Cómo Hablarle a los Adolescentes

3 min de lectura

El primer paso es dejar de hablar y comenzar a escuchar, sin ninguna segunda intención.

"¿Puedes hacer entrar en razón a mi hijo?".

Me piden esto muy a menudo. Y mi respuesta es: No. No puedo hacer entrar en razón a la gente. Si pudiera, cobraría mucho más por mi trabajo.

Yo no me dedico a convencer gente. Me dedico a escuchar a la gente.

Me gusta ver a los adolescentes entrar en razón por sí mismos. Esa es la magia de la terapia.

Lo llamo “magia” porque algo aparece donde parecía no haber nada. La honestidad y la apertura brillan de una cara que antes decía: “Lo Sentimos, Estamos Cerrados”.

La autenticidad es la única moneda que ellos aceptan. A nosotros los adultos nos encanta fabricar una autenticidad falsa, y a pesar de que ésta quizás sí funciona para el acelerado y directo mundo de los adultos, no funciona con los chicos. Produce rechazo. No puedes 'venderles' sinceridad.

¿Por qué los adolescentes exigen tan fuertemente que tengamos sinceridad e intenciones puras?

Porque les da una esperanza renovada de que quizás – sólo quizás - la adultez no esté tan 'adulterada' como ellos piensan. Los adolescentes necesitan más que nunca volver a tener esta esperanza. Les da una sensación de seguridad. Un recordatorio de que la franqueza de la infancia no necesariamente acaba; sólo toma una nueva forma.

Entonces, intenta darles un poco de atención no adulterada ni dividida. Abiertamente, sin juzgar.

Es mucho más difícil de lo que parece. Pero aquí tienes algunas ideas que quizás te ayuden a abrir el camino hacia un lugar en donde pueda evolucionar la comunicación natural…

1. Verifica Tus Intenciones

Recuerda: cuando los adultos se acercan a los adolescentes, las defensas de los adolescentes se activan inmediatamente (consciente o inconscientemente). No están acostumbrados a una actitud de validación o curiosidad, sino que están acostumbrados a la intrusión, instrucción, aleccionamiento y luchas de poder; como adultos, somos considerados "culpables hasta que se pruebe nuestra inocencia". Y muchos de nosotros hemos hecho un buen trabajo en reforzar esta triste tendencia.

Los adolescentes detectarán inmediatamente cualquier segunda intención que estés ocultando. No les preguntes cómo andan porque quieres que te cuenten algún secreto. Hazlo porque quieres darles lo que casi nunca reciben: atención pura y exclusiva. El objetivo no es la interrogación, sino la comunicación. Nunca lo olvides.

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2. Sé el Lienzo, No el Pintor

Trata de ver el mundo desde su perspectiva. A menos que estemos dispuestos a dejar de lado nuestra perspectiva por un momento, habrá muy poco lugar para un buen intercambio personal. Nos gusta influenciar a los adolescentes mucho más de lo que nos gusta ser influenciados por ellos. Es nuestra zona de confort: Nosotros iluminaremos, y ellos serán iluminados.

Pero a los adolescentes no les gusta esto. Refuerza sus miedos subconscientes de que "crecer" significa el final de la espontaneidad y el comienzo de una vida carente de excitación.

Sorpréndelos con tu curiosidad. Trata de cambiar la dinámica, deja que ellos lideren la conversación. Sé el oyente que nunca encontraron. Ellos apreciarán intuitivamente tu voluntad de "salirte del molde", que es exactamente donde a los jóvenes les gusta estar: fuera del molde.

3. Mira más allá de la Pantalla

Los adolescentes y la tecnología a menudo van de la mano; les encanta usar las últimas innovaciones y los accesorios que ofrecen.

En lugar de pedirles que apaguen las pantallas, trata de divertirte con ellos. Es fácil entrar de esa forma. Encuéntralos en donde ellos están. Pregúntales a qué quieren jugar o cómo les gusta chatear -¿Facebook? ¿Twitter? ¿Blackberry Messenger? ¿Google Chat? Ve su excitación. Aliéntala. Si algo los apasiona, ¡explóralo! Incluso si pasan 20 minutos explicándote por qué “Angry Birds” es la mejor invención desde el pan de molde – nunca parezcas estar aburrido. Si significa algo para ellos, entonces quiere decir que tiene valor. No socaves sus valores, a menos que quieras que ellos socaven los tuyos.

Encontrarte con ellos en su lugar significa darles el beneficio de ser locales. Y hacerlo es sumamente beneficioso; si puedes jugar en su terreno, entonces quizás ellos estén dispuestos a visitar el tuyo.

Una vez que hayamos establecido una relación de confianza con un adolescente, entonces las probabilidades de comunicarnos efectivamente con ellos habrán crecido exponencialmente. Ellos tienen muchas cosas en la cabeza, muchas.

Entonces, mira más allá de las pantallas y conéctate con tu adolescente.

Puede que te sorprendas gratamente con lo que encuentres.

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