Un Día Más

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Cuando las bienvenidas son tan dulces, las despedidas son aún más difíciles.

Hay un conmovedor midrash que ofrece una explicación de porque la festividad de Sucot es extendida un día más con la adición de Shminí Atzeret, una festividad sin mitzvot específicas asociadas a ella. El midrash imagina a Dios como un rey cuyos hijos están a punto de irse luego de una placentera visita. Él les implora que se queden un día más diciendo, "Su partida es difícil para mí". Este midrash siempre me parece como el equivalente judío de un correo electrónico que está circulando por estos días: "Si Dios tuviera un refrigerador, tu foto estaría en la puerta".

Tuve mi propia experiencia de "Su partida es difícil para mí" este verano. Mis hijos y pequeños nietos vinieron de visita desde Israel por un tiempo que fue demasiado breve. Planificamos una gran, pero manejable, actividad para cada día, y en los dos Shabat de su estadía, invitamos parientes. Fue una bulliciosa, caótica y alegre época – que hizo que el contraste con su partida fuera más deprimente.

Los tres nietos más jóvenes se despidieron alegremente con la mano en el aeropuerto, pero el de seis años se puso lagrimoso y bajó su cabeza, sin poder mirarnos a los ojos. Él entendía que esta despedida no era "nos vemos más tarde". El "más tarde" esta vez iba a ser Pesaj, en ocho meses más. Para ese entonces, el bebé no se acordaría de nosotros, y el niño de dos años, quien no soltó mi mano durante dos semanas, necesitaría que nos re-conociéramos.

El dolor de despedirse es en una medida proporcional al placer de reencontrarse.

Supongo que si no nos lleváramos tan bien, su partida sería menos importante. El dolor de despedirse es en una medida proporcional al placer de reencontrarse.

Durante nuestras separaciones nuestras conversaciones telefónicas son así...Yo:"Hola, querida, es Mamá. ¿Cómo estuvo Shabat?" Mi hija: "Hola mamá. Estuvo --- OHHHH ¡Me tengo que ir! Benjamín, ¡¡¡deja ese martillo AHORA!!!".

La cámara Web no es mejor. Mi hija "¿Quién quiere ver a Savta en la cámara Web? OHHH. Shlomo, ¡los hilos de la alfombra no son un postre!". Como resultado, nuestras conversaciones no son muy largas, pero estamos en contacto constantemente. Mi marido y yo sentimos que ellos recuerdan cada semana quienes somos nosotros, y ocasionalmente, cuando los niños están dormidos, mi hija y yo tenemos conversaciones más largas y profundas.

De cierta forma, esas conversaciones son análogas a mis rezos. Son un poco apurados durante la semana, pero en Shabat y las fiestas tengo la oportunidad de ir más lento. Le agradezco a Dios por todas las cosas en mi vida y le imploro que mantenga a todos sanos y salvos. Tengo pocos puntos de contacto durante la semana y en ocasiones especiales llego a tener una conversación real con mi Padre Celestial.

Pero Sucot es incluso mejor que una llamada telefónica. Es una visita de verdad. Durante la festividad de Sucot, vamos a sentarnos con Dios en la Sucá. La cercanía es similar a cuando mi familia viene a visitarme a mi casa. Y el término de Sucot es similar a ese viaje al aeropuerto para enviar a mis hijos y nietos de regreso a su casa en Israel.

Los buenos momentos juntos son taaaan buenos que las separaciones son casi insoportables.

Los buenos momentos juntos son taaaan buenos que las separaciones son casi insoportables. Así es que ese midrash resuena en mí, especialmente cuando termina la festividad. Sucot no es diferente a esas visitas familiares. Después de todo, Dios nos extraña de la misma forma en que nosotros extrañamos a nuestros seres queridos distantes.

Maimónides describe que deberíamos anhelar la presencia de Dios tanto como anhelamos la presencia de un ser querido. Y el sentimiento es mutuo. Si pasamos Sucot compartiendo cenas con familiares, hablando y cantando juntos en la Sucá, podemos crear un recuerdo indeleble que se quedará con nosotros – y con nuestro Padre Celestial – hasta la próxima vez que podamos reunirnos.

Shminí Atzeret – la festividad aplazada – está dedicada completamente a nuestro encuentro con Dios, sin mitzvot mediadoras. Es pura conexión. Tu partida es difícil para mí. Pero eso es debido a que nuestro tiempo es tan, pero tan preciado.

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