El Ayuno de Guedalia

17/09/2023

3 min de lectura

Un día después de Rosh HaShaná se conmemora una tragedia en la historia judía cuyo mensaje repercute para nosotros hoy en día.

El día posterior a Rosh HaShaná se realiza el “Ayuno de Guedalia”, uno de los 'ayunos menores' del calendario judío. Este ayuno comienza temprano en la mañana, con el alba, y termina al anochecer.

¿Cuál es el significado de este ayuno y por qué ocurre entre Rosh HaShaná y Iom Kipur?

La historia de Guedalia

Después de la destrucción del Primer Templo, hace 2500 años, la mayoría del pueblo judío fue exiliado a Babilonia. El conquistador, Nabucodonosor, eventualmente alivianó algunas de sus duras restricciones y permitió que algunos judíos permaneciesen en la Tierra de Israel. Incluso designó a un judío recto, llamado Guedalia, para que administrara el territorio. Gradualmente, más y más judíos que habían escapado de los horrores de la guerra y se habían refugiado en países vecinos, comenzaron a volver a sus hogares en Israel.

Guedalia era realista sobre las limitaciones de la soberanía judía. Entendía que para su propia preservación, los judíos en Israel debían cooperar por completo con la nación que había conquistado su tierra.

Pero esta subordinación política era intolerable para algunos judíos. Un hombre llamado Ishmael ben Netania, incitado por los celos y la influencia externa, se levantó e ignoró al Rey de Babilonia. El día tres del mes de Tishrei, Ishmael traicionó a Guedalia y lo asesinó, al igual que a otros muchos judíos y babilonios.

Respuesta en Iom Kipur

Después del asesinato de Guedalia, los judíos temieron represalias del Rey de Babilonia. Pensaron en huir a Egipto para salvarse, pero dado que Egipto era una sociedad moralmente corrupta, se encontraron frente a un gran dilema: debían sopesar la amenaza física de quedarse en Babilonia versus el peligro espiritual de ir a Egipto. Por esta razón fueron donde el profeta Irmiyahu, quien estaba recluido haciendo duelo, para pedirle un consejo.

Durante toda una semana Irmiyahu le rogó a Dios por una respuesta, hasta que finalmente la obtuvo en Iom Kipur. Irmiyahu llamó a los judíos y les dijo que debían quedarse en Israel y que todo estaría bien. Dios estaba planeando que los babilonios actuasen con misericordia hacia ellos y, poco tiempo después, todos los judíos exiliados tendrían permitido volver a su propio suelo. Pero, les dijo Irmiyahu, si deciden ir a Egipto, la espada de la que están huyendo los mataría allá.

Por desgracia las palabras del profeta no penetraron en los oídos del pueblo, y ellos se rehusaron a creer en ellas. Todos los judíos que quedaban en Israel empacaron sus maletas y se fueron a Egipto. ¡Incluso secuestraron a Irmiyahu y lo llevaron con ellos! Ahora la destrucción estaba completa; la Tierra de Israel estaba completamente desolada.

Puedes adivinar lo que ocurrió a continuación. Unos pocos años después, Babilonia conquistó Egipto y miles de judíos exiliados fueron asesinados. El único sobreviviente de esa masacre fue Irmiyahu; su profecía se había convertido dolorosamente en realidad.

El evento inicial —el asesinato de Guedalia— ha sido comparado a la destrucción del Templo Sagrado, ya que causó la pérdida de miles de vidas judías y desencadenó el fin del asentamiento judío en Israel por muchos años. Por ende, los profetas declararon que el aniversario de esta tragedia fuese un día de ayuno. Este día es el tres de Tishrei, el día inmediatamente posterior a Rosh HaShaná.

Lecciones para el Ayuno de Guedalia

LECCIÓN #1 El pueblo judío se había hundido hasta uno de sus niveles más bajos de la historia. El Templo había sido destruido, la mayoría de los judíos estaban exiliados y la situación parecía desesperanzadora. Pero Dios cambió las desesperadas circunstancias del pueblo e hizo que el recto Guedalia fuese designado como líder. Sin embargo, Guedalia fue asesinado y toda la esperanza desapareció.

Pero fue precisamente en ese momento que Irmiyahu le rezó a Dios para obtener algo de claridad y convicción. Esto fue durante los 10 días entre Rosh HaShaná y Iom Kipur. Esta historia es conmemorada para enseñarnos un importante mensaje para estos días: no importa cuán lejos estés, siempre puedes regresar y Dios te perdonará.

LECCIÓN #2 Los judíos que fueron a aconsejarse con Irmiyahu estaban, subconscientemente, seguros de que Dios daría la respuesta que querían escuchar. Entonces, cuando Dios les respondió de una forma diferente, se rebelaron.

Pero ellos no eran personas malvadas. ¿Qué pasó?

A pesar de que estos judíos eran, en un sentido, dependientes de la voluntad de los babilonios, no estaban dispuestos a depender de la voluntad de Dios. La lección es que apegarse a Dios significa seguirlo siempre, no sólo cuando coincide con lo que buscas.

Una buena regla para la vida: cuando te enfrentes a un complicado problema moral, pregúntate: "¿Qué diría Dios? ¿Qué es lo que Dios quiere que yo haga?".

LECCIÓN #3 Cuando un judío asesina a otro es una tragedia terrible que puede tener enormes repercusiones históricas. Tal violencia es inexcusable. ¿Tenemos diferencias políticas y filosóficas? Debemos solucionarlas con calma y tolerancia; ésta es la única manera aceptable.

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