Por qué para tus hijos menos es más

3 min de lectura

El poder de la simpleza para criar niños más felices y seguros.

Kim John Payne, terapeuta familiar y educador Waldorf, escribió un libro titulado: “Simplicity Parenting: The Extraordinary Power of Less to Raise Calmer, Happier, and More secure Kids”. En su libro, él describe las formas en que los padres pueden simplificar las vidas de sus hijos (y el mundo que los rodea) para ayudarlos a tener el espacio y el tiempo necesarios para crear una identidad más fuerte y sana.

Payne explica este fenómeno en el mundo moderno:

Construimos nuestra vida cotidiana y nuestras familias sobre cuatro pilares de “demasiado”: demasiadas cosas, demasiadas opciones, demasiada información y demasiada velocidad. Con este nivel de ocupación, distracciones, presión de tiempo y desorden (mental y físico), se les roba a los niños el tiempo y la tranquilidad que necesitan para explorar su mundo y su yo emergente. Debido a que las presiones del “demasiado” son tan universales, nos “adaptamos” a un paso sumamente rápido. La rareza del “demasiado” comienza a parecer normal.

¿Cómo sugiere Payne que simplifiquemos las cosas, las elecciones, la información y la velocidad que están siempre presentes en nuestras vidas? Incluyo aquí algunas de sus sugerencias. Por supuesto, sabemos que debemos practicar todo con moderación, y eso incluye la simplicidad. Por lo tanto, selecciona y escoge. Mira qué funciona para ti y para tu familia.

  • Escoge no sobrecargar la agenda. Inscribimos a nuestros hijos en actividades extraescolares y actividades de fin de semana cuando son muy pequeños. A menudo, ellos participan en varias actividades (a veces en más de una el mismo día) después de un largo día de escuela. Lo que realmente queremos es que nuestros hijos encuentren algo que ellos aman y que después realmente se dediquen a eso en vez de intentar estar constantemente ocupados con cosas nuevas.

  • Disminuye los juguetes. Si nuestros hijos están constantemente expuestos a cosas, no saben cómo dejar que su mente vuele o cómo enfrentar el aburrimiento. Reduce la cantidad de juguetes que tu hijo ve de forma constante. ¡De esta forma le darás a tu hijo el regalo del aburrimiento! Crea un espacio seguro y déjalo jugar. Eventualmente, esto inspirará creatividad e innovación.

  • No todos los días tienen que ser extraordinarios. A menudo queremos que nuestros hijos tengan experiencias espectaculares, pero la realidad es que la mayor parte de la vida está compuesta de experiencias comunes. Si aceptamos los días comunes, nuestros hijos aprenderán a apreciar los placeres simples de la vida diaria. Esto a su vez construirá el carácter y la capacidad de prestar plena atención al presente.

  • Reduce el tiempo de pantalla. Si tu familia tiene televisor u otros aparatos electrónicos, Payne sugiere deshacerse de ellos. Él sugiere que, por lo menos, ningún niño menor de dos años debería estar expuesto a una pantalla y que los niños menores de siete años deben tener un acceso muy limitado. El tiempo de pantalla impide la interacción con otras personas y la conexión con el mundo, y esta es una pieza importante del puzle de la infancia.

  • Comer juntos. Este consejo no es nuevo. La investigación demuestra que las familias que comen juntas una comida diaria tienen mejor salud, mejores habilidades de lenguaje y menos depresión. Esto también te permite crear una rutina para tus hijos. Ellos saben que en la cena todos se sientan juntos y cuentan lo que les pasó durante ese día. Payne también sugiere crear un menú predecible: cada lunes se cena pasta, cada martes pescado, etc. Cuando puedas, deja que los niños te ayuden a preparar la comida.

  • Menos palabras, más calma. Los padres dicen con sus rostros muchas cosas que no podrían decir con exactitud con palabras. Piensa en la forma en que actúas, gesticulas y te expresas no verbalmente. En sus primeros años, tus hijos aprenden mucho a través de la imitación. Ayúdalos a imitar tu comportamiento calmado. Enséñales a escuchar a través de tu propia capacidad de escucharlos a ellos.

  • Sueño. Los niños necesitan dormir mucho. Esto crea un ritmo en sus vidas y les permite funcionar de forma óptima durante el día. Si la hora de dormir es una lucha, construye momentos calmos a lo largo del día: proyectos independientes, horas de siesta, pausas de lectura u otras actividades solitarias. Estos recesos tranquilos les permiten a los niños descomprimir tensiones.

  • Establece tiempo en familia. Shabat, cuando las cosas se calman y se relajan, es un momento excelente para compartir tiempo en familia. Establecer tiempo en familia en cualquier momento de la semana para poder reunirse y hacer una pausa es una forma excelente de detenerse y simplificar la velocidad de la vida diaria.

El filósofo norteamericano Henry David Thoreu escribió: “Nuestra vida se desperdicia en los detalles. Simplifica, ¡simplifica!”. Quizás podemos aceptar su consejo y educar niños más tranquilos y sanos.

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