Creencia Racional

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La aceptación de la entrega de la Torá, ¿debería estar basada en evidencia o en fe? La respuesta: depende.

El judaísmo tiene dos fuentes, aparentemente contradictorias, que tratan con una pregunta fundamental de Shavuot. ¿Debería nuestra aceptación de la Torá estar basada en una fe ciega – o en una base racional e intelectual?

Fuente #1 – "Deberes del Corazón" ("Jobot Halebavot"), por Rabeinu Bejaye (España siglo XI):

¿Debes aceptar [los ideales judíos] bajo la autoridad de aquellos (rabinos) estudiosos de la Torá y la tradición – y confiar exclusivamente en sus tradiciones?

¡Por el contrario! La Torá te ordena expresamente reflexionar y ejercitar tu intelecto en aquellos temas. Luego de que hayas adquirido conocimiento por el método de la tradición, que cubre todos los preceptos de la ley; debes investigar con tu razonamiento, entendimiento y juicio, hasta que la verdad se te haga clara y las falsas ideas se hayan disipado; así como está escrito, "Conoce este día y ponlo sobre tu corazón, que el Señor, Él es Dios" (Deuteronomio 4:39). Este concejo se refiere a todo aquello en que los métodos racionales de investigación pueden ser utilizados.

Fuente #2 – Midrash Sifri, Deuteronomio, Capítulo 33

Cuando Dios estaba listo para entregar la Torá, Fue primero donde todas las naciones del mundo y se la ofreció a ellos. Una tras otra, todas las naciones preguntaron, "¿Qué está escrito en la Torá?".

Finalmente Dios fue y ofreció la Torá al Pueblo Judío. Ellos la aceptaron sin verla, como dice la Torá (Éxodo 24:7): "Primero cumpliremos la Torá, y luego la comprenderemos".

Estas fuentes abren esencialmente dos preguntas:

Pregunta #1 - "Haremos y luego entenderemos" no parece sensato. ¿Qué persona con un grado de inteligencia se comprometería a un sistema que él o ella aún no comprende? ¿No deberían haber dicho los judíos, "Entenderemos, y sólo luego haremos"?

Pregunta #2 - ¿Cómo puede la primera fuente afirmar tan claramente que la aceptación del judaísmo depende de un proceso intelectual? ¿No es esto directamente contradictorio al verso de la Torá que dice "haremos y luego entenderemos?"

El Registro de Dios

La respuesta es que ambas fuentes son validas, pero ellas se refieren a dos situaciones diferentes.

Cuando una persona va donde un doctor confiable, ella no cuestionará el tratamiento que éste le recomiende. Similarmente, para el momento en que el Pueblo Judío estaba parado en el Monte Sinai, ya tenían una relación de confianza con Dios. Habían presenciado personalmente las Diez Plagas en Egipto, la separación del Mar Rojo, y el Maná cayendo milagrosamente del cielo. Ellos sabían claramente que Dios maneja el mundo y que Él sólo quiere nuestro bien. Por lo tanto, cuando Él ofreció a los judíos un libro guía para todos los aspectos de la vida, no había duda que ellos lo querían – sin importar su contenido.

En realidad, el orden de "haremos y luego entenderemos" es la única forma lógica en que el Pueblo Judío podía haber aceptado la Torá. Si ellos hubieran dicho, "Déjanos leer primero la Torá, y luego decidiremos si queremos o no aceptarla", ¡esa misma duda ya hubiera sido un rechazo de la Torá! En realidad con eso habrían estado diciendo "Solamente estamos interesados en aceptar un sistema de guía moral de Dios si es conveniente y cómodo para nosotros".

El Rol de la Aceptación Racional

Dada esta explicación, ¿Cómo debemos entender el énfasis en la aceptación racional de la Torá que la primera fuente ("Deberes del Corazón") expresa?

La clave es entender sobre que periodo de la historia judía estamos hablando. Para la generación de Moisés, que tuvo una conciencia intima y personal del poder de Dios y de Su amor por el Pueblo Judío, era obvio que ellos deberían aceptar la Torá sin siquiera mirarla.

Sin embargo, "Deberes del Corazón", está dirigido a todas las generaciones futuras. ¿Cómo se espera que nosotros – que no tuvimos esas experiencias formativas fundamentales de la generación original – nos relacionemos con la Torá?

La respuesta es con nuestras mentes. Debemos pensar, investigar, y clarificar para determinar nuestra relación con la Torá.

Dada la multitud de religiones y "caminos hacia Dios" clamando por nuestra atención (esto combinado con la tendencia humana de conformarse con medias-verdades, y cómodos compromisos a preguntas difíciles), somos instruidos a confiar primeramente en nuestras mentes para nuestra pregunta acerca de la verdad de la Torá.

Sin embargo, por más importante que pueda ser inicialmente el conocimiento intelectual – "Conoce por tanto este día", debe estar acompañado de comprensión emocional – "y considéralo en tu corazón".

Una relación completa con Dios necesita de ambos, intelecto y emoción. "Conocimiento de Dios sin sentimientos" deja a una persona desconectada y alejada de sus convicciones. "Sentimiento sin conocimiento", por el otro lado, es la base para todo culto, ideología nacionalista, y movimiento carismático en la historia.

Es por esto que ambos componentes juntos – intelecto y emoción – son esenciales para toda búsqueda de la verdad y de relacionarse con Dios.

Este Shavuot, por lo tanto, comprometámonos a utilizar nuestro intelecto para indagar, investigar, preguntar y averiguar lo profundo de Dios y Su Torá, para que podamos llegar al nivel de un completo y de corazón "hacer y entender".

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