4 pensamientos que nos impiden cambiar antes de Rosh HaShaná

2 min de lectura

¡Pero si no cambié en todo el año!

“No vivas el mismo año 75 veces y le llames a eso vida”, dijo una vez Robin Sharma, un experto en liderazgo. Pronto será Rosh HaShaná y me siento casi igual a como me sentía el año pasado. ¿Es posible que haya pasado todo este tiempo sin haber experimentado un cambio real? ¿Estoy caminando en círculos, viviendo el mismo año una y otra vez?

¿Cuáles son los principales pensamientos que nos impiden cambiar año tras año, y cómo los disipamos?

1. Pensar que no podemos aprender. Nos aferramos tanto a nuestros hábitos y rutinas que muchos de nosotros creemos que no podemos aprender cómo comenzar de nuevo. Pero hay un dicho: “Si no estás dispuesto a aprender, nadie puede ayudarte; pero cuando estás determinado a aprender, nadie puede detenerte”. Hay incontables eruditos y personas exitosas en todos los campos a quienes en un inicio les costó mucho, pero que estaban determinados a aprender. No somos prisioneros de nuestro pasado; nunca es demasiado tarde para aprender nuevas ideas y cambiar la historia.

2. Creer que ya lo intentamos todo. Muchas personas tratan de cambiar y renuncian después de intentar diferentes estrategias. Pero, como advirtió Thomas Edison: “Cuando creas haber agotado todas las posibilidades, recuerda: no es así”. A menudo deseamos renunciar justo cuando estamos a punto de encontrar la respuesta. Queremos renunciar justo cuando estamos a punto de lograrlo. El camino al éxito es sólo mediante fracasos. Mientras estemos vivos, habrá más posibilidades y más ideas para intentar. Todo intento fallido es una enseñanza que nos acerca a nuestros objetivos.

3. Pensar que podemos seguir sin cambiar. Incluso si estamos en el camino correcto, si nos quedamos quietos nos pasarán por encima. A veces pareciera que la ruta más segura es permanecer en nuestra zona de confort y no cambiar en lo absoluto. Pero ‘no crecer’ no significa permanecer en el mismo lugar; ‘no crecer’ nos tira hacia abajo. Y cuando estamos abajo comenzamos a pensar que, dado que nos hemos desviado del camino, también podemos posponer el cambio hasta mañana. O la semana que viene, cuando tengamos más tiempo o menos estrés. O quizás el mes que viene lo intentaremos de nuevo. Pero cuando nos encontramos en un agujero, lo primero que debemos hacer es dejar de cavar. No vuelvas a lo que te hizo daño. En cambio, sigue avanzando, por más lento que sea tu paso.

4. Olvidar que fuimos creados a imagen de Dios. Rav Nóaj Weinberg dijo: “Trátate con el mismo asombro con el que tratarías a un volcán en erupción. Hay una cantidad increíble de energía disponible. Sólo necesitas usarla. Disponte a ver tu potencial real. Deja de ver lo que eres, mira lo que puedes ser”. Tienes el potencial para llegar a la grandeza. En lugar de tirarte hacia abajo, al final de cada día enfócate en algo que hiciste bien en ese día y disfruta de tu logro. Conéctate con la chispa divina que hay en tu interior. No puedes cambiar si todo el tiempo te tiras hacia abajo. Trátate como si tuvieras un poder extraordinario para producir un cambio en ti mismo y en el mundo que te rodea en cualquier momento. Porque lo tienes.

Este Rosh HaShaná, demos un paso concreto hacia adelante para mejorarnos a nosotros mismos y saboreemos la dulzura que trae el año nuevo.

Haz clic aquí para comentar sobre este artículo
guest
0 Comments
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
EXPLORA
ESTUDIA
MÁS
Explora
Estudia
Más
Contacto
Lenguajes
Menu
Donar
Únete a nuestro newsletter
Redes sociales
.