Rosh Hashaná: La entrevista más importante del año

Cuando una persona debe liderar un proyecto, lo primero que busca es un equipo de trabajo capacitado para poder cumplir con los objetivos. El líder necesita personas con iniciativa, creativas, prácticas, empáticas, que sepan trabajar en equipo y que antepongan las prioridades del grupo por sobre las propias, entre otras cosas.

El líder debe escoger a los miembros del grupo y otorgar roles a cada uno de modo que alcanzar las metas del proyecto sea realmente posible. Entre más grande y complicado sea el proyecto debido a la cantidad de personas involucradas, tiempos de entrega, riesgos y otras variables, entonces más precavido debe ser el líder para escoger a su equipo de trabajo y el rol de cada uno. Un mal equipo es garantizar el fracaso y un buen equipo es empezar con medio éxito. 

De igual forma, al ser un proyecto de suma importancia, el líder deberá hacer análisis periódicos, tener varios indicadores y revisarlos casi de forma diaria. Una vez culminado un periodo determinado se hace un análisis más profundo y se replantean las formas de alcanzar las metas según la situación. 

Todo líder siente responsabilidad por su proyecto, pero si este proyecto es su sueño de toda la vida, donde tiene depositado todo su esfuerzo, entonces la cosa se pone más seria. En los momentos en que el proyecto va bien, el líder felicita a todo el equipo y en especial a su gente de confianza, pero cuando va mal, debe motivar y hablar de cerca con cada uno. Si el proyecto se salió mucho del camino, entonces el jefe debe levantar la voz, mostrar los indicadores y tomar medidas con el fin de enderezar el rumbo del proyecto.  

Toda creación tiene un propósito.

Ahora bien, toda creación tiene un propósito. Un programador por ejemplo, desarrolla un software para brindar una solución específica, el carpintero una silla para que sea usada bajo ciertas condiciones y el ingeniero un puente que cumpla con los requisitos necesarios. De igual forma, nuestro mundo y las personas que estamos en el fuimos creadas por Dios con un propósito, somos los responsables de implementar el proyecto más grande que puede existir: “Hacer a Dios Rey”.

¿Qué significa esto? El mundo perfecto en el que todos soñamos: un lugar donde no hay guerras, huelgas, inflación, déficit fiscal, enfermedades y estrés, donde las personas no estamos corriendo pensando en cómo satisfacer nuestras necesidades, sino que tenemos deseos más profundos por vivir en un mundo más espiritual con más cercanía a nuestros seres queridos y en especial con Dios. Coronar a Dios como Rey significa darle importancia a nuestras acciones, pensamientos y palabras, incluso las pequeñas, y procurar hacer las cosas cada vez un poco mejor en todos los ámbitos de nuestras vidas.

Rosh HaShaná no es un día para recordar las cosas malas, sino para demostrarle al jefe que puede confiar en nosotros.

Cada año se juzga el avance del proyecto y de la misma forma nosotros, los miembros del pueblo judío —como parte del equipo de trabajo cercano al jefe— también debemos analizar el avance de nuestros proyectos. En estos días se analiza la función de cada uno de nosotros como individuo, y como parte de una familia, de una comunidad y de un pueblo. Sin embargo, Rosh HaShaná no es un día para recordar las cosas malas y de las que nos arrepentimos sino un día para demostrarle al jefe que puede confiar en nosotros. Que Él vea con claridad cuán dispuestos estamos a seguir trabajando y a asumir roles importantes durante el siguiente periodo de trabajo. Que le quede claro que confiamos y apoyamos 100% su proyecto porque en realidad, es también el nuestro.   

Por último, es interesante notar que somos por así decir el "equipo de trabajo elegido" y esto implica que no sólo nos representamos a nosotros y a la gente alrededor nuestra, sino a todos nuestros antepasados. Nuestros abuelos, bisabuelos, tatarabuelos, pasando por Abraham y llegando hasta Adam, también han sido parte de este proyecto y nosotros estamos siguiendo hoy el trabajo que ya ellos han hecho antes. 

Somos un equipo interdisciplinario y en estos días nos la estamos jugando por todos. En Rosh HaShaná tenemos la entrevista más importante del año, la oportunidad de formar parte de este equipo. Es una oportunidad que no se puede dejar pasar.