Entendiendo a tu Hijo

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Los buenos padres ayudan a que sus hijos desarrollen un plan que los dirija hacia su propia y única personalidad. Para hacerlo, tienes que realmente conocer a tu hijo.

Iaacov fue el único de nuestros patriarcas cuyos hijos – todos ellos – continuaron con su legado espiritual. Tuvo problemas con algunos, pero estos fueron incidentes aislados. ¿Cómo lo hizo?

La Torá nos da un vistazo de las técnicas de educación de Iaacov en Génesis, capitulo 47. En su lecho de muerte, Iaacov reúne a todos sus hijos a su alrededor para darles sus bendiciones. La forma en que se relaciona con ellos proporciona una idea más clara de porqué fue un padre exitoso.

Demuestra que los Conoces

La primera cosa que Iaacov hace es hablar a cada uno de sus hijos individualmente; le dice a cada uno algo distintivo sobre su persona.

Esto establece una conexión especial. Si quieres que alguien te respete y te escuche, debes primero demostrarle que tú lo escuchas y lo entiendes a él. Distinguiendo a cada hijo y comentando algo especial sobre él, Iaacov muestra que conoce y entiende a cada hijo, y que se preocupa por él.

Iaacov no estaba acostado en su lecho de muerte improvisando. Es mejor para los padres invertir tiempo y esfuerzo en llegar a conocer y entender a sus hijos, observar sus hábitos y tendencias.

Vale la pena. La recompensa es el conocimiento íntimo de quien es realmente tu hijo, lo que constituye la base de los consejos que les ofreces a ellos.

Tratarlos Acorde a Su Naturaleza

Iaacov pudo haber aprendido estas lecciones de su propia infancia. La Torá nos describe al joven Iaacov como "un hombre simple, residiendo en sus tiendas" mientras que su hermano Esav es llamado "Hábil cazador, un hombre del campo". (Génesis 25:27)

Sus naturalezas innatas eran completamente diferentes – y sin embargo les fue entregada la misma educación y fueron tratados por igual.

El gran estudioso de la Torá, el Rabino Samson Rafael Hirsch, declara esa es la raíz del problema. Según su interpretación Esav se alejó tanto pues ambos fueron tratados por igual de niños.

Iaacov y Esav eran tan distintos como la noche y el día. Su educación y la forma en que sus padres se relacionan con ellos, también necesitaba ser diferente.

Ser padres no implica un esfuerzo de igual magnitud para todos los hijos. Si intentas hacer eso, es probable que algo salga mal. En este caso, Iaacov va a arruinarse o Esav lo hará.

Iaacov entendió esto y evitó hacerlo con sus hijos.

Los padres exitosos ajustan sus acciones y expectativas a cada hijo, siguiendo la lección más famosa de los Proverbios "entrena a la juventud de acuerdo a su modo, para que aun cuando envejezca no se aleje de él".

Critica Características, No Acciones

Iaacov separa a tres de sus hijos para criticarlos, pero les reprocha de una forma muy específica. No critica acciones particulares, sino que identifica las características personales que llevaron al niño a actuar de forma inapropiada.

No los reprende por lo que hicieron, más bien se enfoca en la característica personal que los llevó a hacerlo.

Las malas acciones en si mismas pueden ser o no ser tan malas. Iaacov está preocupado prioritariamente por el motivo causante de estas acciones. Si una característica que causa malas acciones no se corrige, ten por seguro que las elecciones incorrectas ocurrirán de nuevo.

En dos de los casos, está reprendiendo a sus hijos Simón y Levi por saquear una ciudad entera en venganza de un ataque contra su hermana.

En realidad Iaacov no desaprueba sus acciones – quizás él piensa que hicieron lo correcto. Está preocupado, sin embargo, de que ellos actuaron motivados por la ira. Incluso si finalmente hicieron lo correcto, él aún se toma el tiempo de hacerles ver que la acción correcta vino del lugar equivocado.

Cuando los padres se enfrentan a malas conductas, deben descubrir el problema real, exponiendo la falla de carácter que causó su aparición. Iaacov puede hacer eso porque realmente conoce a sus hijos.

Dos hombres fueron descubiertos una vez utilizando dinero falsificado. Una inteligente jueza sentenció a uno de ellos a cinco años de prisión, mientras que al otro lo sentenció con veinte años.

¿Por qué? ¡La inteligente jueza vio que el segundo hombre tenía la imprenta de los billetes!

La imprenta es la falla de carácter. Gastar el dinero es la mala conducta. Puedes castigar al niño por utilizar el dinero, pero va a volver a ocurrir a menos que te deshagas de la imprenta.

Enfoca las Alabanzas en las Acciones

Las buenas características necesitan ser traducidas en acciones positivas. Tendencias hacia la amabilidad o la generosidad son recursos valiosos, pero deben ser utilizados para ser mucho más que un bien teórico.

Se cuidadoso, de todas formas, de no relacionar el bien intrínseco del niño con lo que hace, ya que esto puede hacer que el niño se sienta presionado a reafirmar constantemente su bondad teniendo que actuar de buena manera. Estos niños eventualmente pueden agotarse a si mismos.

La visión judaica del tema es contraria a algunas de las teorías psicológicas modernas. Iaacov actúa asumiendo que algunas de las características que tienen sus hijos son congénitas. No van a ser eliminadas, pero pueden ser canalizadas apropiadamente.

Todos tenemos tendencias, o fueron desarrolladas a lo largo del tiempo o bien nacimos con ellas. No somos responsables por nuestras tendencias, pero sí somos responsables por lo que hacemos con ellas.

Enseña a tus Hijos a Manejar su Carácter

Las características personales tienen dos lados: un canal positivo y un canal negativo. Por ejemplo, no dejar que las cosas te enojen es una excelente cualidad, pero al mismo tiempo a una persona mala no le molestan las cosas malas.

Es la misma tendencia, pero utilizada de forma diferente.

Un buen padre, ayuda a sus hijos a entender sus tendencias y características personales principales, junto con las fortalezas y desafíos que cada una presenta. Ese entendimiento personal es suficiente para durar toda una vida.

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