Los 7 errores más graves que cometen los padres

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Estos son los errores más graves que dañan emocionalmente a nuestros hijos.

Un colega presentó una clase para padres diciendo: “Todos los padres cometen errores. Pero los errores de algunos son más grandes”. Aquí hay siete graves errores que cometen los padres y que dañan a sus hijos.

1. Pelear frente a tus hijos

Experimentar de forma regular las peleas de los padres es destructivo para el bienestar emocional del niño. Pelear frente a los niños destruye su equilibrio emocional y cuando un niño se ve forzado a soportarlo solo, sin ningún apoyo ni ayuda para procesarlo, eso puede ser insoportable. Pelear frente a los niños les roba la inocencia y la infancia y los obliga a enfrentar un dolor no deseado. Nunca se debe obligar a los niños a enfrentar el dolor emocional que les infligen sus padres al no controlar sus sentimientos y no resolver sus diferencias con la puerta cerrada.

Aquí la regla es simple y absoluta: nunca pelear ni estar en desacuerdo frente a tus hijos, a menos que conscientemente quieras enseñarles a resolver problemas y quede claro que no hay animosidad ni enojo hacia el otro.

2. No estar sintonizado con sus sentimientos

El primer trabajo de un padre es estar emocionalmente sintonizado con sus hijos. Cincuenta años de estudios sobre la infancia demostraron claramente que la sintonía emocional constante construye un fuerte sentido de autoestima en el niño, mientras que la carencia consistente de sintonía destruye su autoestima.

En la práctica, esto significa escuchar antes de dar tus consejos, corregir o educar. Por ejemplo, si tu hijo vuelve de la escuela llorando, enojado y te dice: “Odio al señor Roberts. Es muy malo. Mañana le voy a tirar la comida a la basura”. ¿Cuál es tu respuesta? ¿Primero lo corriges o lo escuchas? Tu primera respuesta siempre debe ser escucharlo con atención.

Una respuesta sintonizada podría ser algo así: “Veo que estas realmente enojado con el Sr. Roberts. Estás tan enojado que sientes ganas de dañarlo para sentirte mejor. Yo también algunas veces me siento así. Realmente tengo curiosidad por saber por qué estás tan enojado con él. ¿Quieres contármelo? Realmente quiero escucharlo”.

Escuchar con atención los sentimientos del otro integra, da fuerza y consuela. Quitar importancia a los sentimientos del otro fragmenta, debilita y profundiza el dolor. Cuando respetamos los sentimientos de nuestros hijos, al mismo tiempo estamos respetando y fortaleciendo su personalidad. Aprende a escuchar. De eso depende el bienestar emocional de tu hijo.

3. No respetar la individualidad de tu hijo.

El Rey Salomón dio un maravilloso consejo a los padres en el Libro de Proverbios cuando dijo: “Educa al niño de acuerdo con su camino” (es decir, de acuerdo con su personalidad y su temperamento singular).

Las escuelas son para la socialización y para transmitir información de una forma homogénea. El hogar es para dar forma y consolidar la singularidad del niño. El trabajo del padre es ayudar a su hijo a entenderse a sí mismo. Por ejemplo, es un error que el padre presione al niño a tener éxito en la escuela para poder entrar a una buena universidad. No todos los niños pueden ir a la universidad. A algunos les irá mucho mejor en una escuela de oficios.

Una persona me dijo que su padre le salvó la vida. Esta persona venía de una prestigiosa familia de Rabinos y también su padre era un Rabino muy respetado. Todos sus hermanos fueron a ieshivot y se convirtieron en Rabinos. Él me dijo que se sentía muy ansioso en la escuela primaria, porque sentía la presión de ser como sus hermanos. Él recuerda que su padre conversó con él sobre su futuro. En vez de empujarlo a mejorar sus estudios de Talmud, el padre le sugirió que siguiera su vocación, que era dedicarse a los negocios. Al principio se sintió triste, pensó que era un fracasado por no seguir el camino de sus hermanos. Pero su padre fue sincero y lo guio con amor para que pudiera llegar a ser él mismo. Eventualmente se volvió una persona muy adinerada y es famoso por su generosidad y su filantropía.

Los padres tienen que conocer a sus hijos y comunicarles ese conocimiento para ayudarlos a reconocer su propia singularidad. En el sistema escolar hay demasiada presión para ser como todos los demás. Los padres deben proteger a sus hijos de la presión social y darles confianza y fuerzas para descubrir su propio camino en la vida.

4. Ser verbalmente abusivo

Estas son 5 formas comunes en que los padres pueden ser verbalmente abusivos:

  • Criticar constantemente y controlar todos los detalles

  • Comparar a un niño con otro

  • Insultar y ridiculizar

  • Presionar al niño para que sea exitoso

  • Ser impaciente, enojarse y enfurecerse con el niño

Cometer uno de estos errores de vez en cuando no es destructivo ni dañino, pero cualquiera de estas cosas de forma regular daña el bienestar emocional del niño.

5. No asumir la responsabilidad por tus problemas matrimoniales

Los padres que no se aman y tienen problemas matrimoniales crean tensión en el hogar. Los niños sienten esta tensión y eso desestabiliza su sensación de seguridad y paz interior. Los padres deben asumir la responsabilidad y tratar de resolver sus problemas. Esto debería ser algo obvio, pero demasiadas parejas que tienen serios problemas no hacen nada al respecto y sus hijos sufren.

6. Permitir que los niños tomen el control

Los niños necesitan disciplina. Los estudios demuestran que los niños quieren ser disciplinados. Ellos piden límites tanto como parece que se resisten a los mismos. Los límites le dan al niño una sensación de seguridad y protección. Y si los padres no saben cómo tomar el control, los niños lo tomarán.

Un ejemplo clásico es permitir a los niños controlar el momento en que se van a dormir. Los niños necesitan con desesperación dormir y tener un horario para irse a la cama. No se les debe permitir que ellos mismos decidan cuándo se van a dormir. A menudo los padres ceden porque es más cómodo no pelear con los niños. Muchas veces los padres se sienten mal cuando sus hijos lloran y les suplican que se queden a su lado hasta que se duerman. Esto es malo para todos. Además, por las noches tienes mejores cosas que hacer que quedarte al lado de tus hijos.

7. No estar en la misma página

La Torá nos enseña que una madre y un padre siempre deben esforzarse por mantener la misma línea. Los padres deben estar de acuerdo respecto a la filosofía educativa y sus técnicas. Cuando los padres tienen diferentes enfoques, los niños lo entienden y eso a menudo lleva a que pongan a un padre contra el otro. Esto es especialmente problemático si un padre es más permisivo que el otro. Por lo tanto, los padres deben ser muy cuidadosos de no socavar la autoridad del otro y no dejar que sus hijos se aprovechen de sus diferencias. Los niños nunca deben sentir que si no reciben de mamá lo que quieren pueden ir a pedírselo a papá.

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