Los zapatos y el secreto de Iom Kipur

24/09/2022

4 min de lectura

Iom Kipur nos brinda la oportunidad única de trascender nuestras limitaciones físicas y conectarnos con nuestro yo verdadero.

Iom Kipur es uno de los días más importantes del calendario judío, y también el más singular. Aunque podemos pensar que este es el día más solemne y difícil, los sabios judíos se refieren a Iom Kipur como un día festivo y de elevación espiritual. De hecho, Iom Kipur está conectado con el día más alegre del año: Purim. El nombre mismo, Iom Kipurim, literalmente significa "un día como Purim". Sin embargo, Purim es un momento de banquetes y alegría, y Iom Kipur es un día en el que nos alejamos por completo del mundo físico: no comemos ni bebemos, no tenemos relaciones maritales, no nos lavamos ni usamos zapatos de cuero. Estos comportamientos a menudo son asociados con el duelo y la tristeza, exactamente lo opuesto a la alegría que experimentamos en Purim. Si Iom Kipur también debe ser una festividad alegre, ¿cómo reconciliamos esto con las restricciones del día?

Preguntas del alma: ¿Qué somos?

La mayoría de las personas piensan que "tienen" un alma, cierta esencia espiritual en su interior. Sin embargo, las fuentes judías nos enseñan que no tienes un alma, sino que eres un alma. El alma no es un aspecto de tu ser, o un componente espiritual de tu existencia, sino que es tu misma esencia. Tú eres un alma, una consciencia, un ser espiritual. Cuando dices "yo", te refieres a tu alma, tu sentido interno de ser. Tienes un cuerpo, emociones y un intelecto, todos ellos aspectos y expresiones de tu alma. Pero en la raíz, eres un alma, una neshamá, una consciencia infinita expansiva.

Un alma es angelical, perfecta, pura y trascendente. Sin embargo, en el momento en que entramos a este mundo físico, la expansividad infinita del alma se ve confinada dentro de un cuerpo físico, que es su contenedor en este mundo. El cuerpo debe ser la herramienta del alma, para permitir que el alma manifieste por completo su voluntad en este mundo. Esta es nuestra misión en la vida. A medida que avanzamos por nuestro camino en la vida, tenemos acceso a aspectos más elevados de nuestra alma, de nuestro ser verdadero, y entonces debemos manifestar eso en el mundo a través de nuestros cuerpos físicos. Al hacerlo, elevamos nuestro recipiente físico y le permitimos nutrirse de los aspectos más elevados de nuestro ser verdadero. La vida consiste en la expansión y expresión infinita del ser en el mundo físico.

Pero es muy fácil olvidar que somos un alma y en cambio identificarnos con nuestro cuerpo físico, cuyos impulsos y deseos están siempre presentes y son muy tentadores. Al nacer en un mundo físico, tendemos a creer que somos sólo aquello que podemos ver.

En la vida, la lucha es ver más allá de lo material y su anhelo de gratificación inmediata y comprender que somos almas angelicales dentro de una carcasa física que anhelan un significado y una satisfacción más profunda. Iom Kipur es el momento para darnos cuenta de que, en esencia, somos seres espirituales e intentar elevar nuestra experiencia física.

El concepto espiritual de los zapatos

Al entender el significado no usar zapatos en Iom Kipur, también comprenderemos la relación entre el alma y el cuerpo. El Nefesh HaJaim (1:5, nota 6) explica el profundo concepto espiritual de los zapatos. El cuerpo usa el zapato para moverse por el mundo. La parte más baja del cuerpo se encuentra en tu zapato, lo que te permite caminar. La relación entre el cuerpo y el zapato es exactamente la misma relación que existe entre tú y tu cuerpo. Tú eres un alma angelical, una neshamá. Tu cuerpo es tu contenedor, tu "zapato", lo que te permite interactuar con el mundo, moverte y concretar tu potencial.

Es interesante que la palabra hebrea para zapato, naal, también significa "cerrado, bloqueado", porque los zapatos encierran a los pies y les permiten caminar. Así también, tu cuerpo encierra dentro de él tu ser angelical y te permite controlar tu cuerpo y usarlo para navegar este mundo físico.

En Iom Kipur nos sacamos los zapatos, lo cual representa trascender nuestros cuerpos físicos. Sacar tu "pie" de tu "zapato" representa sacar tu alma angelical de tu cuerpo. Iom Kipur es el único día del año en que nos liberamos por completo de nuestras limitaciones físicas y nos apegamos a nuestro yo angelical. El tema central de Iom Kipur es la teshuvá, el arrepentimiento. Literalmente, teshuvá significa "retorno". En Iom Kipur retornamos a nuestra raíz, a nuestra alma espiritual y perfecta. Los Sabios judíos enseñan que Iom Kipur es el único día del año en que tenemos la capacidad de asemejarnos a los ángeles. En este día, nuestro yo inferior y nuestros impulsos físicos son impotentes, no pueden derribarnos. En Iom Kipur trascendemos a nuestro cuerpo físico y nos apegamos a nuestro ser angelical. Por eso nos quitamos los zapatos, nuestros "recipientes físicos".

En Iom Kipur, sacarse los zapatos es una de las cinco prohibiciones, todas las cuales se refieren al mismo tema: la trascendencia. El alimento es lo que conecta a nuestro cuerpo con nuestra alma, nos mantiene vivos y arraigados en el mundo físico. Por eso al ayunar nos sentimos mareados y el hambre prolongada lleva a perder la consciencia y eventualmente a la muerte. En Iom Kipur, intencionalmente disminuimos la conexión entre el alma y el cuerpo para trascender nuestra envoltura física y experimentar un día en un estado puramente angelical.

La oportunidad de Iom Kipur

Iom Kipur nos provee la oportunidad única de trascender, de experimentar lo infinito y apegarnos a nuestro yo verdadero.

La experiencia trascendente de Iom Kipur fija las bases para el resto del año. Aunque lo físico puede ser destructivo si se lo usa mal, el ideal no es trascender por completo lo físico, sino más bien usar lo físico para reflejar algo superior. Nuestro objetivo como humanos no es escaparnos de lo físico, sino usarlo como un medio para conectarnos con lo trascendente.

Sucot, la festividad que sigue inmediatamente después de Iom Kipur, encarna esta lección al incorporar lo físico. Nuestra raíz debe ser trascendente, firmemente arraigada a lo espiritual, y sobre este fundamento podemos descender a lo físico y usarlo de una forma trascendente.

Que este Iom Kipur nos veamos inspirados para experimentar por completo nuestro ser y que logremos infundir esta adquisición espiritual a nuestra vida física, elevando nuestros actos e intenciones al llevar a ese mundo físico hacia su raíz espiritual.

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