El Misterio de Lag B'Omer

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Existen muchas preguntas interesantes alrededor de la nunca bien ponderada fiesta de Lag B'Omer – el día 33 de la cuenta del Omer.

Cortesía de la Orthodox Union http://www.ou.org

Treinta y tres días después del primer día de Pesaj, los judíos celebramos una festividad "menor" llamada Lag B'Omer, el día treinta y tres del Omer. Es un oasis de alegría en medio del periodo de Sefirá (cuenta) que pasa casi desapercibido por la mayoría de los judíos contemporáneos. Pero realmente contiene lecciones históricas de tal contenido, que esta generación no sólo debiese desenredar el misterio de Lag B'Omer sino que debiese descubrir que su propio destino esta enraizado en su secreto.

Las siete semanas entre Pesaj y Shavuot son los días de la "Cuenta del Omer", las festividades de la cosecha que eran observadas en la tierra de Israel cuando el Templo se encontraba en el monte Moriá en Jerusalem.

Este periodo de cincuenta días era un tiempo de alegre anticipación. Habiendo experimentado el Éxodo de Egipto en Pesaj, cada judío literalmente "contaba los días" desde la primera noche de Pesaj hasta Matán Torá – la revelación de la Torá en el monte Sinai, que ocurrió en Shavuot, exactamente 50 días después del Éxodo. Mientras que el Éxodo marca el nacimiento físico de la nación judía – la entrega de la Torá completa el proceso a través del nacimiento espiritual de la nación.

Cada año, cuando celebramos el Seder de Pesaj, se nos ordena "vernos a nosotros mismos como si cada uno realmente hubiera experimentado el Éxodo de Egipto". De esta manera, también es lógico que debamos prepararnos durante el periodo de la Sefirá (la cuenta del Omer) para recibir nuevamente la Torá en Shavuot – para que nuestra libertad sea completa desde una perspectiva espiritual.

Claramente entonces, los días de la Sefirá deberían ser días de alegría, pero en cambio, son observados como un periodo de semi-duelo. Bodas, música y cortes de pelo no están permitidos, algunos ni siquiera se afeitan durante todo el periodo. Es en este lado triste de la Sefirá donde la festividad de Lag B'Omer se cruza, el día en donde este periodo de duelo se corta, donde la tristeza está prohibida.

¿Cuál es la razón de la tristeza en un periodo que debería ser señal de gran alegría?

La Muerte de los Estudiantes de Rabi Akiva

¿Cual es la razón de la tristeza en un periodo que debería haber sido de alegría anticipada? La razón, nos dice el Talmud de Babilonia (Ievamot 62:2), es que durante este periodo, los 24,000 estudiantes de Rabi Akiva, quien vivió 1,850 años atrás mientras los romanos dominaban la tierra de Israel, murieron en una misteriosa plaga que Dios envió. ¿Por qué murieron? El Talmud nos enseña, "porque ellos no mostraron suficiente respeto el uno al otro". Lag B'Omer es celebrado en el día 33 porque en ese día la plaga cesó y los alumnos de Rabi Akiva dejaron de morir.

Esta explicación nos deja con un gran número de dificultades y aún más preguntas sin resolver.

Por qué este evento, la muerte de los alumnos de Rabi Akiva, así de trágico como es, amerita treinta y tres días de duelo cuando han ocurrido tragedias incluso más grandes en la historia judía; como por ejemplo la destrucción de ambos Templos, o el rompimiento de la Primeras Tablas por Moisés, y que sólo están marcadas por un singular día de duelo. En términos cuantitativos, la masacre de la inquisición española, las cruzadas, los Pogromos y el Holocausto que destruyo a los judíos de Europa y que costo la vida de mas de seis millones de ellos sobrepasa ampliamente a la muerte de los alumnos de Rabi Akiva. Pero, estos trágicos eventos no son conmemorados en ningún día especial de duelo. ¿Por qué se le da tanta importancia a la muerte de los alumnos de Rabi Akiva?

Cada evento en el calendario judío fue puesto allí por la Mano Divina porque se ajusta a la noción preconcebida del significado de las épocas y de la historia. La naturaleza y los eventos se corresponden y se interrelacionan, ciertos días y periodos son más propensos a la alegría o a la tristeza. ¿Por qué el duelo de la Sefirá coincide con las festividades de Pesaj y de Shavuot, que a su vez coincide con el periodo de las festividades de la cosecha?

También parece ser que hay gran inconsistencia en la historia misma. ¿De qué eran culpables los alumnos de Rabi Akiva que merecían morir? Si los alumnos de Rabi Akiva murieron como resultado del castigo de Dios por sus pecados, ¿Por qué deberíamos guardar duelo por ellos? ¿Acaso no merecían el castigo?

¿Por qué Lag B'Omer es un día de "celebración", si todo lo que ocurrió en Lag B'Omer fue simplemente que dejaron de morir los alumnos de Rabi Akiva?, ¿No sería mas adecuado instaurarlo como el día de recuerdo de los veinticuatro mil alumnos que murieron?

¿Cuál es la conexión entre Lag B'Omer y la revuelta en contra de los romanos por Bar Kojba y su ejército? ¿Y cómo se relaciona todo esto con Rabi Shimon Bar Yojai, autor de los místicos libros del Zohar, quien vivió en la misma época y, sobre quien cantamos en Lag B'Omer?

Y finalmente, ¿Por qué todas estas preguntas nunca son discutidas abiertamente, como lo son por ejemplo las cuatro preguntas del Seder de Pesaj?

Las respuestas a estas y otras preguntas residen en la historia de una era turbulenta y en los misterios del concepto judío de Era Mesiánica.

La Revuelta

Primero, debemos entender que mucho del material del Talmud que trata de materias políticas fue escrito con mucha sensibilidad a cualquier censor Romano. El Talmud no podía hablar abiertamente de las ramificaciones políticas de los eventos. Para obtener una imagen verdadera de lo que ocurrió, debemos recoger la historia desde varias fuentes históricas y desde los escritos talmúdicos. Lo que descubrimos es algo así:

El Segundo Templo fue destruido por los romanos en el año 70 E.C., Jerusalem y sus alrededores quedaron en ruinas de punta a punta. Miles murieron en las terribles luchas y subsiguientemente por las persecuciones y la hambruna; otros miles fueron vendidos como esclavos y forzados al exilio. Los romanos consideraron a la nación judía como debatida, insignificante y terminada. El general romano Tito construyó un monumento de victoria que existe hasta el día de hoy – el famoso Arco de Triunfo de Tito, en el cual está escrito Judea Capita – Judea esta Kaput – terminada.

Pero incluso en la derrota, los líderes espirituales del pueblo judío se esforzaron por reconstruir la vida y recrearon las instituciones judías. Ellos tuvieron tanto éxito que alrededor del año 135 E.C., un líder militar judío llamado Bar Kosiba tuvo éxito al organizar una fuerza armada para liberar a la Tierra de Israel de los odiados romanos. Miles se unieron a su causa, incluyendo a los mas grandes estudiosos del Talmud de todos los tiempos, como por ejemplo el Tanaita Rabi Akiva ben Yosef, el cual llena la Mishná con sus brillantes comentarios y decisiones.

Los contemporáneos de Rabi Akiva sintieron que una nueva revuelta en contra de los romanos iba a fallar e iba a terminar en otro episodio sangriento. Pero Bar Kosiba persistió y tuvo éxito en la organización de una fuerza militar de 200.000 hombres. El Talmud relata que Bar Kosiba pedía que cada uno de sus reclutas demostrara su valentía cortándose un dedo – cuando los rabinos protestaron él la sustituyo por otra prueba, cada recluta debía sacar un árbol de raíz con las manos mientras montaba a caballo. Ese era el nivel de su valentía y destreza.

Rabi Akiva no concordaba con sus colegas rabinos, y la mayoría se unió a su punto de vista. Desde una perspectiva militar, el sintió que una revuelta exitosa era factible. Dicen algunos historiadores que un veinte por ciento de la población del Imperio Romano entre Roma y Jerusalem era judío.

Las fundaciones paganas de Roma estaban en ruinas. Muchos romanos estaban en la búsqueda de una alternativa religiosa – y muchos de ellos crearon la cristiandad en los dos siglos subsiguientes. También muchos romanos estaban atraídos por el judaísmo, y un número significante se convirtió. Ellos eran miles – decenas de miles de simpatizantes. Algunos incluso eran miembros del Senado Romano convertidos al judaísmo. Si el gran número de judíos que vivía en el imperio romano podía ser inspirado a coordinar revueltas anti-romanas, muchos historiadores creen que el prospecto para destruir a Roma habría sido bastante real.

Proclamando al Mesías

Y si las revueltas funcionaban y los judíos de todas partes del mundo se unían y reconstruían su tierra, Rabi Akiva creía que ellos podrían traer la Era Mesiánica – la gran era de espiritualidad y paz universal anunciada por los profetas de Israel – el gran milenio en el cual todos los judíos volverían a la tierra de Israel, el Templo de Jerusalem sería reconstruido e Israel lideraría al mundo hacia una era de justicia, renacimiento espiritual y completitud.

En las Leyes de Reyes (capitulo 11:3) Maimónides, hablando acerca de la era Mesiánica dice: "No pienses que el Rey Mesías debe realizar milagros y señales, crear fenómenos naturales nuevos, volver a los muertos a la vida, o hacer milagros parecidos. Esto no es así. Porque Rabi Akiva era el estudioso más sabio de la Mishná y fue el portador de la armadura de Bar Kosiba (el nombre original de Bar Kojba) el Rey. Él estableció con respecto a Bar Kosiba que él era el Rey Mesías. Tanto él como los sabios de la generación creían que Bar Kosiba era el Rey Mesías, hasta que (Bar Kosiba) fue muerto por sus pecados. Una vez que lo mataron, fue evidente para ellos que él no lo era".

Para Bar Kojba y sus oficiales, todo parecía estar listo. Roma estaba podrida y corrupta – muchas naciones aprisionadas estaban oprimidas – la atmósfera de rebelión se percibía en el aire. Rabi Akiva (Talmud de Jerusalem, Taanit 4:15) le dio a Bar Kosiba un nuevo nombre. "Bar Kojba" – Hijo de la Estrella – para cumplir con la profecía – "una estrella saldrá de Jacob". Bar Kojba entrenó un ejército capaz de estallar la pólvora de la rebelión y Rabi Akiva encendió la mecha con la proclamación mas dramática de la historia judía — él proclamó que Bar Kojba era el tan esperado Mesías.

¡Uno de los más grandes sabios y líderes de todos los tiempos!, ¡Rabi Akiva no puede haber hecho esta crucial y radical declaración a menos que haya estado en lo cierto! Él nunca habría proclamado a un hombre Mesías a menos que realmente lo supiera. Rabi Akiva añadió una nueva dimensión espiritual a la guerra de la liberación. Él trató de fusionar a los soldados de las espadas con los soldados de los libros – sus veinticuatro mil alumnos – cada uno de ellos un gran estudioso y un gran líder.

Estos sobresalientes alumnos se habrían convertido en el "ejército" real del pueblo judío.

Estos alumnos sobresalientes se habrían convertido en el "ejército" real del pueblo judío, una fuerza espiritual y moral que llevaría la Torá a todo el mundo, sobrepasando la angustia, el sufrimiento y la crueldad de la corrupción del Imperio Romano. Ellos pronto habrían inaugurado una nueva era de paz, de claridad, de justicia, una era en la que "el conocimiento de Dios cubriría la faz de la Tierra como el agua cubre los mares". El hecho de que los judíos fueron capaces de agruparse alrededor de un solo líder, separa este evento de las grandes revueltas de siglos anteriores cuando facciones divididas luchaban entre ellos dentro de las murallas de Jerusalem, incluso cuando el ejército romano golpeaba las puertas.

La rebelión duró seis años. El ejército de Bar Kojba logró varias victorias iniciales. Muchos no judíos se unieron al ejercito de Bar Kojba – se reporta que el ejército creció a 350.000 hombres – más hombres que el ejercito romano. Bar Kojba fue tan exitoso que Adrián llamó a sus mejores tropas de Inglaterra y de Galia. Roma se sintió amenazada como nunca antes. En Lag B'Omer, muchos creen, que Bar Kojba reconquistó Jerusalem, y celebramos también ese gran evento este día. La independencia judía fue restaurada por cuatro años. Muchos creen también que Bar Kojba realmente comenzó a reconstruir el Beit Hamikdash, el Templo. Algunos incluso creen que completó la construcción del Tercer Templo.

La Caída de Bar Kojba

Había dos legiones romanas en el país cuando comenzaron los enfrentamientos, una en Jerusalem y la otra cerca de Megido. Ambas fueron diezmadas por los hombres de Bar Kojba. Se despacharon refuerzos desde Trans-Jordania, Siria y Egipto, pero estos también fueron diezmados. La legión enviada por Egipto desapareció de las listas de unidades militares publicadas en Roma. Los estudiosos especularon que fue atacada tan fuertemente, probablemente cerca de Lakís, que dejó de existir como una fuerza organizada. Los judíos aparentemente emplearon tácticas de guerrilla – emergiendo de escondites subterráneos, haciendo emboscadas y atacando a media noche.

En su desesperación, Adrián envió a su mejor comandante, Julio Severo, que en ese momento estaba involucrado en una batalla en los montes de Gales. Julio Severo importó legiones desde Inglaterra, Suiza, Austria, Hungría y Bulgaria. Los romanos resultaron tan mal heridos en su campaña, que cuando Julio Severo retornaba a Roma para reportar su éxito ante el senado, omitió la acostumbrada formula "yo y mi ejercito estamos bien".

Esta era la Guerra absoluta. En el medio de los esfuerzos por reconstruir el Beit Hamikdash se dio vuelta la película y Bar Kojba perdió el apoyo de Rabi Akiva y de los sabios. ¿Qué pasó? Bar Kojba había asesinado al sabio Rabi Eleazar. Él acusó al gran rabino de revelar a los romanos las entradas secretas a la ciudad amurallada de Betar. Hoy se cree que esta traición fue el trabajo de judíos cristianos que querían desestabilizar a Bar Kojba. Así, Rabi Akiva se dio cuenta que Bar Kojba ya no poseía las cualidades por las cuales él lo había creído el Mesías.

Había una dimensión espiritual adicional en el fallido intento mesiánico de Bar Kojba; si la causa fue la falla espiritual de los alumnos de Rabi Akiva, o la incapacidad de Bar Kojba de elevarse a las alturas espirituales que se esperan del Mesías, eso está más allá de nuestro conocimiento. Para entonces, inesperadamente, la gran plaga de Askera ya había descendido y hacia estragos. El sueño colapsó. Por razones que probablemente se mantendrán por siempre ocultas, los estudiantes de Rabi Akiva no fueron considerados por el cielo como dignos de haber alcanzado la altura espiritual necesaria para traer la Era Mesiánica. Aún con lo grandes que eran, un factor importante estaba faltando.

El Talmud nos cuenta que "los estudiantes de Rabi Akiva no mostraban el debido respeto el uno por el otro". Nosotros no sabemos precisamente a qué se refiere esta frase. Con la grandeza viene la inmensa responsabilidad, y con la grandeza viene también la magnificación del castigo y de la recompensa. Por sus fallas y deficiencias – que ciertamente cuentan como menores en una generación como la nuestra, pero que eran cruciales para grandes hombres en un nivel espiritual elevado – su misión fue cancelada y fallecieron con una muerte misteriosa.

Con ellos murió la esperanza Mesiánica de esa era y también la de los años siguientes. Bar Kojba no era un falso Mesías sino un Mesías fallido. En la terrible guerra que prosiguió, Bar Kojba y su ejército fueron destruidos en una gran batalla defendiendo la entrada de la ciudad de Betar. La guerra había sido una catástrofe. Dion Casio reporta la muerte de 580,000 judíos por las espadas romanas adicionalmente a todos los fallecidos por hambre y enfermedades. Algunos estudiosos piensan que la mayoría de la población judía de Judea fue destruida en la batalla y en las subsiguientes masacres. Algunos historiadores creen que los judíos perdieron un tercio de su población en la guerra, quizás una mayor fatalidad que en la Gran Revuelta del año 70.

Para los sobrevivientes, el quiebre de Bar Kojba marcó la gran división entre la esperanza de la independencia nacional y el esparcimiento en la diáspora. El trauma de Betar que sobrevino después de la caída de Jerusalem afectó profundamente al pueblo judío. La gente testaruda, fanática que no dudó en organizar repetidas arremetidas suicidas en contra de las superpotencias de la antigüedad, perdió sus instintos bélicos. Pasarían 2.000 años antes de que hubiera una nueva fuerza de combate judía. Como resultado, la esperanza de la redención judía debía ser retrasada por lo menos dos mil años. En el gran y trágico enfrentamiento no sólo fueron asesinados entre medio millón y seiscientos mil judíos, sino que los romanos estaban determinados, de una vez por todas a destruir a la religión y al pueblo judío de raíz – terminar con sus esperanzas y sus sueños.

Duelo Hoy en Día

El duelo es porque el pueblo judío falló en traer la Era Mesiánica.

Es por esta razón que guardamos duelo hoy en día. El duelo de la Sefirá no es solamente por los alumnos, sino por el fracaso de los judíos de traer la Era Mesiánica, por la caída de la independencia judía, de las esperanzas judías y de las ambiciones mesiánicas judías. Cada ataque antisemita que ha sufrido el pueblo judío desde entonces, cada Pogromo, masacre, cruzada, Holocausto y el desvanecimiento que enroló a tantos millones de judíos durante dos mil años de largo y amargo exilio, preocupación y persecución, se remonta directamente al fracaso de Bar Kojba – pero en última instancia se remonta a los estudiantes de Rabi Akiva. Esta fue una tragedia de proporciones inestimables para un mundo que sufría bajo el amargo yugo de Roma y también para los judíos. Roma no cayó en esa época, pero su furia y odio nos condujo al exilio y a nuestro desmembramiento.

En Lag B'Omer la plaga se detuvo, el sueño fue retrasado pero no destruido.

Pero, precisamente en ese día de Lag B'Omer, dos mil años atrás, una nueva luz de esperanza emergió. En la mitad de la desesperación, el gran sabio, Rabi Shimon Bar Yojai reveló a una pequeña cantidad de estudiantes los secretos del místico Zohar. En el Zohar; en sus formulas, disciplinas y espiritualidad, yacen los secretos cuyas semillas traerán la venida del Mesías. La viva tradición del Zohar ha mantenido latente la esperanza hasta este mismo día. En Lag B'Omer la plaga se detuvo, el sueño fue retrasado pero no destruido. Tenía que nutrirse a través de las generaciones – los destellos de esta realización nos dan vida hoy.

Por qué Lag B'Omer se relaciona con los secretos de la futura Era Mesiánica, es un tema que no puede ser discutido abiertamente o entendido claramente como puede ser el Éxodo u otros eventos del pasado. Siempre que estemos entre Pesaj y Shavuot – entre nuestra liberación física de Egipto y nuestra elevación espiritual durante la revelación en el Sinai, recordamos aquellos escalofriantes eventos. Hoy día también somos capaces de celebrar la liberación de Jerusalem y el sitio de nuestro Templo destruido. La historia está reconectando muchos eventos cruciales – la historia de nuestro pasado está nuevamente reviviendo en la tierra de nuestros padres.

Hay muchos paralelos escalofriantes entre nuestra era y la era de Rabi Akiva y Bar Kojba. Después de un horroroso Holocausto, que muchos creyeron sería el fin de los judíos, experimentamos la restauración de la independencia judía – una vez más el ejercito judío alcanza victorias milagrosas en contra de terribles amenazas. Seguido de la destrucción de los grandes centros europeos de estudio de Torá, presenciamos la reconstrucción de la Ieshivot en América e Israel. Experimentamos el renacimiento del estudio de la Torá. El movimiento de Teshuvá ha hecho retornar a tantos judíos perdidos. Jerusalem y el monte del Templo están nuevamente en nuestras manos.

Todos los imperios mundiales a nuestro alrededor están totalmente desolados y corruptos. Una vez más, se le ha confiado al pueblo judío una gran y escalofriante oportunidad. Una vez más nos han dado el potencial para recrear una civilización judía de grandeza en Torá en nuestra propia tierra. ¿Vamos a tener éxito o vamos a abortar nuestros esfuerzos por nuestras propias fallas, por nuestra incapacidad de respetar las diferencias entre las comunidades de Torá y unir a la gente judía a nuestra causa?

La personalidad de Rabi akiva ofrece grandes lecciones y oportunidades. Fue Rabi Akiva quien entendió que "Amar a tu prójimo como a ti mismo" es el principio de la Torá que la gente tiene que internalizar para alcanzar sus metas. Rabi Akiva también es el Baal Teshuvá por excelencia – fue él quien a los cuarenta años no era capaz de distinguir entre la letra alef y la bet – fue él quien llegó a ser el sabio más grande de Torá.

Cientos de miles de judíos; americanos, israelíes, latinos, y rusos son hoy en día potenciales Rabi Akiva. El destino del judaísmo y de las metas más elevadas del cielo están en las manos de esta generación. ¿Vamos a tratar de alcanzarlas o nos vamos a refugiar en nuestras casillas egoístas rehusándonos a enfrentar las responsabilidades que la historia y Dios nos han puesto en el camino?

No es suficiente esperar a que venga el Mesías; debemos perfeccionar nuestras vidas de Torá si queremos traerlo velozmente. Solamente si aprendemos de la lección de los alumnos de Rabi Akiva vamos a entender que la venida del Mesías depende únicamente de nosotros.

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