En cuarentena: 6 formas para mantenerse positivo

3 min de lectura

Cómo mantener la cordura si estás en cuarentena.

Como un psiquiatra que trabaja entre los Estados Unidos e Israel, a menudo hablo con pacientes ansiosos. Con la actual pandemia del coronavirus tengo mis manos llenas, respondiendo consultas de pacientes en múltiples continentes sobre toda clase de temas difíciles.

La pregunta más común fue: “¿Cómo evito contagiarme?”. La respuesta a esta pregunta es fácil: sigue las recomendaciones de la organización nacional de salud, ya sea el ministerio de salud de Israel o el Centro de control y prevención de las enfermedades en los Estados Unidos.

La segunda pregunta más frecuente es un poco más novedosa: “¿Cómo mantengo la cordura si estoy en cuarentena?” Teniendo esto en mente, y considerando que en todo el mundo hay millones de personas en aislamiento voluntario o forzoso, aquí existe potencial para mucho estrés, soledad y temor de estar atascado en la casa sin nada que hacer y sin poder salir a ninguna parte. Tanto si estás en aislamiento o te preocupa tener que estarlo en algún momento en el futuro cercano, aquí hay 6 maneras de mantenerse positivo durante la cuarentena.

1. Mantener el contacto. En el judaísmo tenemos una bella mitzvá llamada bikur jolim, visitar al enfermo. Esta mitzvá ayuda a otros judíos a mantenerse positivos en un momento de enfermedad y los ayuda en el proceso de recuperación. Si bien se opone a la ley judía visitar a personas cuando eso te puede exponer a una enfermedad contagiosa, eso no debe evitar que las llames por teléfono. Para cada persona que se vuelve loca en su departamento, la buena noticia es que no está sola y fácilmente puede llamar a un amigo, a un miembro de la familia, a un colega o vecino que está en el mismo barco. Esto cumple con la mitzvá de bikur jolim y nos recuerda que nunca estamos solos.

2. Hacer ejercicio. Sólo porque el gimnasio esté cerrado, eso no significa que no puedas mantener tu rutina diaria de ejercicios. Muchos estudios demuestran que hacer a diario ejercicios cardiovasculares es un buen tratamiento para la ansiedad y los trastornos depresivos. ¿Todavía no sientes ansiedad ni depresión? El ejercicio también es una medida preventiva para promover el bienestar mental. Por lo tanto, quita el polvo del caminador, abre la colchoneta de yoga o comienza hoy mismo un nuevo programa de flexiones, abdominales y saltos.

3. Mindfulness. Todos oímos hablar sobre mindfulness pero pocos lo practicamos. Entre la meditación y la relajación se encuentra esta forma psicológica de encontrar calma y tomar consciencia de nuestro estado interno. Mindfulness es una maravillosa herramienta para disminuir la temperatura emocional, especialmente en momentos de estrés. Ahora es un buen momento para aprender a practicar mindfulness.

4. Concretar cosas. ¿Alguna vez quisiste entender cómo funcionan los volcanes, deseaste hablar mejor en hebreo o aprender a tejer? Ahora tienes la oportunidad de emprender ese increíble proyecto académico que siempre soñaste. No sólo tienes el tiempo, sino que eso mantendrá tu mente alejada de cualquier pensamiento preocupante y simultáneamente te mantendrá productivo. Quizás deseabas unirte a un grupo de Daf Iomí, el estudio diario de una página del Talmud, lo que hacen decenas de miles de personas cada día en todo el mundo. Quizás llegó el momento de comenzar a leer la porción diaria de la Torá. Cualquiera sea tu nivel de estudio, siempre hay más que puedes lograr y ahora finalmente tienes el tiempo para hacerlo.

5. Rezar. Sí. Sin duda eso ayudará. Muchos estudios científicos demostraron cómo las plegarias mantienen a las personas con los pies en la tierra y optimistas. Esto contribuye a mejorar los resultados médicos y psicológicos debido a la fuerza del pensamiento positivo. En todo el mundo todos están rezando, porque la verdad es que sin una vacuna y sin ningún consejo mejor que tener cuidado y lavarnos las manos, no tenemos otra cosa que hacer más que volver a nuestro Creador. Un buen lugar para empezar son los Salmos: “Alzaré mis ojos a las montañas. ¿De dónde vendrá mi ayuda? Mi ayuda viene de Dios, Quien creó los cielos y la tierra” (Salmos 121:1-2).

6. Tener en mente la imagen global. El coronavirus tiene un tamaño de unos pocos nanómetros y sin embargo causó estragos a las personas más fuertes y doblegó a los países más poderosos del mundo. La ironía no es tan difícil de captar y todos debemos recordar cuántas cosas milagrosas nos han ocurrido. Sólo considera por un momento qué buena es tu vida: estás leyendo esto, tienes electricidad y probablemente agua limpia y alimentos. Presumiblemente alguien compartió contigo este enlace, lo que significa que hay personas a las que les importas y las personas con las que tú compartirás este enlace son aquellas por las que tú te preocupas. Recuerda cuántas bendiciones tienes y con ayuda de Dios todos pasaremos esto sanos y salvos.    

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