puede erosionar la confianza e incrementar las sospechas y la aversión hacia los judíos.

¿Qué podemos hacer ante tanto temor y odio? Una respuesta judía tradicional es fortalecer nuestra identidad judía, cobrar fuerzas en nuestra tradición y sentirnos orgullosos de ser quienes somos. Decidamos incrementar nuestro orgullo judío, incluso ante el odio y el incremento del antisemitismo. Cuando se trata de responder al odio anti judío, la mejor respuesta es vivir a pleno nuestras vidas judías.