La Cábala y Lag BaÓmer

07/05/2023

6 min de lectura

Olvida el hilo rojo. ¿Qué es exactamente la Cábala?

Lag BaÓmer, el trigésimo tercer día del Ómer, conmemora el iortzait o 'aniversario del fallecimiento' de Rabí Shimón bar Iojai. Rabí Shimón, un destacado sabio de la Mishná, es conocido como el autor de la principal obra mística de Cábala, el Zohar, o 'Luminiscencia' en español. En consecuencia, este día se asocia con la Cábala, la tradición mística que se refiere a los aspectos ocultos de la Torá.

Pero, a diferencia de lo que muchos piensan, la Cábala genuina no es una "solución rápida a todos tus problemas" derivada del judaísmo. No es un "frasco con agua bendita", un "amuleto" o un "hilo rojo" que puede traer bendición a tu vida y resolver todas tus tribulaciones… ¿entonces qué es exactamente? ¿Acaso la Cábala tiene algo que ofrecerle a la persona laica en términos de oportunidades de crecimiento personal y entendimiento?

La Torá tiene dos niveles generales de significado. Uno, llamado pshat, es el significado llano del texto, sin acudir a conceptos que deben aprenderse de otras fuentes. Este término es un poco engañoso, porque incluso el significado básico de los textos de la Torá requiere incesante estudio y resulta en un inextinguible manantial de inspiración e iluminación.

El segundo nivel es el de sod, que significa 'secreto'. En este nivel todo lo que encontramos dentro de la Torá debe ser visto sólo como la punta de un iceberg, y en verdad alude a niveles esotéricos de existencia con los que por lo general no entramos en contacto. Hablando de forma general, el foco de atención en este nivel del estudio de la Torá es la manera en que Dios se relaciona con este mundo. Aquí se describe el ADN espiritual del universo.

El estudio del sod es lo que usualmente llamamos Cábala. Esto se debe a que la palabra Cábala implica la recepción de una tradición, y debido a la naturaleza extremadamente sensible de la Cábala, ésta sólo puede entenderse correctamente cuando se la recibe como una transmisión directa de un erudito. La disciplina de la Cábala fue entregada en el Sinaí como uno de los niveles de interpretación de la Torá. Siempre se la estudió como parte de la Torá y a lo largo de la Mishná y del Talmud se alude a su existencia, aunque su investigación por lo general estuvo reservada en cada generación para los individuos más dotados espiritualmente.

De la misma manera en que no se puede estudiar cálculo sin tener fluidez en aritmética, ni estudiar física cuántica sin conocimientos previos sobre las bases de la ciencia, así también es imposible comprender los secretos esotéricos del nivel de sod sin haber estudiado primero el pshat, el primer nivel de entendimiento de la Torá.

Rabí Shimón expresó los conceptos de la Cábala de una manera sistemática.

Debido a que la Cábala es la investigación de conceptos extremadamente sutiles, su estudio siempre estuvo reservado para personas que manifestaban cualidades éticas superlativas, un intelecto grandioso, un sólido entendimiento de todas las áreas de la Torá revelada y una escrupulosa observancia de los mandamientos. Su naturaleza sublime dictamina que simplemente no puede ser entendida por una mente no refinada.

Rabí Shimón bar Iojai, quien es considerado el padre de la Cábala tal como la conocemos, no creó la Cábala; ésta ya existía antes. Lo que Rabí Shimón hizo fue expresar sus conceptos y los temas subyacentes de una manera sistemática. Además, él tuvo el mérito de recibir inspiración Divina, lo cual lo ayudó a entender conceptos y formular nuevas ideas. El Libro del Zohar sigue siendo la fuente primordial de conocimiento de Cábala hasta la actualidad.

Incluso después de la exposición de la Cábala en la forma del Zohar, sigue siendo una disciplina oculta y enigmática. El Zohar es extremadamente conciso y en esencia está escrito en una especie de "código". Las grandes personalidades de Torá a lo largo de las épocas invirtieron enorme esfuerzo para explicar y categorizar sus temas. El más prominente de estos eruditos fue Rav Itzjak Luria, también conocido como el Arizal, que vivió en el siglo XVI en Tzfat (Safed), al norte de Israel, junto con la mayoría de los más destacados cabalistas. Al igual que Rabí Shimón antes que él, el Arizal no sólo categorizó conceptos cabalísticos sino que también reveló otros. Sus obras se consideran la interpretación autorizada del Zohar y a la vez sirven como el principal texto de Cábala en la actualidad.

Excavar más profundo en el arte del estudio de la Torá

Entonces, ¿qué tiene que ver la Cábala con nuestras vidas? Bueno, por un lado, sólo la conciencia de que cada palabra en la Torá Escrita, cada mandamiento que Dios nos dio, contiene una profundidad de significado ilimitada, debe ayudar a reforzar nuestro compromiso con la Torá y con sus mandamientos. Además, esa conciencia puede servir como inspiración para cada uno de nosotros, para ver la Torá como una fuente ilimitada de inspiración, educación y significado, y puede alentarnos a continuar en nuestra propia investigación profunda de la Torá. Siempre hay mucho más para aprender que lo que parece a simple vista.

Cuando estudiamos como se debe y con una guía, la Torá tiene la capacidad de infundir a la vida profundidad y significado.

Algunas personas acuden a la “Cábala” porque erróneamente perciben los aspectos no esotéricos del judaísmo como poco inspiradores y carentes de un significado profundo. Esta actitud es consecuencia de la ignorancia, porque todos los aspectos de la Torá cuando se los estudia como se debe y con la guía adecuada, tienen la capacidad de infundir a la vida significado, propósito y profundidad. Hay secretos incluso en los niveles más básicos de la Torá, secretos sobre cómo funcionan los seres humanos, cómo pueden mejorar sus vidas y cómo pueden construir una relación con su Creador. La Cábala es para cuando uno ya entendió por completo ese nivel de significado y está listo para pasar al siguiente nivel.

Ejemplos de pensamientos cabalísticos

Después de haber dicho esto, es importante resaltar que la Cábala tiene cierta relevancia directa también para nosotros. Aunque es mejor dejar el estudio detallado para quienes cumplen con los requisitos necesarios, muchos de sus temas principales se han convertido en piedras básicas del auténtico pensamiento judío.

Algunos ejemplos:

Una de las mayores contribuciones de la Cábala al entendimiento de la importancia de la observancia de las mitzvot y el servicio a Dios en general, es ampliar el alcance del efecto de la actividad humana. Todas las escuelas de pensamiento de Torá resaltan la idea de que los actos de cada persona tienen enorme significado e implican responsabilidad debido al efecto que tienen sobre la persona misma no sólo en este mundo sino también en el mundo eterno. Como una de sus principales enseñanzas, la Cábala extiende este sentido de responsabilidad al marcar el efecto cósmico que produce cada acto humano, afectando a toda la creación en todos los niveles.

En las palabras de Rav Moshé Jaim Luzzatto, un cabalista del siglo XVIII: “Dios ordenó que […] las acciones del hombre afecten las fuentes espirituales de todo en el mundo. No sólo los actos del hombre tienen efecto sino también sus palabras y sus pensamientos…”. Como escribió Rav Jaim de Volozhin: “Un judío nunca debe decirse a sí mismo: ‘¿Quién soy yo? ¿Qué diferencia hace lo que yo haga?’. Por el contrario, uno debe entender, saber e internalizar que ningún detalle de cada uno de sus actos, palabras o pensamientos se pierde. Sus actos son extremadamente poderosos y efectivos; cada uno de ellos asciende a los mundos superiores y tiene allí cierto impacto”. Visto desde la óptica de la Cábala, cada persona está en la "torre de control" de todo el universo, y cada uno de nuestros movimientos tiene repercusiones masivas.

Otra enseñanza importante de la Cábala concierne a la interconexión entre todos los judíos. Aunque la unión es un valor judío básico, la idea de unidad puede entenderse casi como algo metafórico. Por ejemplo, un socio de una firma puede decir: “Todos estamos juntos en esto, así que en esencia somos como una sola persona; vamos a tratarnos mutuamente de forma acorde”. En ese caso, de hecho hay seres distintos; intereses y necesidades comunes que los conectan. Pero la Cábala nos enseña que estamos literalmente conectados debido a nuestras almas. Las almas de todo el pueblo judío emanan de una sola fuente espiritual, por lo que todos somos simplemente manifestaciones de una entidad espiritual.

En las palabras de Rav Moshé Cordovero, quien fue contemporáneo al Arizal y está enterrado a su lado: “¡Debes amar a otro judío como si fueras tú mismo, porque él es realmente tú!”. Debido a que en el nivel más profundo literalmente somos uno, no hay lugar a la enemistad entre nosotros. (En un nivel todavía más profundo, la Cábala enseña que hay una unidad real no sólo entre todos los judíos sino incluso entre todos los seres humanos y entre todos los aspectos de la creación).

Las fogatas de Lag BaÓmer simbolizan el alma de la Torá

En una nota singular, el Arizal enseña que antes de cada plegaria se debe meditar sobre el mandamiento de amar a cada judío como a uno mismo. Al hacerlo, se logra unidad con todo el pueblo judío y en consecuencia de eso su plegaria emana no sólo de él sino de todo el pueblo judío y por lo tanto es más poderosa. Esta enseñanza está grabada en la lápida del Arizal en el antiguo cementerio de Tzfat.

La Cábala y las fogatas de Lag BaÓmer

Los cabalistas han llamado a la Cábala el “alma de la Torá”. Para un observador, un ser humano se ve como un conjunto de carne y huesos, pero en realidad el cuerpo físico es simplemente la vestimenta que alberga las emociones, el intelecto y el componente espiritual del hombre: su alma. Lo mismo ocurre con la Torá. Incluso la profundidad de la Torá que está a nuestro alcance, el nivel del pshat, es una "externalidad" comparada con sus dimensiones internas.

El alma humana se compara con una vela en cuanto a que sirve como la luz que nos guía. Por esta razón, conmemoramos el recuerdo de nuestros seres queridos que fallecieron encendiendo velas. Las fogatas que encendemos en Lag BaÓmer simbolizan el alma de la Torá, revelada gracias al esfuerzo de Rabí Shimón, cuyo recuerdo conmemoramos en este día.

Que todos tengamos el mérito de llegar cada vez más profundo en el entendimiento del alma de la Torá, de nuestras propias almas y las de los demás.

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