3 pasos para prepararse para Rosh HaShaná en medio de la pandemia

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Cómo mantener la cordura en estos tiempos agitados y presionar el botón de reinicio en medio del caos.

Este Rosh HaShaná es como ningún otro. Las estructuras sociales han sido sacudidas por la polarización política, la tensión racial, la crisis de salud mental, el clima extremo y, encima de todo eso, la pandemia mundial.

El coronavirus ha sido un gran llamado de atención. Con su comportamiento desconcertante, vemos claramente que no tenemos el control. Nuestro estado de inercia ha sido alterado, y eso nos insta a reexaminar qué tipo de mundo —tanto como individuos y también como sociedad— buscamos construir.

Cada año es fundamentalmente diferente al pasado. El Maharal escribe que shaná (año) se relaciona con shinui (cambio). Rosh HaShaná es un día en el cual el balance está en cero, un día en el cual solicitamos "otro año de existencia" y planeamos como alcanzar nuestro potencial durante el nuevo año.

He aquí 3 pasos para mantener la cordura en estos tiempos agitados; para encontrar nuestra voz interior y presionar el botón de reinicio en medio del caos.

Paso # 1 - Aislamiento: aprovecha el silencio

El primer paso es conocer a tu enemigo. En la actual "economía de la atención", el enemigo es la distracción.

Ese es un aspecto positivo de la pandemia: la interrupción temporal de las instituciones de entretenimiento, los deportes y los viajes (obviamente en términos teóricos, no lo que esto ha causado en términos económicos). Cuando estamos en cuarentena, no se corre de un lado para otro, no se corre a ninguna parte. Pasamos más tiempo en casa con nuestros seres queridos, sin depender tanto de estímulos externos o consumismo excesivo con la vana esperanza de llenar un vacío intangible.

Otro aspecto clave del Coronavirus es el ‘aislamiento’, en hebreo bidud. La forma reflexiva, lehitboded, significa ‘introspección’. El aislamiento es nuestra ventana de oportunidad para mirar dentro de nuestra alma y escuchar esa voz suave y apacible. Para reiniciar, recalibrar y repensar: ¿Hacia dónde he estado corriendo todo este tiempo? ¿De qué se trata todo esto?

El rabino Moshe Jaim Luzzatto (Mesilat Yesharim, cap. 3) escribe que, para alcanzar este estado de claridad, todas las demás voces deben ser silenciadas. Programa una hora al día y desconéctate de la web. Deja a un lado la computadora. Apaga tu teléfono y colócalo en otra habitación.

Toma un papel y un lápiz. Sé totalmente honesto contigo mismo, sin adoptar ninguna postura social y sin las manipulaciones a las que estamos acostumbrados en las redes sociales. Pregúntate: ¿Qué dirían los demás si les preguntara qué es lo que necesito mejorar? ¿Cómo responderían a esta pregunta mis amigos, mi familia, mis vecinos o colegas de confianza?

Paso # 2 - Toma la vida en serio

A los 3 años, Mondo Duplantis comenzó a practicar salto con garrocha en el patio trasero de sus padres. Desde entonces, ha estado batiendo récords año tras año, en diferentes categorías etarias. Este año, a los 20 años, Mondo logró su sueño de toda la vida, estableciendo el récord mundial de 6.18 metros, lo que lo transforma probablemente en la persona que ha saltado más alto que cualquier otro ser humano.

Todos queremos ser lo mejor que podamos. Lo que plantea la pregunta: si Mondo Duplantis está "viviendo su sueño", saltando de la cama cuando suena el despertador todos los días para hacer lo que le apasiona, ¿qué hay de mí? Pregúntate: ¿Cómo puedo utilizar mi conjunto único de habilidades y circunstancias para elevarme más alto hacia mi destino?

El Midrash (Tanjuma, Mishpatim 5: 7) dice: "Cuando hay juicio desde abajo, no hay necesidad de juicio desde arriba". Esto puede entenderse como que el "juicio" de Rosh HaShaná no se trata de ser juzgado por fiscales que quieren verte fallar. Más bien, el objetivo de este juicio personal es asumir responsabilidad, para garantizar que estamos aprovechando y produciendo al nivel —o más allá— de nuestras capacidades.

Nadie es perfecto. Todos cometemos errores. La palabra hebrea jet, a menudo traducida como ‘pecado’, en realidad se refiere a una ‘honda que falló su objetivo’ (Shoftim 20:16). Se espera que seamos seres humanos, no ángeles.

El problema es cuando negamos nuestra responsabilidad, cuando no estamos dispuestos a admitir la verdad ante nosotros mismos. Esto activa el Plan B: "Juicio desde arriba". Como dice el profeta Irmiyahu (2:35): “Dios nos juzgará cuando digamos ‘no he hecho nada malo’”.

En Rosh HaShaná nos presentamos ante Dios, el “Conocedor de todos nuestros pensamientos”, y asumimos plena responsabilidad por nuestra vida. En este día todos pasamos, en fila, como ovejas por el corral. No hay engaños ni “edición” de la realidad para ser un avatar en línea. No hay culpa ni excusas. Porque la conclusión es que nadie asumirá más responsabilidad por tu vida que tú mismo.

Paso # 3 - Una pequeña gran cosa

Más allá de las buenas intenciones, lo que se espera de nosotros es que hagamos un esfuerzo estratégico. La forma de hacerlo es comprometerse con un pequeño cambio que marcará una gran diferencia.

De la misma manera que un saltador con garrocha concentra toda su energía en un solo punto del suelo y luego utiliza ese impulso para saltar hacia arriba, también la clave para un tener un año nuevo exitoso es articular una sola frase que capture tu misión personal para el año judío 5781:

Mi destino es X y me comprometo con la acción Y.

Las leyes de la física establecen que un solo pequeño esfuerzo estratégico puede desencadenar una enorme reacción en cadena. Por ejemplo, un dominó puede derribar otro dominó un 50% más grande que el primero. Al comenzar con un dominó normal y hacer cada dominó posterior un 50% más grande, el undécimo dominó será del tamaño de una persona. Con otras 16 fichas de dominó, podrías derribar un edificio de 100 pisos.

Comprométete a enfocarte en un solo paso, esa "pequeña gran cosa" que impactará más fuertemente el progreso. Luego, divide ese primer dominó en pequeños pasos incrementales. Crea una lista de tareas pendientes con un paso de acción práctica todos los días. Como el agua que gotea, un paso tras otro, puede hacerte avanzar progresivamente hacia tu gran destino.

Esta es la llamada del momento. En Israel, nuestro primer cierre nacional por causa del Coronavirus fue durante Pésaj, un inquietante recordatorio de la primera noche del Séder en Egipto cuando se nos ordenó “no salir de casa hasta la mañana” (Shemot 12:22).

Propiciamente, en la víspera de este Rosh HaShaná, Israel comenzará su segundo cierre a nivel nacional. Es un momento para reflexionar, tanto individual como colectivamente, para asegurar así nuestro futuro. En Rosh HaShaná coronamos a Dios como Rey, con el toque del shofar anunciando el sonido de la coronación. El shofar, a menudo denominado keren (Iehoshua 6:5), es la raíz de la palabra corona, y por extensión coronavirus, llamado así por su parecido con una corona.

Así como el "juicio" del año pasado en Rosh HaShaná incluyó la aparición del Coronavirus, oramos para que el "juicio" de este nuevo año sea un final seguro y rápido a la crisis del Coronavirus. Como escribió el rabino Moshé Schreiber, el famoso Jatam Sofer, hace dos siglos: 5780 (2020) será un año tumultuoso, seguido de un año de gran curación y redención. Y oramos por el día en que el gran shofar sonará una vez más, como proclamó Yeshayahu (27:13), anunciando la reunión de los exiliados y la paz, y la claridad para toda la humanidad.

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