Lleva a tu hogar la alegría del judaísmo

4 min de lectura

No celebres sólo las festividades judías típicas. Sucot y Simjat Torá nos muestran un lado feliz del judaísmo que sin duda deseas que tu familia experimente.

¿Acaso los padres judíos estamos celebrando las festividades judías erróneas? La mayoría de los padres judíos que conozco, incluso yo misma, quieren que sus hijos aprecien y amen nuestra religión. Queremos que nuestros hijos tengan un sentimiento de comunidad e historia. Queremos que amen ser judíos.

Muchos padres hacen todo lo posible para fomentar en sus familias un sentido de judaísmo durante las Altas Fiestas. Los llevamos a la sinagoga en Rosh HaShaná y Iom Kipur.

Pero al focalizarnos en Rosh HaShaná y Iom Kipur, perdemos de vista otras festividades judías alegres de esta estación y les damos a nuestros hijos una imagen engañosamente severa y cargada de culpas de lo que significa ser judío. Los niños necesitan experimentar la alegría del judaísmo para poder enamorarse de él.

Aquí hay cuatro razones por las cuales Sucot y Simjat Torá son celebraciones hechas "a medida" para las familias, y algunas formas en las que estas dos festividades pueden ayudar a que los niños amen ser judíos.

El tiempo de nuestra alegría

Sucot es llamado zman simjatenu, o el "tiempo de nuestra alegría". Sentarse en una bella sucá, comer afuera, compartir las comidas festivas con amigos y familia… Muchas de las mitzvot de Sucot están diseñadas para despertar una sensación de bienestar y felicidad.

Construir una sucá es un gran emprendimiento y puede resultar abrumador. Pero la energía que los padres dedicamos a asegurar que nuestros hijos valoren Rosh HaShaná y Iom Kipur puede impulsarnos también en Sucot.

Si no tienes a mano una sucá, este año considera construir tu propia sucá. (Ahora hay disponibles en el mercado nuevas sucot listas para armar que pueden ser ensambladas por una sola persona).

Este puede ser un momento perfecto para disfrutar de una cena con la familia. Sentarse bajo las estrellas en una sucá bellamente decorada, compartir comida y canciones (otra parte integral de las comidas de Sucot) crea una sensación mágica tanto para los niños como para los adultos. Estoy segura que no querrás perdértelo.

Aprendizaje multisensorial

Sucot involucra a todos nuestros sentidos y provee una experiencia de aprendizaje multisensorial.

En Sucot nos sentamos en sucot bellamente decoradas, disfrutamos sentir el sol y la brisa en nuestros rostros. Sentimos la fragancia del etrog, sostenemos las cuatro especies de plantas que la Torá nos ordena reunir y sacudir en seis direcciones (lo que simboliza que Dios existe en todas partes, en todas las direcciones).

Como en tantas cosas del judaísmo, siempre hay nuevas capas para descubrir y bellos significados ocultos para explorar. Las cuatro especies que sacudimos en Sucot simbolizan las cuatro clases diferentes de judíos, desde los más justos y estudiosos hasta los más alejados. En Sucot unimos las cuatro especies para simbolizar que todos los judíos somos una sola familia. En la sucá, cada día se acostumbra a recordar a uno de nuestros ancestros de la Torá, a quien simbólicamente invitamos a nuestra comida. En Sucot hay canciones y plegarias especiales, todo esto ayuda a relacionarnos con la festividad de diferentes maneras.

La gratitud

Las sucot rememoran a las pequeñas chozas en las que vivieron nuestros ancestros tras el éxodo de Egipto, cuando vagaron durante 40 años por el desierto. Vivir en estas pequeñas cabañas, a la intemperie, nos recuerda de una forma visceral que dependemos de Dios. Durante el resto del año, cuando habitamos dentro de nuestros hogares con aire acondicionado, puede ser fácil caer en una falsa sensación de seguridad y sentir que somos responsables de nuestro propio bienestar.

La belleza de Sucot es que invierte esta idea. Durante ocho días (siete en Israel), pasamos el tiempo fuera de la casa, teniendo plena conciencia de las condiciones climáticas. Esto es un recordatorio de que en realidad cada aspecto de nuestras vidas depende de la Divinidad. En el mundo actual, donde es tan difícil inculcar un sentido de gratitud a nuestros hijos, Sucot puede ser una lección oportuna respecto a cuántas bendiciones recibimos diariamente. Experimentar este sentimiento al habitar la sucá nos ayuda a valorar de una manera completamente nueva la bendición de estar vivo.

Un sentido de la historia

Cuando le pregunto a los niños de la escuela donde enseño cuáles son las festividades judías más importantes, ellos nunca logran identificarlas correctamente. Además de Rosh HaShaná y Iom Kipur, y de la festividad semanal de Shabat, también hay tres grandes festividades: Sucot, Pésaj y Shavuot.

En la antigüedad, los judíos de toda la Tierra de Israel se congregaban en Jerusalem para estas tres festividades. Allí ofrecían sacrificios a Dios y compartían comidas festivas. Sucot era una festividad especialmente maravillosa: cada noche de Sucot, decenas de miles de personas celebraban en las calles de Jerusalem, entonaban cánticos de alabanza a Dios, bailaban y escuchaban música. Cuando despuntaba el alba, caminaban hacia un manantial en las afueras de la ciudad y regresaban al Templo trayendo agua como otra ofrenda a Dios, valorando el milagro de tener agua fresca para beber.

Incluso ahora, miles de años más tarde, los judíos acostumbran a tratar de hacer que la semana de Sucot sea un momento especialmente alegre y divertido. Al celebrar Sucot hoy en día, nos conectamos directamente con nuestros ancestros y aseguramos que nosotros y nuestros hijos seamos parte de una cadena inquebrantable que se remonta a muchas generaciones. Esta es una poderosa lección para nuestros hijos y los ayuda a comprender que ellos son el siguiente eslabón en la cadena del pueblo judío.

Simjat Torá

Sucot termina con otra maravillosa festividad, Simjat Torá, cuando completamos el ciclo anual de la lectura de la Torá e inmediatamente comenzamos un nuevo ciclo. Simjat Torá nos muestra cuánto podemos divertirnos dentro de la sinagoga. Es un momento de bailes energéticos y cánticos. Se corren las sillas y la gente baila con los Rollos de la Torá. También hay muchas golosinas tanto para los niños como para los adultos.

No es fácil prepararse para otra ronda de festividades judías justo después de Rosh HaShaná y Iom Kipur. Para muchos, faltar al trabajo y a la escuela es un verdadero desafío. Pero si queremos que nuestros hijos realmente amen ser judíos, Sucot y Simjat Torá son oportunidades increíbles.

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