Camino #26: Conoce tu lugar en el mundo

6 min de lectura

Toda persona tiene una contribución única que hacer en este mundo. Descubre quién eres y cuál es tu lugar dentro del gran esquema.

Imagina un contador parado en un auditorio lleno de doctores, dictando una cátedra de medicina. ¿¡Cuán tonto suena!?

Un ingrediente clave de la sabiduría es saber quién eres y cuál es tu lugar en el mundo. La arrogancia es una barrera muy grande para el crecimiento. La arrogancia nos hace sentir satisfechos con quienes somos. El "sabelotodo" siempre está satisfecho. No seas arrogante, no estés satisfecho. Date cuenta de lo poco que sabes. Aprecia el hecho de que la sabiduría es tu posesión más valiosa. Si lo haces, entonces lucharás por más.

El Camino #26 es Ha-makir et mekomó, que literalmente significa ‘el que conoce su lugar’. ¿Sabes dónde estás parado en relación a los demás? Evalúa tus fortalezas y debilidades de manera realista.

Al aprender cómo calcular esto serás capaz de evaluar si eres el más capacitado para determinado trabajo o no. Si lo eres, entonces no debes detenerte a causa de la falsa modestia. Es tu obligación dar un paso hacia adelante y tomar el liderazgo. Por otro lado, también significa saber cuándo son otros quienes están más capacitados para realizar el trabajo y ser capaz de dar un paso al costado.

A veces, el silencio es muy preciado. El Talmud enseña que "una persona no debe hablar en la presencia de alguien más sabio que él". No te apresures en mostrar lo poco que sabes.

Puedes creer que eres lo mejor que hay, hasta que entras a un cuarto que está lleno de genios y te das cuenta que aún tienes mucho por aprender. O puede que no tengas muy buena opinión de ti mismo, hasta que entras a un cuarto lleno de fracasados y te das cuenta que no eres tan malo después de todo.

Nuestros sabios nos enseñan que debemos llevar constantemente con nosotros dos pedazos de papel, uno en el bolsillo derecho y otro en el bolsillo izquierdo. En un papel debe decir: "Todo el universo fue creado sólo para mí" (Talmud, Sanedrín 38a). Y en el otro deben estar escritas las palabras de Abraham: "No soy sino polvo y cenizas" (Génesis 18:27).

Debes conocer tu lugar. Antes de comenzar a hablar, piensa un segundo: ¿Es este un momento indicado para hablar, o es mejor callar?

Tu rol especial

Cada uno de nosotros tiene un rol especial que desempeñar en este mundo. Cada ser humano posee una combinación única de personalidad, talentos y circunstancias. Nuestro papel depende de muchos factores, no sólo de nuestros talentos innatos, sino también de las necesidades de la época.

Lo importante es descubrir cuál es la contribución única que puedes hacer y llevarla a cabo.

La Torá nos cuenta que un día Moshé vio a un egipcio agrediendo a un judío.

"Y Moshé observó a su alrededor y vio que no había ningún otro hombre, y actuó" (Éxodo 2:11-12).

¿Por qué la Torá nos dice que "no había ningún otro hombre”? Porque Moshé estaba revisando si había algún otro hombre disponible, alguien que estuviese más capacitado para el trabajo. Porque si buscas liderazgo cuando no es necesario, entonces significa que lo quieres por motivos personales y no por las necesidades del pueblo. Sólo cuando Moshé vio que no había nadie más calificado que él, entonces decidió actuar.

El conocimiento es responsabilidad. Si sabes algo, entonces eres responsable de compartirlo y de actuar consecuentemente. Esto es parte de conocer tu lugar.

Evalúa la fuente

Para evitar costosos errores de juicio, debes aprender cómo evaluar las opiniones de los demás. Generalmente asumimos que alguien sabe más que nosotros sólo porque es mayor, porque tiene más experiencia o porque ocupa una posición más elevada. Pero esto no necesariamente es así. Sólo porque alguien es exitoso en los negocios no significa que pueda aconsejarte acerca de cómo tener un matrimonio feliz.

Cuando alguien exprese un punto de vista, ponlo en perspectiva: ¿Esta persona sabe de qué está hablando? ¿O no es más que un sabelotodo?

Por otro lado, cuando tu conocimiento no es suficiente, no dejes que tu ego te engañe. A todos nos gusta pensar que tenemos suficiente sentido común como para saber qué es lo que debemos hacer en la vida. Pero a veces necesitas la ayuda de los demás.

Si estás pensando en casarte, busca una persona sabia y pregúntale: ¿Cómo me debo preparar para el matrimonio? ¿Qué cualidades internas debo buscar en una pareja? ¿Cómo puedo saber si encontré a la persona "adecuada"?

Debes saber lo que sabes

A veces carecemos de confianza en nosotros mismos, ya que, ¿quién puede decir qué punto de vista es el correcto?

Los 48 caminos dicen: La claridad absoluta sí es posible. Por ejemplo, tienes claridad absoluta de que tienes cinco dedos en tu mano. Nadie te puede convencer de que tienes 75 dedos. Tú puedes contar esos cinco dedos en tu mano. Hay tanta evidencia para apoyar tu declaración que eso la transforma en una convicción inamovible.

El judaísmo dice que tenemos que tener “claridad de cinco dedos" sobre nuestras creencias y valores.

Una forma de ganar confianza es definir las cosas. Te vas a casar. ¿Amas a la persona? ¿Qué es el amor? ¿Cómo se diferencia el amor del enamoramiento?

El amor se construye a partir del conocimiento. Cuanto más íntimo es el conocimiento, más podrás amar. ¿Cómo sabes si amas a la persona o si estás enamorado? Si sueles pensar: "Él es perfecto" o "ella es perfecta", ¡entonces ten cuidado! Esa no es la realidad. Esa es una señal clara de enamoramiento. El amor verdadero toma trabajo. Debes estar dispuesto a esforzarte.

Asume responsabilidad y sé consecuente con tus decisiones. Eres responsable por tus actitudes y tus acciones, en lo que sea que estés involucrado. Las cosas no se “arreglan solas”. Tienes que hacer el esfuerzo apropiado para evaluar tus decisiones y para entender en qué se basan. Pregúntate: ¿Cuál es mi posición en este asunto? ¿Realmente sé de qué estoy hablando? ¿Tengo definiciones? ¿Tengo evidencia que apoye mi posición? ¿Soy yo el que está hablando o estoy repitiendo algo que escuché o leí?

Si no tienes confianza en ti mismo, entonces serás manipulado como un títere por la sociedad. ¡Y puede que la sociedad esté cometiendo graves errores en relación a la forma en la que debemos enfrentar la vida!

Ajusta tus relaciones

Ser sensible es uno de los pasos más importantes para conocer tu lugar. No debes solamente "estar" con la gente. Toma conciencia de ellos. ¿En qué son fuertes y en qué son débiles? Eso te ayudará a entender mejor dónde estás parado.

Analiza tus relaciones con la gente que es importante para ti. ¿Tu relación es de maestro-alumno? ¿Padre-hijo? ¿Amistad? ¿O una combinación?

Al preguntarte esto serás capaz de determinar si tu posición en la relación es saludable o no. Por ejemplo, un buen matrimonio es aquel en donde ambas partes comparten sus virtudes y se complementan el uno al otro.

Por otra parte, podrás descubrir que algunas de tus relaciones son una lucha de poder, una constante lucha por obtener el control.

A veces, los padres pueden tratar a sus hijos de 25 de la misma forma que cuando tenían 15, y viceversa. (Similarmente, los adultos pueden tratar a sus padres como cuando eran niños). Corrige esto.

Conoce tu lugar frente a Dios

Un elemento básico para conocer tu lugar es poner tu relación con Dios en perspectiva. La primera cosa que un judío debe decir en la mañana al despertarse es el rezo de "Modé aní".

"Te agradezco, Dios, por haber regresado con gracia mi alma".

Cuanto más elevada es la persona espiritualmente, más humilde es. Cuanto más nos acercamos a Dios, más realistas nos volvemos respecto de nuestras propias limitaciones, vulnerabilidad y mortalidad. Internalizamos que la realidad de cada ser humano es pasajera y que sólo Dios es eterno.

Moshé fue llamado "el hombre más humilde" porque al estar parado frente a Dios sabía cuál era su lugar. Cualquier otra actitud evita que Dios se manifieste. Esa es la razón por la cual el Talmud compara la arrogancia con la idolatría; ambas alejan la presencia de Dios.

Cuando somos humildes frente a Dios, sentimos la unidad del mundo, en vez de sentir la energía negativa. Estamos más relajados y calmados, y somos más flexibles. Y esto influye en todas nuestras relaciones interpersonales: en nuestro trabajo, matrimonio, comunidad y en la construcción de nuestro pueblo.

Moshé se transformó en el líder del pueblo judío porque se vio a sí mismo meramente como un servidor del pueblo y de Dios. Era capaz de valorar las necesidades y anhelos de todo el pueblo.

¿Por qué conocer tu lugar en el mundo es un camino a la sabiduría?

  • Cuando estés en presencia de alguien más sabio, piensa dos veces antes de hablar.

  • Entender a otros te ayuda a ver lo que sabes y lo que no sabes.

  • No temas pedirle consejo a otros.

  • Si no tomas control sobre tu vida, serás manipulado por otros.

  • Si la situación lo amerita, toma el liderazgo.

  • Tienes que desempeñar tu rol único en la vida.

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