Limpieza de Pésaj hecha fácil

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Sabiendo qué y cómo limpiar, la limpieza de Pésaj no tiene que ser una carga.

Introducción

Dios saco al pueblo judío de Egipto en la primavera. El Talmud señala que Dios fue muy considerado. No sólo estaba interesado en redimir al pueblo, Él además quiso hacerlo en un momento en el que el clima fuera apropiado. Ni demasiado calor, ni demasiado frío.

Todo lo referente a la temporada de Pésaj es hermoso. Toda la idea de limpiar y "rehacer" tu casa —tu entorno— para las vacaciones debería ser una experiencia hermosa. Por alguna razón, sin embargo, la carga de la limpieza a menudo se balancea pesadamente sobre nuestras cabezas y, como resultado de esto, perdemos gran parte de la alegría de Pésaj.

Me gustaría no sólo hacer la limpieza de Pésaj un poco más fácil, sino que por sobre todo me gustaría cambiar la actitud, y de una vez por todas, dejar de estar asustado. Pésaj no es un "monstruo". Es la época más bella del año.

Con el fin de cambiar nuestras actitudes, dos cosas son necesarias. La primera es saber la halajá. Hay tantos preparativos de Pésaj que se realizan innecesariamente, que si los quieren hacer por créditos extras, está bien, pero es importante entender qué es necesario y qué es voluntario.

En segundo lugar, hay consejos prácticos. Quiero compartir algunos consejos que he recogido a lo largo de los años. Limpiar para Pésaj puede ser fácil, hay mucho espacio para la creatividad y es divertido.

La obligación de deshacerse del jametz

En la limpieza para Pésaj, estamos ante todo y en primer lugar, cumpliendo la mitzvá de biur jametz 'deshacerse de lo leudado'. Biur jametz es en realidad una mitzvá muy fácil en términos de esfuerzo físico. La Torá dice: "Tashbitu seor mibateijem" 'hagan que todas sus masas descansen'. El mandamiento de la Torá es que puedes poseer todo el jametz que quieras, pero en tu cabeza debe ser como polvo: sin dueño y sin valor.

Ahora evidentemente estamos tratando con algo sutil y vago. Lo que sucede en tu cabeza, nadie lo sabe excepto tú y Dios. Es muy fácil pensar que has considerado todo "nulo y sin valor", cuando en verdad no ves la hora de que termine Pésaj ¡para poder usar todas las cosas!

Así que los sabios instituyeron un requisito de destruir físicamente el jametz. Esta mitzvá se conoce como bedikat jametz. Los sabios dicen que no es suficiente con eliminar emocionalmente el jametz, considerándolo como "polvo"; en realidad debes buscar cualquier jametz que puedas encontrar y debes destruirlo físicamente.

¿Cuándo buscar?

La mitzvá de bedikat jametz se debe hacer en la noche del 14 de nisán, la noche antes del Séder. ¿Por qué a la noche? Porque en tu casa hay grietas y rincones que han de ser iluminados por luz artificial y la luz artificial funciona mejor en la noche.

¿Por qué el 14? Los sabios dijeron que si algunas personas lo hicieran el 12 y otras el 13, se perdería el poder recordatorio en la comunidad y el animarse los unos a los otros. De esta forma hay un tiempo establecido; cada judío hace bedikat jametz en la noche del 14.

Sin embargo, nuestros hogares a través de los años han crecido en tamaño, y consecuentemente son más difíciles de limpiar. Como resultado, la posibilidad de hacer bedikat jametz en algunas horas de la noche del 14 ya no es más viable. Incluso si te quedas toda la noche, es probable que haya partes de tu casa a las que nunca alcanzarás. Así que empezamos nuestra bedikat jametz temprano. Así que debes darte cuenta que cuando empiezas a limpiar para Pésaj, estás haciendo bedikat jametz. Esto es importante porque hay normas especificas para la bedikat jametz.

¿Limpiar de día o de noche?

Como dijimos, bedikat jametz debe hacerse por la noche, porque ese es el único momento en que la luz artificial es efectiva. Como resultado, tenemos la siguiente regla: Puedes inspeccionar a la luz del día todo lo que no necesita luz artificial, es decir, cualquier cosa movible que puedas sostener cerca de una ventana, o cualquier parte de la casa que tiene suficiente luz de día. (Si decides añadir luz artificial durante el día, no hace daño).

Por otro lado, cualquier parte de la casa que necesita luz artificial por ejemplo, armarios, rincones, interior de armarios, debe ser inspeccionada por la noche. Y debemos asegurarnos que estén suficientemente iluminadas.

En el único momento en que no se puede hacer bedikat jametz es en el crepúsculo. No tienes suficiente luz natural, y aún no está lo suficientemente oscuro para que la luz artificial sea efectiva. En consecuencia, se puede limpiar en el crepúsculo si es conveniente, siempre y cuando luego inspecciones estas áreas limpias (ya sea a plena luz del día, o con luz artificial por la noche).

¿Qué estamos buscando?

¿Qué tipo de jametz tenemos que eliminar? ¿Y de todos modos qué es jametz?

La Torá dice: "Lo ieareh lejá jametz, velo ieareh lejá seor bemol gebuleja" 'Ni el jametz ni el seor será visible para ti en todos tus límites'. Jametz se define como el resultado del grano que fermenta. Seor es masa fermentada, masa altamente fermentada que se utiliza para hacer fermentar otra masa. En vez de usar levadura, lo que hacían en el pasado (y muchas personas hoy en día también) es tomar un pedazo pequeño de masa vieja, mezclarla con la masa fresca, y esto causa que la masa fresca leude.

Así que jametz y seor son las dos cosas que la Torá nos obliga a eliminar. Pero hay una diferencia entre las dos. El jametz es comida. Es comestible en parámetros humanos: la sirves, la comes. Si un ser humano no lo comería, entonces no es jametz, porque por definición el jametz debe ser comida. Por otra parte, nadie come seor, granos fermentados no comestibles que tienen la función de fermentar otra masa.

Hay una tercera categoría: jametz no comestible que no es capaz de fermentar la masa de otros. Esto no es ni jametz ni seor. Halájicamente llamamos a esto "basura", y no tiene que ser eliminada para Pésaj. Del mismo modo, el Talmud dice que el seor que no sería siquiera comido por un perro —es decir, que es casi venenoso— halájicamente no es considerado como seor y por lo tanto no es un problema en Pésaj.

Para repasar las tres categorías:

1) Jametz es comida hecha de granos fermentados.

2) Seor es masa fermentada no comestible, que tiene el poder de fermentar otra masa.

3) "Basura" es algo que es incapaz de fermentar otra masa, o es tan incomible que ni un perro lo comería.

Desodorantes y cosméticos

Hablemos de algunos productos que tenemos por toda la casa, por ejemplo, desodorantes y cosméticos que pueden fácilmente contener algunos productos de grano. Por supuesto, no los vas a comer. ¿Está por lo tanto descalificado de la categoría de jametz? ¿Y que hay con el seor? ¿El desodorante puede ser usado para fermentar otra masa? No puede, y consecuentemente no puede ser seor tampoco.

Hace algunos años, el Rav Moshé Feinstein salió con un enfoque único que revolucionó las aplicaciones prácticas. Él dijo que aún algo que en su estado actual es incomestible, pero se puede destilar y producir jametz comestible, entonces lo llamamos "jametz". Como resultado de ello, el dictaminó que cualquier cosa que contenga alcohol de grano (alcohol etílico) es considerado jametz. Aunque nunca sueñes con comerlo, de todas formas si lo destilaras, se convertiría en alcohol que se puede tomar. (Pregúntale a cualquier alcohólico, en la desesperación, podrían destilar algo venenoso como perfume y beberlo). Por lo tanto, cualquier líquido cosmético que tiene cualquier forma de alcohol de grano es considerado jametz y debe ser eliminado para Pésaj.

Esta idea sólo se aplica en los líquidos, porque no se puede destilar un sólido. Por lo tanto, cualquier sustancia sólida como desodorante en barra o jabón, que es no comestible (es decir, no es jametz), y no puede fermentar una masa (es decir, no es seor), y no puede ser destilado, la halajá es que puedes poseer estas sustancias sólidas en Pésaj, y no tienes que apartarlas. Técnicamente, incluso puedes usarlo en Pésaj, aunque la costumbre es no utilizar ningún material que tiene jametz en él, como por ejemplo un cosmético. Esa es la razón por la cual la gente compra jabones que son especialmente "Kósher para Pésaj".

¿Qué hay del shampú, o del desodorante líquido, que no contiene alcohol de grano pero tienen germen de trigo en ellos? Eso no es jametz, porque no lo comes. ¿Puede fermentar otra masa? No. ¿Puedes destilarlo? No. (Sólo se puede obtener alcohol por la destilación de un líquido; no obtendrás vapor de germen de trigo destilando tu desodorante). Consecuentemente, estas cosas no son un problema. Estás autorizado a tenerlos durante Pésaj, aunque de nuevo, la costumbre es no utilizarlas.

Migas de pan

¿Qué hay de las migas de pan en el piso de tu cocina? Existen diversas opiniones en la halajá, pero voy a presentar una en particular, que es la más fácil de comprender.

Hemos establecido que la tercera categoría —"basura"— se define como cualquier cosa que no puede fermentar otra masa, y es tan no-comestible que incluso un perro no la comería.

Según la mayoría de las autoridades halájicas, hay una sustancia más que es definida como "basura": Jametz que es más pequeño que un kezayit (alrededor de 30 gramos) y que no se utilizaría para nada. Esto es algo que la mayoría de la gente llama "basura", algo que fácilmente tirarías sin ningún problema. Las migas entran en esta categoría.

El único tipo de miga que es problemática es una que tú agarrarías con tu dedo y la pondrías en tu lengua. Por lo tanto las migas de la mesa son, en realidad, jametz. Restos de migas en el suelo, que no vas a comer, son basura. Por lo tanto, cualquier miga que considerarías suciedad (y es más pequeña que un kezayit) no tiene que ser eliminada.

(El hecho de que un bebé pudiese comerla no la convierte en jametz. Porque cuando un bebé decide comer algo, no es una decisión consciente de que "esto es comida". Si tienes en tu casa cosas no-comestibles, ¡un bebé las comería también!).

Un repaso rápido

Antes de continuar, vamos a asegurarnos de que tenemos todo en orden. Cuando hacemos bedikat jametz, ¿qué estamos buscando?

Una miga de jametz comestible no puede permanecer en tu casa y tiene que ser destruida. Además, todo lo que contiene alcohol etílico, ya que puede ser destilado, se llama "jametz comestible" y también debe ser eliminado.

Estamos también en busca de algo que es mayor a un kezayit, independientemente si lo considerarías alimento o no. Si es menor que un kezayit de jametz no comestible, no tienes que deshacerte de él porque lo consideras como tierra. Además, si es algo que ni un perro lo comería, aun más de un kezayit no es problemático.

Cuando estás limpiando para Pésaj, todos las delicias en el freezer y en los armarios —pan, pasteles, galletas— todo eso es jametz. Tienes que deshacerte de ellos de una manera u otra. Pero aparte de eso, probablemente no encontraras mucho jametz comestible en tu casa. Bedikat jametz, por lo tanto, no es tan difícil. En los dormitorios, por ejemplo, ¡no tienes que sentarte con un alfiler raspando las esquinas!

Incluso más: Digamos que tienes suciedad en tus platos de jametz. Si la suciedad no es comestible, entonces puedes olvidarte de ella, siempre y cuando no sea un kezayit de suciedad. Pero no es necesario sentarse allí y fregar los platos con una esponja de acero. Sólo asegúrate de que no haya cosas comestibles en ellos y tampoco un kezayit de suciedad, y guárdalos.

Un punto importante: si sientes que quieres ir más allá del límite y raspar las paredes y techos hazlo. Por supuesto que no es necesario, pero la halajá en realidad afirma en el Shulján Aruj que nadie tiene permiso de reírse de ti. En las palabras de los rabinos, "Israel kedoshim hem", 'Los judíos son sagrados' cuando van más allá de la letra de la ley.

Ten cuidado, sin embargo, de no ir tan lejos que desarrolles una actitud antagónica hacia Pésaj. Si toda esta limpieza extra no requerida te va a arruinar las fiestas, entonces olvídalo. Y ciertamente no debes limpiar tanto que quedes agotado para el Séder de Pésaj. Parte de ser "santo" ¡también es apreciar la fiesta!

La prohibición de comer jametz

Además de la mitzvá de bedikat jametz, hay una segunda mitzvá que consume más tiempo en el aspecto de la limpieza de Pésaj. Esta gira en torno a la prohibición de la Torá de comer cualquier jametz en Pésaj. De hecho, si intencionalmente comes aun una molécula de jametz en Pésaj, estarías infringiendo una prohibición de la Torá.

Además, cuando se trata de Pésaj, los sabios construyen "una valla alrededor de la valla". Ellos prohibieron cosas en Pésaj que de otra manera nunca hubiésemos soñado.

Caso #1: Los sabios dijeron que si una miga de jametz cae en una enorme olla de sopa de pollo, entonces —incluso si la miga fue retirada— esa insignificante miga de "pan" hace toda la mezcla "jametz".

Caso #2: Durante todo el año, sabemos que no se deben usar platos u ollas no kósher. ¿Pero que pasa si accidentalmente usas un plato que fue usado para comida no kósher hace mucho tiempo (es decir, no dentro de las últimas 24 horas)? La halajá es que tu comida es todavía kósher. Hay algunas excepciones, pero en términos generales, un "viejo sabor" absorbido en una olla no arruinará tu comida. Sin embargo, en Pésaj, los sabios dijeron que si un plato u olla fue alguna vez usado para jametz en toda su larga historia, y después fue usado en Pésaj, el viejo sabor del jametz absorbido en la olla se despierta de nuevo y le da a tu comida el estado de jametz.

Esta regla se aplica durante Pésaj. Pero si el caso #2 se produjo antes de Pésaj —es decir, si la olla fue utilizada años atrás para jametz y tú por error cocinaste alimentos en ella antes de Pésaj— entonces la halajá es que tu comida sigue siendo kósher para Pésaj.

Con respecto al caso #1, sin embargo, los sabios dijeron que si puede haber el más mínimo rastro de jametz en la comida —incluso si ocurrió antes de Pésaj— la halajá es que tu alimento se considera jametz. (Nota: Esto se aplica para los ashkenazíes).

Como resultado, necesitamos que todas las cosas sean especialmente "kósher para Pésaj": ollas, sartenes y todos los ingredientes con los que cocinamos. Además, tenemos que ser extremadamente cuidadosos con lo que está en la casa, sobre todo en la cocina. Si hay algún pedazo de jametz que puede llegar hasta nuestra comida, entonces tenemos que deshacernos de él. Y a diferencia de las normas de bedikat jametz, no importa si hay más o menos de un kezayit. Además, tenemos que asegurarnos de que cualquier lugar que será tocado por comida "caliente" de Pésaj (como una mesa) no haya ni siquiera absorbido sabor a jametz.

Una excepción a esta regla: jametz que es totalmente no comestible que llega hasta tu comida no se llama jametz y no arruinará tu alimento, a menos que lo comas a propósito. En caso de que accidentalmente caiga en tu comida no es un problema. (Sin embargo, como hemos dicho, si es jametz comestible, entonces incluso la más mínima gota en los alimentos arruinará todo).

Ropa

En la prevención del contacto entre el jametz y la comida, vamos a empezar con algunas cosas que nunca se te ocurrieron. Cualquier ropa que vayas a vestir en la mesa de Pésaj, si tiene una pizca de jametz que pueda caer en tu alimento, entonces tienes que sacar la pizca de la ropa antes de llegar a la mesa.

Como resultado, cuando limpies tu armario de ropa para Pésaj, debes seleccionar la ropa que planeas usar para Pésaj, y estas ropas tienen que estar 100 por ciento limpias. Colócalas en la lavadora, envíalas a un lavaseco, o por lo menos cepíllalas bien para asegurarte de que no haya jametz alguno en ellas.

¿Qué pasa con la ropa que no usarás en Pésaj? Basta con echar un vistazo rápido, vaciar los bolsillos para asegurarte que no haya jametz comestible, y guardarla. No te preocupes por la pizcas.

Con respecto a los armarios, trata de mantener tu ropa de Pésaj lejos del piso del armario. Y con respecto a la ropa de cama, se consciente que durante Pésaj puedes pararte durante la noche y caminar a la cocina. Por lo tanto, asegúrate de cambiar las sabanas y los cubrecamas lo más cerca posible de Pésaj.

Juguetes infantiles

Es mejor si los juguetes de los niños no llegan a la mesa de Pésaj, pero eso es una ilusión. En realidad, nunca se sabe cuándo los juguetes van a entrar en contacto con los alimentos. Como resultado de ello, hacemos lo siguiente: Primero, tomamos los juguetes que son complicados de limpiar y los guardamos. Ni siquiera intentes limpiarlos para Pésaj. Sólo asegúrate de que no haya jametz comestible en ellos, o un kezayit de jametz no comestible. Eso debería tomar un total de dos minutos. En lo que respecta a la venta de los juguetes, el texto del documento de venta incluye cualquier jametz que tengas en la casa, así que no tienes que especificar los juguetes; estás cubierto por el contrato de todos modos.

En cuanto a los juguetes que se van a usar en Pésaj, asegúrate de que sean lavables. Para las piezas pequeñas, introdúcelas por ejemplo en una funda de almohada y ponlas en la lavadora. (Asegúrate de atarla bien apretada o podrías arruinar tu lavadora si las piezas pequeñas salen hacia afuera). Otra opción es poner los juguetes en la bañadera. Déjalos remojarse y dales un rápido enjuague bajo presión. No necesitas nada más que eso. No es necesario lavar los juguetes con amoniaco. ¿Qué pasa con una bicicleta? asegúrate que realmente no haya jametz en ella, entonces se puede utilizar durante Pésaj. Pero la bicicleta no debe ser montada dentro de la casa en Pésaj, porque una vez que se ha montado afuera, hay pizcas de jametz de la calle que quedan atrapadas en los neumáticos.

Algunas personas tienen juguetes especiales de Pésaj, y este es un buen consejo práctico. Los niños están fascinados con jugar con juguetes que no han visto por un año. Incluso si tienes algún otro juguete que puedes lavar, sacar nuevos juguetes es una gran manera de mantener a los niños ocupados en esos días previos a Pésaj, cuando estás ocupado cocinando y preparando.

Libros

Cualquier libro que será llevado a la mesa de Pésaj debe estar 100 por ciento limpio. ¿Cómo se hace? Es casi imposible. Es por eso que cualquier libro que vas a llevar a la mesa de Pésaj —como una Hagadá— debe mantenerse envuelto en plástico o colocado aparte durante todo el año para que esté 100 por ciento libre de jametz. Si usted quiere estudiar la Hagadá antes de Pésaj, entonces obtenga una diferente que será su "Hagadá jametz".

En cuanto a libros que no serán llevados a la mesa en Pésaj, todo lo que tienes que hacer es asegurarte de que no tengan jametz comestible o un kezayit de suciedad. Puedes tener algunas migas comestibles allí, así que da vuelta cada uno de los libros hacia abajo y sacúdelos con fuerza. Eso es suficiente para asumir que no quedan restos de jametz comestible.

Comedor / sala de estar

Las cosas en su comedor pueden ciertamente entrar en contacto con los alimentos.

Mesa: La mesa en sí tendrá que ser kósher porque pones comida caliente sobre ella. Por supuesto, esta no es siempre práctica de limpiar, y aunque puedes kasherizar madera empapándola en agua hirviendo, no querrás hacerle eso a tu fina mesa de madera. Además, las mesas suelen tener grietas difíciles de llegar que pueden llenarse de migas.

¿Qué se debe hacer? Cubrir la mesa con algo a prueba de agua. De lo contrario, si pones un plato caliente sobre tu mesa, la humedad penetrará tu mantel, creando una línea directa de humedad que va de la mesa a tus alimentos, ¡convirtiendo tu comida en jametz! Así que la mesa debe tener una capa a prueba de agua, ya sea de plástico sobre el mantel, o el mantel sobre el plástico. Si prefieres, cartón corrugado también sirve, porque es tan grueso que suponemos no habrá una línea directa de humedad yendo de tu comida hacia la mesa. Por supuesto que también tienes que limpiar la mesa. No tienes que sentarte allí con un palillo sacando el jametz atrapado en la grieta de las patas. Pero asegúrate de que no haya nada suelto que pueda caerse al suelo y luego caiga de alguna manera sobre la mesa en Pésaj.

Sillas: si dispones de tapicería, tienes que limpiarla muy bien. Es mejor lavar los muebles si puedes hacerlo sin arruinarlos. Si hay una parte separable de la silla, revisa allí y de seguro encontrarás muchas migajas. Examina cuidadosamente, porque las sillas se mueven arriba y abajo, y algunas migajas pueden caerse en la ropa de alguien y luego en la comida en Pésaj.

Sillón: retirar los almohadones e inspeccionar allí. Es común encontrar un kezayit de jametz atascado en el interior del sillón. También debes limpiar en cualquier grieta o fisura. Lo mejor para esto es una aspiradora.

Interruptores de luz: Dado que a menudo tocas interruptores de luz durante la comida, asegúrate de que estén en perfecto estado de limpieza. Es suficiente con humedecer un paño con amoníaco o cualquier limpiador fuerte, y pasarlo por el interruptor para que nada comestible quede allí.

Manijas de las puertas: Una vez más, utiliza un paño húmedo con limpiador. Sin embargo, esto no es suficiente si tienes una manija extravagante con grietas. En ese caso deberás utilizar un paño que esté más empapado, para que cualquier jametz que haya allí quede totalmente no comestible.

La cocina

Hay superficies en la cocina que no tocarán tu comida, pero que pueden ponerse en contacto con los alimentos indirectamente, porque los tocas mientras haces la comida. Los ejemplos incluyen manijas, puertas, ventanas, cobertores de armarios, radio y especialmente el teléfono. Estas superficies deben estar perfectamente limpias, o por lo menos nada comestible debe quedar en ellas. Utiliza amoníaco o un limpiador fuerte. (El limpiador de ventanas contiene amoníaco). Si puedes destornillar parte del teléfono, es una buena idea, porque nunca sabes cuantas migas hay allí.

Algunos artículos en tu cocina están incluso en un nivel inferior. Esta es la categoría de cosas que vas a poner a un lado para almacenar, por ejemplo tus platos con jametz. Todo lo que tienes que hacer es asegurarte de que no haya jametz comestible y ningún kezayit de suciedad, entonces guárdalos en un gabinete que esté cerrado, encintado, bloqueado o etiquetado. De esta manera no los sacarás accidentalmente durante Pésaj.

¿Qué hay del jametz que se utiliza sólo para ocasiones especiales, por ejemplo, un armario con puertas de vidrio donde guardas tu porcelana y cristales a la vista? Estos puedes continuar teniéndolos a la vista. Dado que no los tomas regularmente, no hay peligro de que accidentalmente los agarres durante Pésaj. (Además, no hay ninguna prohibición de poseer el "sabor" del jametz absorbido en un plato). La gente se puede sentir incómoda dejando estos platos a la vista, y por supuesto es perfectamente aceptable que los guarde. Pero la halajá es que tienes permitido dejarlos allí.

Hablando de incomodidad... En Pésaj, algunas personas cubren las obras de arte que muestran representaciones de pan. Ciertamente no hay ninguna obligación de hacerlo, pero se puede entender que alguien no quiera tener la imagen de una jalá colgando junto a su mesa de Pésaj.

Utensilios utilizados para cocinar

Ahora llegamos a las superficies que entrarán en contacto directo con los alimentos. Los ejemplos más obvios son ollas y sartenes. De ellos, la categoría más severa es la de aquellos utensilios utilizados en el fuego sin líquido, por ejemplo una sartén. Si deseas utilizar esta sartén para Pésaj, tendrás que quemar el jametz para eliminarlo. Esto se llama libún, literalmente dejar el metal al rojo vivo. Tienes básicamente dos opciones: utilizar un soplete, o un horno auto limpiante. (Sólo ten cuidado de que el mango de plástico no se desintegre).

¿Qué hay de las ollas que se utilizan en el fuego con agua, por ejemplo la olla de espaguetis, o utensilios que fueron usados con comida picante, por ejemplo de plata? Si deseas utilizar esto para Pésaj, entonces tienes que hervirlo por completo. Esto se llama hagalá.

¿Cómo hacer hagalá? En primer lugar, asegúrate que el objeto esté completamente limpio. A continuación, debes llenar una gran, gran olla con agua. Déjala hirviendo, y luego sumerge completamente cualquier cosa que quieras kasherizar en el agua. Dado que el objeto enfriará de alguna manera el agua, tienes que dejarlo adentro el tiempo suficiente para que el agua alcance el hervor nuevamente. El tiempo óptimo es dejarlo dentro por 30 segundos, y a continuación quitar el objeto. Si lo dejas dentro más tiempo hay problema de que re absorba algo del jametz. Treinta segundos es lo ideal.

La hagalá se vuelve un poco más complicada si el objeto que deseas casherizar es una gran olla. ¡¿En dónde puedes sumergir eso?! Una opción es llenar la olla hasta la parte superior con agua, luego hervirla, y finalmente arrojar algo dentro para que el agua hierva sobre los lados.

La otra opción es llamar a la sinagoga más cercana y ver si ellos ofrecen un "día de kasherización". En ese día preparan un tanque de agua hirviendo para todo el público. Sólo asegúrate de que quien sea que sumerge las ollas sea lo suficientemente paciente como para dejarlas allí 30 segundos. La costumbre es no kasherizar nada que fue usado para jametz dentro de las 24 horas previas. Y generalmente hablando, la gente hoy en día, trata de tener un conjunto de ollas y objetos de plata separados para Pésaj. Si puedes hacerlo, eso ciertamente simplifica las cosas.

La severidad del candelabro

Hay otro nivel que es estricto para Pésaj. La costumbre ashkenazí es que cualquier cosa que llegue a la mesa durante el año no se puede llevar a la mesa de Pésaj, a menos que se lo kasherize primero. Eso incluye objetos que sólo entraron en contacto con jametz frío durante el año, como una copa de kidush. En general no hay "gusto a jametz" absorbido en eso, porque el medio de calor es necesario para infundir el gusto. No obstante, si deseas utilizar la copa de kidush en Pésaj, debes kasherizarla en agua hirviendo. Lo mismo se aplica a los candelabros si los colocas generalmente sobre la mesa.

Sólo que aquí hay una indulgencia: es suficiente con sólo verter agua hirviendo sobre ellos (en oposición a la inmersión ordinaria). Pero no olvides, si la copa de kidush es de plata, muy decorada, y con una gran cantidad de grietas, tienes que limpiarla bien con limpiador de plata antes de kasherizarla. Si no la puedes limpiar en profundidad, entonces es mejor usar una diferente para Pésaj.

Un repaso: Todo con lo que cocinas necesita ser sumergido en agua hirviendo (Aunque de todos modos la costumbre es tener un conjunto de utensilios para Pésaj). Y cualquier objeto en el cual no cocinas —pero que se llevó a tu mesa durante el año— necesitas verter agua hirviendo sobre él.

Rejillas de la cocina

Sorprendentemente, no tienes que kasherizar las rejillas (parrillas) de la cocina. Esto se aplica al resto del año también. Por ejemplo, si algo de jugo de carne se derrama sobre las rejillas, y luego un poco de leche se derrama allí, todavía es kósher. ¿Por qué? Porque dado que la rejilla está constantemente sobre el fuego, cualquier derrame se considera como quemado antes que el sabor pueda ser absorbido en la rejilla.

Para Pésaj, hacemos la misma suposición, es decir, cualquier jametz fue quemado antes de que su sabor se haya absorbido. Sin embargo, la costumbre ashkenazí sigue siendo kasherizar las rejillas. Utilizamos una forma "leve" de quemado llamada libún kal. Prácticamente hablando, calientas las rejillas hasta que estén tan calientes que si una pieza de papel las tocara, se volvería marrón. La forma más fácil de hacer esto es calentar el horno e introducir las rejillas, y eso será suficiente. O puedes prender algunos quemadores, y poner una placa metálica de Shabat justo arriba de las rejillas. (No prendas los cuatro quemadores, porque con la chapa no hay suficiente oxigeno y el fuego se apagara. En cambio, prende dos en diagonal, luego haz los otros dos del otro lado). En cualquier caso, asegúrate que las rejillas estén lo suficientemente calientes como para que un pedazo de papel que las toque se ponga marrón.

La mesada de la cocina

Las mesadas de acero inoxidable se pueden kasherizar. Primero, asegúrate de que no hayan sido utilizadas para jametz caliente en las últimas 24 horas. Luego, límpialas bien. Y finalmente, vierte agua hirviendo de una tetera sobre ellas.

El problema es que este es un trabajo verdaderamente difícil y puede que tengas que llenar muchas teteras. Por lo tanto una alternativa es poner agua fría por toda la mesada (pon algo en el costado para que el agua no se desborde), luego toma una plancha eléctrica de vapor, y pásala por toda la mesada. Esto hará "hervir" el agua, que es el equivalente halájico de utilizar una piedra al rojo vivo o even meluban. (No te preocupes, una plancha de vapor es resistente al agua y esto no arruinará el artefacto). Pero recuerda, esto sólo funciona en las mesadas de acero inoxidable.

¿Qué pasa si tienes mesadas de piedra o mármol? Eso depende del tipo de piedra. En Israel, la mayoría de las personas tienen lo que se llama shaish. Se trata de una combinación de piedra y epoxi, y no se puede kasherizar para Pésaj. Tienes que cubrirla con algo a prueba de agua. Y aunque no es necesario, algunas personas vierten agua hirviendo sobre ella antes de cubrirla adecuadamente.

Si tienes "granito", que es piedra real, puede ser kasherizada para Pésaj. (Use los métodos descritos anteriormente para el acero inoxidable). El único problema son las uniones donde tienen una pequeña grieta llena de yeso. Algunas personas ponen cobertores de goma sobre el granito (incluso si la kasherizaron) sólo para cubrir estas uniones. Pero halájicamente, si pones agua hirviendo allí, debería ser suficiente.

¿Qué pasa con la pared detrás de la mesada? Dado que tus ollas tocan la pared durante el año, asegúrate de cubrirla. No hace ninguna diferencia el material del que está hecha la pared, deberás cubrir la pared detrás de la mesada.

Además, debes cubrir la parte inferior de los armarios superiores que sobresalen a la mesada. ¿Por qué? Debido a que algunos alimentos de Pésaj pueden tocarlos. Pero más allá de esto, el vapor puede subir y absorber el sabor del vapor del jametz que se depositó allí. No todos están de acuerdo, pero creo que esas superficies deben estar cubiertas.

En cuanto a la parte exterior de los armarios, asumimos que la comida no tendrá un contacto directo con ella. Pero asegúrate de limpiarlos bien.

En cuanto a la mesa de la cocina, es lo mismo que dijimos para la mesa del comedor: hay que cubrirla con algo a prueba de agua. Si tu mesa es de madera, metal o piedra, puedes verter agua hirviendo de una tetera directamente en la mesa, y eso te permitirá utilizar la mesa sin ningún tipo de cobertura. Este método no funciona con la fórmica.

Refrigerador

La mayoría de las personas no suelen poner alimentos calientes directamente en el refrigerador. Pero si lo haces durante todo el año, ¡no lo hagas en Pésaj!

La regla básica con un refrigerador es la misma que con las manijas de la puerta: debe ser limpiado impecablemente. Primero hay que sacar los estantes, y luego limpiar todo el interior muy bien con algo que vuelva la comida no comestible. Puede ser un poco difícil doblarse ahí adentro, pero la superficie en sí es lisa y no es demasiado difícil de limpiar.

¿Qué hay de los estantes del refrigerador? Si intentas limpiar cada superficie con la mano —dentro de las pequeñas tablillas o rejillas— entonces no terminarás más. Así que lo mejor es llenar la bañera con agua por la mitad, agregar amoniaco, y poner todos los estantes adentro. Lávalos bajo presión, y asegúrate de que nada comestible permanezca en ellos.

Aunque esto es suficiente, algunas personas todavía se sienten incómodas poniendo comida de Pésaj directamente en las estanterías. Puedes cubrir las estanterías, pero ten cuidado: Si las cubres con algo que el aire no pueda pasar, entonces no habrá circulación en el refrigerador, el termostato se confundirá y el motor funcionará siempre. ¡Puedes arruinar tu refrigerador de esa manera! En lugar de ello, cubre los estantes con algo que el aire pueda circular a través, como toallas de papel o con papel de aluminio con agujeros.

En cuanto al congelador, descongélalo y límpialo a fondo. Si tienes un freezer auto descongelante, asegúrate de extraer el panel de agua que se encuentra en el fondo. Si no has limpiado ese panel últimamente, ¡podría haber fácilmente un kezayit de migas ahí abajo!

Luego: La junta de goma alrededor de la puerta del refrigerador. Obviamente que tienes que limpiarla bien con un paño. Pero más importante, tienes que limpiar los pliegues en acordeón. La manera más efectiva es tomar un hisopo, sumergirlo en amoniaco o limpiador, y pasarlo a través de los pliegues. El hisopo hará un gran trabajo al recoger toda la suciedad.

¿Qué sucede con los alimentos que deseas dejar en tu refrigerador (o freezer) e incluirlos en la venta de jametz? Debes envolverlos, ponerlos en un rincón de tu refrigerador (o freezer) y luego cubrirlos para evitar cualquier contacto.

Respecto el exterior del refrigerador, asegúrate de limpiar la puerta y la manija, porque la tocarás frecuentemente durante Pésaj. También revisa en la parte superior del refrigerador, sobre todo si hay niños en la casa. ¿Quién sabe lo que se pudo haber caído allí? En cuanto a los lados exteriores, sólo hay que limpiarlos bien. Algunas personas los cubren, pero lo halajá no lo requiere.

Armarios de cocina

Ya hemos hablado sobre la parte exterior de los armarios de cocina. ¿Pero qué hay de los estantes internos? Debido a que normalmente no se pone comida caliente allí, no tienes que utilizar agua hirviendo. Sólo límpialos muy bien con algún producto de limpieza y asegúrate de que no quede nada comestible.

Aún así, muchas personas se sienten incómodas poniendo los platos de Pésaj y los alimentos en superficies que se utilizan para jametz durante todo el año. Esta es la fuente de la "antigua costumbre judía" del papel de estantería. Muchas personas ponen papel de estantería en la parte inferior de los cajones y armarios, y algunas ponen en los costados también.

Fregadero de la cocina

El fregadero obviamente tiene que ser kósher para Pésaj. Un fregadero de acero inoxidable puede ser kasherizado bañándolo con agua hirviendo. Es importante que durante un periodo de 24 horas antes de kasherizarlo, el fregadero no haya entrado en contacto con alimentos calientes.

El desagüe del fregadero tiene una unión que no se puede llegar a limpiar perfectamente. Una solución es limpiar el fregadero de acero inoxidable pasándole un soplete. Sin embargo, la mayoría de las autoridades halájicas sostienen que utilizar un soplete no es necesario, y es suficiente con verter detergente fuerte en el desagüe. De esta manera, todo lo que está atascado —ya sea en la unión del desagüe o en el tubo de drenaje en sí— se volverá no comestible. Si tiene tubos de plástico, un limpiador de alcantarillas podría desintegrar los tubos de plástico, por lo que un detergente fuerte es suficientemente bueno. Adicionalmente (aunque esto no es realmente necesario), algunas personas ponen un inserto de plástico o cobertor de plástico en el fregadero para que nada toque el fregadero mismo.

Un fregadero de porcelana no puede ser kasherizado. Debes limpiar el fregadero a fondo y luego insertar un fregadero de plástico. Pero a veces su fregadero se puede llenar de agua y puede terminar saliendo agua del desagüe ¡que llega hasta tu fregadero de plástico! Obviamente esto anula todo el propósito. La clave es eliminar el colador del desagüe del fregadero, y en su lugar poner un colador en el plástico. De esta manera, toda la suciedad quedara bloqueada en la parte superior, la cual podrás limpiar, y si algo sucede, se ira todo por el caño y no quedará en el fregadero.

Además, el plástico debe estar levemente elevado, y no apoyado directamente en el fregadero. Puedes poner dos pedazos pequeños de madera en el fregadero, donde el plástico se apoyará -- siempre y cuando estén separados levemente y no se toquen directamente.

¿Qué tal forrar el fregadero con papel plástico de contacto? El problema es que puede formarse una burbuja de agua entre el papel y el fregadero, y luego esa agua transmitirá el gusto de tu fregadero que no es casher para Pésaj. Si puedes estar seguro que no hay agua debajo del papel de contacto, entonces está bien.

Si bien estamos en el tema del fregadero, no olvides el grifo mismo. Las manijas deben limpiarse perfectamente. Algunas personas tienen de hecho llaves diferentes para Pésaj. Si sientes que no puedes desenroscarlas, por lo menos lávalas con detergente para volver cualquier partícula no comestible. Con respecto a la llave misma, tienes que verter agua hirviendo sobre ella ya que entra en contacto con vapor de jametz todo el tiempo.

Un grifo de plástico es un gran problema ya que no se puede kasherizar. Así que tendrás que mantener el grifo hacia un costado durante Pésaj, y mantenerlo lejos de tus ollas, para asegurarte que no le llegue ningún vapor.

Lavar la vajilla en Pésaj

Con el fin de evitar todo tipo de problemas en tu fregadero, en Pésaj no laves platos en agua muy caliente. Esto evitara que cualquier residuo de jametz llegue a un punto en el que se puede cocinar. (El punto halájico de cocción se llama iad soledet bo —literalmente 'muy caliente al tacto'— que es de 45 grados centígrados). No está prohibido lavar con agua muy caliente, pero es una manera de evitar muchos problemas. Puedes tener tus platos igual de limpios mediante el uso de agua tibia que no esté muy caliente. Esta precaución es necesaria sólo en Pésaj.

El Horno

Nuestro último electrodoméstico es el horno. Si tienes un horno auto limpiante, ponlo en el ciclo auto limpiante y eso hará que tu horno esté "kósher para Pésaj". En un horno auto limpiante, si tiene alguna parte interior que es de goma —o de otras sustancias que halájicamente no pueden ser kasherizadas— entonces debes cubrir las piezas con papel de aluminio, y asegurarte que permanezcan cubiertas cada vez que uses el horno.

Si no planeas usar el horno durante Pésaj, todo lo que tienes que hacer es mirar adentro: si no hay dentro nada comestibles y ningún kezayit de suciedad, sólo cierra la puerta, encíntala, y eso es todo. Si quieres ser estricto, pasa un spray limpiador dentro, espera tres minutos, límpialo y cierra la puerta. Halájicamente si no estás usando el horno en Pésaj, no tiene que brillar. Por favor no pongas a nadie a frotar tu horno por horas por ser más riguroso. Simplemente asegúrate que no haya jametz comestible y ningún kezayit de suciedad.

Si nunca usas el horno para jametz y quieres usarlo para Pésaj, todavía tienes que kasherizarlo. Sin embargo, aquí puedes confiar en encender el termostato en la temperatura más alta y esperar hasta que llegue a la máxima temperatura.

¿Qué hay de la parte superior del horno, donde están los quemadores? Ya hemos discutido como kasherizar las hornallas de la estufa, necesitan libún kal, lo que significa que se calientan lo suficiente como para poner un pedazo de papel marrón. La misma regla se aplica a los quemadores de donde sale el fuego -- solo límpialos bien, y luego enciéndelos para asegurarte de quemar cualquier alimento.

La parte superior del horno, sin embargo, es otra historia. En realidad, la superficie es siempre treif, porque se salpica con leche y carne. Durante el año, esto no es un problema. ¿Por qué? Porque primero que todo, te aseguras que esos salpicados no toquen lo que estás cocinando. Y si lo hace, entonces todo depende si el salpicado es "comestible", y cuál es la proporción, etc. Además, si tu hornalla está limpia, entonces el único problema es que absorbió "sabor" de leche y carne, con lo que suponemos que pasaron más de 24 horas. Así que durante el año, es muy poco probable que estos salpicados puedan volver tu comida "no kósher".

En Pésaj, sin embargo, la indulgencia de las 24 horas no se aplica. Algo que fue usado para jametz hace un año es todavía jametz. Consecuentemente, la comida de Pésaj no puede tocar tu hornalla y ésta debe ser cubierta. La manera más fácil es tomar papel aluminio y cubrir toda la parte superior del horno (donde están las hornallas). Usa papel aluminio ultra resistente para que no se rompa.

La parte más problemática de tu cocina es una parte que puede que nunca la hayas visto: debajo de la plataforma superior del horno. Si la retiras, encontrarás restos de todo tipo de cereales y sopas que has cocinado durante el año. Puede que haya algunas migas comestibles, así como un kezayit de suciedad. Así que tienes que retirar toda la parte superior. Con suerte, tienes una que es desmontable (tal vez con tornillos). De lo contrario significa meterse ahí debajo con los dedos. Eso es muy difícil, y el único consejo es levantarlo un poco y luego tirar algún detergente de amoniaco para volver todo no comestible.

Asumiendo que has quitado la parte superior, lo primero es obtener una aspiradora y deshacerse de todas la migas. De esta manera, no tendrás migajas volando por todo el lugar. Si no tienes una aspiradora, entonces toma un paño húmedo y pásalo sobre la zona. Las migas se pegaran al paño. No utilices un paño mojado, ya que eso formará más suciedad en tu horno. Esto es necesario incluso si no vas a usar el horno en Pésaj.

Si tu cocina está montada en la mesada, la parte superior por lo general no es un problema, porque los derrames no tienen lugar donde caer.

Otros hornos son más problemáticos. Si tienes una gran parte superior de vidrio o porcelana con elementos de calefacción dentro (como en las cocinas eléctricas), entonces no es posible casherizar eso para Pésaj (debido al material). La única cosa que puedes hacer es cubrirlo con papel aluminio, pero el problema es que cuando cubres estos artefactos, no funcionan tan bien. A menos que puedas encontrar una manera de cubrirlo sin perder eficiencia o arruinar tu comida, la mejor solución es obtener un horno diferente para Pésaj.

Si tienes elementos eléctricos que están expuestos, entonces los elementos tienen que estar limpios, pero no necesariamente kasherizados.

Una bandeja de calentamiento eléctrico (plata) se debe limpiar lo mejor posible. Y si la quieres usar para Pésaj, cúbrela con papel de aluminio resistente para que no se descubra. Una placa de metal que se sitúa sobre las hornallas (blej) tiene que ser bien kasherizada o cubierta totalmente. Tiene más sentido comprar un blej fino especialmente para Pésaj; en caso de no ser posible, con papel aluminio resistente debería ser suficiente, aunque puede emitir humos nocivos y desagradables.

Algunas cocinas tienen una tapa que se puede bajar cuando no usas la parte superior del horno. Dado que ésta es salpicada durante todo el año, debes limpiarla y cubrirla (o separarla completamente). Similarmente, la pared detrás de tu horno definitivamente ha absorbido algo de jametz, así que o mueve el horno lejos de la pared para que ninguna olla la toque, o cubre la pared.

Si tienes un ventilador encima del horno es un problema: es un caldo de cultivo para el vapor y las partículas de jametz. Lo mejor es cubrir la toma del humo y no usarla para Pésaj. Adicionalmente, si hay algo comestible allí (o un kezayit de suciedad), tienes que limpiarlo.

Microondas y lavavajillas

Un horno de microondas puede ser kasherizado para Pésaj, siempre y cuando el interior sea de metal (o incluso si está metalizado). Simplemente hay que insertar un tazón de agua y generar mucho vapor por 20 minutos. Es preferible obtener un plato de microondas nuevo para Pésaj, o al menos cubrirlo.

Si hay diferentes partes en el microondas —como pequeñas piezas de goma— esto es un gran problema. En primer lugar, la goma es un material que no se puede kasherizar. Y segundo, dado que es un microondas, las piezas obviamente no pueden cubrirse con papel aluminio. La mejor solución es obtener piezas de repuesto y guardarlas para Pésaj. De lo contrario, no puedes usar el microondas.

Un microondas con un interior de plástico no puede kasherizarse para Pésaj.

Con el fin de kasherizar un lavavajillas para Pésaj, este debe ser de metal. Adicionalmente, debes tener un escurridor separado para Pesaj.

Pequeños aparatos de cocina

Hay otros aparatos que no se pueden utilizar para Pésaj. Estos incluyen una tostadora, horno tostador, una mezcladora, cosas que usas para pan y tortas todo el año. Aunque puede ser posible kasherizar estas cosas, es ir un poco demasiado lejos y no lo hacemos.

¿Entonces que se hace? En primer lugar, si piensas que hay algo comestible, límpialo. Saca las migas fuera del tostador y del horno tostador. Haz lo mejor que puedas, pero no enloquezcas. No tienes que desmontar tu tostador, horno tostador o mezcladora.

La razón por la que no tienes que ser cuidadoso limpiando estos elementos es que los vas a incluir de todos modos en la venta de jametz. Así que a pesar que tenemos una costumbre de no vender jametz gamur (es decir, panes y tortas), no hay problema en vender una tostadora que tiene algunas migas en ella. Sólo elimina el jametz que puedas, y al que no puedas alcanzar, apóyate en la venta.

En cuanto a la mezcladora: si tienes miedo que tenga un montón de masa todavía pegada, probablemente no es comestible. En cuyo caso basta con que no tenga un kezayit. La mejor forma de resolver todo esto es lavarla con detergente que deja todo totalmente no comestible.

El piso

Las migas en el piso, asumiendo que son menos de un kezayit, se consideran como suciedad. El problema, sin embargo, es que la ropa se cae al suelo, los niños juegan en el piso, etc. así que para minimizar los problemas en general, hay que mantener los pisos bastante ordenados durante los días que estés limpiando para Pésaj. Y entonces, como paso final cuando todo lo demás en la casa esté kasherizado para Pésaj, puedes lavar los pisos muy bien. (No tienes que utilizar amoniaco).

¿Qué sucede durante Pésaj? Tienes que saber que cada vez que alguien entra a la casa de afuera, trae muchas partículas de jametz en potencia en sus ropas, y particularmente en sus zapatos. Puedes mantener tu casa barriéndola, pero no será un trabajo perfecto.

Así que la regla es: Todo lo que cae al piso durante Pésaj no vuelve a la mesa. La costumbre original era que no vuelve a la mesa en absoluto por la duración de Pésaj. Hoy en día, somos indulgentes y se permite lavarlo. Por ejemplo, si un cubierto cae al piso, sólo lávalo y luego lo puedes usar nuevamente. Lo mismo con los juguetes, si un niño quiere traerlo a la mesa, debe ser lavado primero.

¿Qué pasa con las alfombras? están llenas de migas —incluso migas comestibles— y son difíciles de limpiar. La mejor opción es lavar la alfombra antes de Pésaj, lo que eliminará cualquier cosa comestible. De lo contrario, muchas personas simplemente enrollan sus alfombras, las guardan, y las venden para Pésaj. Esto no es necesario, pero es ciertamente recomendable (a menos que las laves).

Una cosa fundamental que hay que recordar: tú gastas mucho tiempo en la limpieza de Pésaj, ¿y adónde va todo el jametz? Queda atascado en la escoba, va al cesto de basura, y a la bolsa de la aspiradora. Debes limpiar bien la escoba, de manera que no quede nada comestible. O preferiblemente tener una escoba especial para Pésaj que la puedas guardar año tras año. Asegúrate que tu tacho de basura esté bien limpio. Y sobre todo, asegúrate de tirar la bolsa de la aspiradora. ¡Ese es un lugar donde casi seguro tendrás todo un kezayit de suciedad de jametz junto!

La venta del jametz

La costumbre imperante es no vender jametz comestible como pan, galletas, etc. La excepción es cuando deshacerse de ello implicará una dificultad, es decir, que tienes una gran cantidad de la misma, es difícil de obtener, o es costosa. Ciertamente puedes incluir media botella de whisky en la venta. De lo contrario, puedes dar la comida a un no judío que conozcas. Algunas ciudades organizan específicamente cadenas de comida para la gente pobre en los días previos a la fiesta de Pésaj.

¿Pero qué sucede con los alimentos que no son jametz "real", es decir, una lata de atún que no está etiquetada "kósher para Pésaj", o comida que fue cocinada en una olla de jametz? Estas cosas se pueden poner en un gabinete y venderlas. Encintar el gabinete es sólo necesario si por hábito puedes abrirlo en Pésaj. Por cierto, incluso el jametz de un no judío debe ser separado y cubierto.

Qué tengas un Pésaj feliz y kósher! ¡Y una fácil limpieza!

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