Aprender a escuchar las emociones dolorosas

3 min de lectura

Cuando enfrentamos la realidad, sin importar cuán incómoda o atemorizadora sea, nos sentimos vivos, más fuertes y más en paz.

En el judaísmo, una de las cualidades más importantes que una persona puede adquirir es ser honesto con uno mismo. Especialmente es importante ser honestos respecto a lo que sentimos, en particular cuando experimentamos sentimientos incómodos.

Gabriel está casado hace 15 años. Durante los últimos años comenzó a sentirse solo dentro de la relación, pero se niega a reconocer sus sentimientos. Él se dice a sí mismo: "Ella es una mujer maravillosa y una madre espectacular. Necesito aprender a valorarla más". Pero mientras más trata de racionalizar sus sentimientos, más solo se siente. Incluso cuando pasan juntos un fin de semana, él sigue sintiendo esa molesta soledad. Pero la saca de su mente diciéndose a sí mismo: "Nada es perfecto". Eventualmente comienza a experimentar signos de depresión y le prescriben un antidepresivo que ayuda con su depresión, pero no afecta en absoluto su aislamiento y soledad.

Los sentimientos son información. Debemos escucharlos y aprender de ellos. Cuando lo hacemos, crecemos y prosperamos. Cuando no lo hacemos, podemos sufrir las consecuencias de ignorar lo que ellos tratan de decirnos. El matrimonio de Gabriel no va en una buena dirección. Es muy posible que él pudiera reparar y revitalizar su matrimonio si comenzara a escuchar y tratara de entender el significado de su soledad.

Pero Gabriel elige negar sus sentimientos hacia su esposa porque lo aterra pensar que si llega a reconocer lo que realmente siente, eso pueda afectar su relación y llevar a un divorcio, que es lo que él más teme en la vida. Por eso elige sufrir en silencio para preservar su matrimonio y mantener el estatus quo, evitando hacer exactamente lo que podría fortalecer a su matrimonio.

Hay muchas formas de evitar enfrentar la verdad respecto a lo que sentimos. La mayor parte del tiempo, esta negación a ver la realidad es inconsciente. Aquí menciono algunas de las formas más comunes en que evitamos reconocer nuestros sentimientos:

  • Minimizar la importancia de nuestros sentimientos. "No es tan importante, muchas personas a veces se sienten solas dentro de sus matrimonios".

  • Esperar a que el sentimiento simplemente desaparezca. "Los estados de ánimo son muy cambiantes. Es de esperar que mañana me sienta mejor".

  • Pensamiento mágico. "Este sentimiento va a desaparecer cuando me convierta en socio de la firma y me sienta más seguro profesionalmente".

(Estas eran las tres formas principales con las que Gabriel evitaba enfrentar la verdad respecto a su ansiedad).

  • Intelectualizar. "Mi enojo está justificado por la forma en que ella me trata".

  • Culpar a otros. "Me siento así porque él todo el tiempo me provoca".

  • Distracción. En nuestra cultura, la gente evita sus sentimientos escondiéndose detrás de sus "pantallas", trabajando, manteniéndose ocupados, haciendo ejercicio o yendo a fiestas.

  • Negación, lo que en esencia es directamente mentirse a uno mismo.

  • Ser complaciente y tratar de agradar a los demás. "Me voy a sentir mejor si le caigo bien a los demás y me aprueban".

  • Crear drama en las relaciones y codependencia. "Tengo que cuidarte o me abandonarás".

  • Represión y disociación son formas inconscientes de alejar de nuestra consciencia sentimientos no deseados y peligrosos, tales como traumas.

Cuando nos escondemos de la verdad, perdemos vitalidad, nuestro eje emocional se debilita y nos sentimos más conflictuados. Cuando enfrentamos la realidad, sin importar cuán incómoda y atemorizadora sea, nos sentimos vivos, más fuertes y más en paz.

A pesar de lo asustado que está Gabriel de sus sentimientos, si él tolerara el dolor de enfrentar el significado amenazante de su soledad, se sentiría más fuerte y más en paz consigo mismo.

¿Te escapas de un sentimiento incómodo porque temes enfrentar alguna verdad dolorosa sobre ti mismo o sobre tu vida? Pregúntate: ¿Temo enfrentar lo que realmente siento? ¿De qué tengo miedo?

Tenemos que ser valientes para enfrentar nuestros sentimientos incómodos y aprender de ellos. En psicología, esto se llama "tolerancia afectiva". Debemos aprender a aceptar estos sentimientos y dejar de luchar contra ellos. En verdad, los sentimientos son nuestros maestros.

Esto de ser un ser humano es como una casa de huéspedes

Cada mañana llega alguien nuevo

Una alegría, una depresión, un enojo

Aparecen como visitantes inesperados.

Les das la bienvenida y los entretienes a todos.

Incluso si es un grupo de penas

Que arrasan por tu casa

De todas formas, tratas a cada huésped de forma honorable

Puede ser que él te esté preparando

Para alguna nueva delicia.

El pensamiento oscuro, la vergüenza, la malicia,

Recíbelos en la puerta con una sonrisa

E invítalos a entrar

Sé agradecido con cualquiera que llegue,

Porque cada visitante está allí

Para guiarte hacia algo mucho mejor.

Adaptado de una cita de Mewlana Jalaluddin Rumi

Hay tres cosas que necesitas hacer para procesar y aprender de tus sentimientos:

  1. Nombra el sentimiento y acéptalo.

  2. Pregúntate: ¿Por qué siento esto? ¿Cuál es el significado de lo que siento en el contexto actual en el que lo experimento?

  3. ¿Qué voy a hacer ahora que entiendo el significado de este sentimiento?

Vivir en la realidad es difícil. Vivir con fantasías y mentiras es más fácil a corto plazo, pero a largo plazo sufriremos. Si realmente deseas ser más feliz, sentirte más fuerte y estar más en paz contigo mismo, considera vivir de manera más sincera y honesta.

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